La burbuja del Manzanares

Crónica muy rápida de un nuevo local en Madrid Río. Un Asturiano que fuimos a visitar porque está siempre lleno y su nombre nos traía recuerdos de un famoso local de la zona de La Latina.

El sitio acaba de abrir por lo que le aún le falta rodaje y alguna mejora. Lo primero a mejorar es el servicio: es un desastre y el caos personalizado. Es lento y se lo olvidan demasiado las cosas. También la cocina adolece de falta de ritmo.

La carta es correcta y tiene platos que normalmente solo encuentras en cartas asturianas como los tortos o los fritos de pixin (rape). Algunas raciones son bastante contundentes y de parecido al tamaño de las de allí; por ejemplo los huevos revueltos con morcilla están muy bien de tamaño pero luego otras son mucho más pequeñas, como los tortos. Esta era más bien pequeña pero, ojo, estaban espectaculares. Tortos muy suaves, nada grasientos aunque el picadillo un poco bajo de sabor.

El desastre total vino con el cachopo. Tras casi una hora de espera llegó "algo" empanado como un filete de colegio, con un queso bastante malo, un tamaño que no se correspondía con los casi 30 euros que costaba y una carne tan fina que prácticamente ni se apreciaba. Empeñar algo de carne y jamón no es hacer un cachopo.

Creo que le daremos una nueva oportunidad y quizá vayamos otro día a probar alguna cosilla más pero de momento tiene que mejorar. Clientes no le faltarán, siempre está lleno porque está en una zona que hay poco donde rascar así que tienen tiempo.

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