Un par de clásicos leoneses: Ezequiel y La Posada Regia

Comer en León es comer calidad. Cocina castellana, asados, embutidos y una espectacular cecina, todo eso y más es León. Os hemos contado muchas veces que León es la mejor ciudad de España para tapear pero no os habíamos hablado mucho de sus restaurantes. Tiene dos michelines, Pablo y Cocinandos y tiene otros clásicos como los dos que hoy traemos.

Ezequiel: de los mismo que el famoso Ezequiel de Villamanin pero sin su exageración en las cantidades. Tiene una zona de bar donde además de tomarte una ronda con tapa de embutidos puedes comprar esos mismos embutidos para llevar. Pero además, es un gran restaurante, con un servicio espectacular y un mimo al cliente y al producto que da gusto. La carta, poblada de producto de la zona, destaca por las especialidades en embutidos, queso o cecina; además de callos, picadillo, morcilla, lechazo, solomillo y botillo con verduras.

Nuestra elección fue, cecina (16€) ¡imprescindible!, huevos camperos con pisto ¡se te caen las lágrimas! y un chuletón. Queríamos probar el picadillo pero el camarero viendo lo que habíamos pedido y que íbamos con dos niños nos dijo que era demasiado... pero después tuvo un detallazo y mientras esperábamos la comida nos bajó media ración a modo de tapa. Fue una comida donde la calidad y el servicio nos hizo sentir muy a gusto. El precio, para cuatro, con bebida y dos postres fue de 100€ 


La Posada Regia: un edificio con hotel y que data del siglo XIV. Es un sitio en el que es fácil sentirse como en casa, el servicio es muy cercano y da la impresión de conocer a la mayor parte de los comensales. De hecho "Marquitos", el dueño saluda mesa a mesa y va consultando que tal ha ido la comida.

La carta es corta. Corta y cara. Ceñida al producto local y lo más clásico de la cocina Castellana. Probamos:

Cecina Selection Kurado, no te exagero si te digo que es la mejor que he probado en mi vida (24€), y un salpicón de trucha (Premio trucha de oro 2.011) como entrantes.


Los segundos fueron un Bacalao a la Bodega (22,5€), una paletilla de lechazo (34,5€) y un entrecot que compartieron los niños (21,6€). 


La cuenta fue algo alta, casi 40€ por persona (sin vino), tomando un par de postres: brownie y crema de limón con canela.


Valorando los dos sitios, ambos de calidad sublime, nuestra recomendación si buscas un clásico donde comer es Ezequiel. La Posada es tu sitio si quieres comerte un buen cordero y buscas un local clásico pero Ezequiel tiene un plus en variedad y precio.

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