De pintxos en Vitoria-Gazteiz

En su día no le sacamos el jugo, fuímos un mes de agosto y no pillamos demasiado ambiente. Sin embargo, en esta visita la ciudad estaba a tope y lo disfrutamos a base de bien.

El tapeo en Vitoria tiene maneras del poteo de Bilbao, de pinchos en barra, pero sin la gran variedad que hay allí y con mucho bocadillito. Sin embargo, en otros sitios te encontrarás cierto toque de restaurante; algunos locales que son un simple bar tienen mesas altas y las tienen reservadas o te ponen mantel para tomar unos simples pinchos.

La calle principal, de más ambiente y más a la vasca es Cuchillería. También hay donde elegir en la paralela, en Pintoreria, pero la buena, la más famosa es la Kutxi. Una calle repleta de locales, unos pegados a otros y donde hay mucho donde elegir. Locales pequeños con alguna especialidad y donde es imposible probarlos todos.

Visitamos el famoso "El 7" un local normalito pero muy conocido por sus bocatas. Puedes tomar algún pincho de la barra o elegir entre su extensa carta de bocadillos o medios bocadillos. El pincho cuesta 2,2 y el medio bocata ronda los 4,5. Los hay de todo tipo como nuestra elección de bonito con guacamole. Con un buen servicio y barato, lo que más destaca es el precio. El medio bocata, con dos pinchos y dos vinos.


De ahí visita al Txolarre del que habíamos oído buenas referencias de sus rabas y, la verdad, están de vicio. El resto de la carta está compuesto de bocatas y poco más, pero las rabas de chipirones que sirven son un lujo. Lo tomamos con una tapa de tigre y un par de txacolís por 10,7€.


Si los dos primeros eran clásicos de la ciudad acabamos la calle con un local nuevo: Sua, tan nuevo como aséptico, tan aséptico como insustancial. Buen trato por parte del camarero, pero poco donde rascar. Probamos las patatas del infierno, un cucurucho de patatas fritas con salsa y ya (2,7€). Con dos vinos y un agua 7,9€


El resto de los locales están más dispersos, unos poco entre las plazas de la Virgen Blanca y la Plaza España. Esta última tiene varios locales, pero baja calidad. Quizá por destacar uno estaría bien La Vecina, que es amplio y tiene mucha variedad de tapas. Aunque los precios son algo altos, el pintxo va de 2,3 a 2,7 y un txacolí está a 2,6€


Otros locales están cerca de la plaza del Machete, dentro de la misma hay dos asadores famosos, Kaskagorri y Asador Matxete. Además de Le Basque, donde el ambiente a la hora del vermú es fantástico y los pinchos merecen la pena. Este es de los que las mesas altas las reservan pero si llegas pronto hay sitio para tapear en la barra y en la terraza. Su especialidad: la croqueta de osobucco.

Bajo la plaza está "El Toloño" quizá el mejor bar de la ciudad, siempre lleno de vida, con su barra repleta de pinchos de lo más variado. Muy pequeño, el ambiente está en la calle y en la terraza. Y es que en Vitoria el vermú empieza pronto, se junta con un poco de tardeo y la sesión de noche también está activa antes de las 8. Aquí se jactan de tener la mejor Gilda de la ciudad (2,5€ la especial y 2€ la normal), 2,8€ el pintxo y 2,5€ el txacolí.

Y ya fuera de zona y separados entre sí, aunque todos cerca del casco histórico, cuatro de los bares más famosos. Todos tienen esa alma de restaurante por el que las mesas altas las reservan, te cascan un mantel o si no tienes hueco no te atienden, pero todos ellos imprescindibles por lo que lo mejor es ir pronto:

- Sagartoki (Calle Prado 18): el famoso local de Senén González. El creador de la tortilla de Senén, jugosa y obligatoria de probar (6 euros la pequeña). Además, es el creador de los huevos "explosión en el corral", la yema de huevo con bacon, chistorra o trufa metida en una masa que explosiona al comerla de un bocado (2,8€). Tampoco te pierdas las croquetas. Te atienden como en un restaurante, te ponen mantel, pan y te clavan con la cuenta, pero no te lo puedes perder.


- Erkiaga (Herrería 38): ganador de distintos premios por sus pinchos. Atentos que a partir de las 9:30 ya van de restaurante y solo te ponen raciones. Aunque en barra puedes tapear lo que les quede no podrás pedir ningún pincho cocinado... nosotros nos quedamos sin poder probarlos por unos minutos, así que nos conformamos con un pintxo de pollo y uno de txangurro con dos txacolís por 10,9€


- Tabanko (Correría 26): famoso por tener varias tapas ganadoras o finalistas en los concursos de la ciudad. Aquí sino tienes mesa o hueco no te atienden. Ve pronto y prueba todas desde el piripi que es un bocatín de lomo con queso, las albóndigas o la hamburguesa de rabo o el riquísimo maridaje de sardina. Todas ellas entre 2,5 y 2,9€


- El Portalón (Correría 151): el local más bonito y antiguo de la ciudad, está enclavado en un edificio medieval del siglo XV. Una zona de restaurante, pero otra enorme de bar, con una barra bien surtida que lo convierte en parada obligada. Y dentro de la obligatoriedad la Flor de alcachofa con huevo (3,8€). El resto de tapas rondan los 2,7€ y el txacolí a 2,5€.


Aunque no pudimos ir porque era necesario reservar de aquí salió el Perrotxico, uno local que se ha expandido y que ha llegado a varias ciudades como este local de Madrid en Corazón de María

 Esta vez sí hemos encontrado la esencia de la ciudad. Siempre hay gente, los pinchos van del bocata a lo elaborado y en algunos locales es necesario llegar pronto o incluso reservar, ¡pero lo que está claro es que aquí no te van a faltar bares que visitar!

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