De tapas por Zamora

Tras visitar Zamora varias veces volvimos en Semana Santa a disfrutar del ambientazo. Como no podía ser de otra manera no dejamos de visitar sitios y comprobar si el Covid, había hecho mucha mella en la ciudad. Hemos de decir que no, muchos de los locales clásicos continúan vivos y sigue siendo una ciudad que aunque pequeña, es encantadora, acogedora y con una gran cultura de la tapa. Vamos a por ellas!! (en negrita y con * los locales imprescindibles):

Zona Plaza Mayor: Visitamos un restaurante para comer y cuatro bares para tapear; los tres primeros son para volver. El último mejor no lo pises:

- El colmado* - Un clásico de la buena tapa, con muchas opciones, desde croquetas (4€), ensalada de queso (3,5€), Tosta de sardina (2,2€) y unas mollejas (9,5€) de las mejores de la ciudad. Las bebidas salen a 2,5€ los refrescos y un par de euros los vinos. Buen servicio.

- Abuelo V* - Uno de los varios "abuelo" que hay en la ciudad. Genial. De toda la vida y siempre con gente apelotonada en la barra para comer montados y tapas. Cachuelas (mollejas de pollo-6€) algo duras aunque ricas. Lo típico aquí son la tapitas, pedirte una gamba gabardina, una empanadilla o una paloma que es una corteza grande con ensaladilla por encima. Cada tapa por 1,5€

- Plaza Mayor* - Siempre lleno y siempre con ambiente. Mucha variedad en tapas y dos de ellas muy originales: ancas de rana, en salsa y rebozadas. Merecen la pena aunque el servicio es muy flojo en la terraza y corres el riesgo de que las ranas críen pelo esperando.


- Ocellum - No perdamos el tiempo. Ni vosotros allí ni yo escribiendo. Con pinta de local franquicia, con carta de franquicia y poco que aportar. Vinos rondando los 2€ y sin tapa, pedimos unas patatas mixtas por aquello de comer algo (5,9€)

Calle Herreros: sin duda la mejor calle de tapeo de la ciudad.

- Abuelo I* - Top en mollejas (11€) y mejillones /7€). Servicio acostumbrado al bullicio, no se saturan y atienden siempre bien porque el lugar siempre tiene ambiente. IMPRESCINDIBLE

- Lasal: casi al final de la calle y que es famoso por sus pinchos elaborados. Nos tomamos un par de verdejos, una caña, dos lomos de sardina "La Sal". Con el paso del tiempo el local ha devenido más en restaurante.


- Bar Bodega Chori*, con una brasa donde la especialidad es el chorizo. Estaba francamente rico y con muy buen precio. Hay otras opciones, todas buenas, como el bacon o el pulpo, también a la brasa.

- Mesón de Piedra, como el Chori, también tiene su brasa y una tapa de las más típicas de la ciudad: el pincho moruno. Buen bar pero algo más incómodo, mejor ir al Chori.

Alrededores de Santa Clara

- Viriato*: Dos visitas, la primera, hace años, acabamos hasta el gorro del servicio y su insolencia pero con un pincho de centollo y otro de carne con setas. En la segunda visita el servicio estaba saturado y la oferta de tapas fue un "no pidáis nada, os traigo lo que halla"... tras eso la invisibilidad, ni caso para pedir más. Lo recomendamos por su fama y sus pinchos, más currados, pero merece la pena ir solo fuera de fechas de alta ocupación.

- La Serranita: cocina algo modernizada, tapas algo escasas y bar prescindible. Por 4 cervezas y 5 refrescos nos pusieron una tapa de torreznos en fila de a uno.

- El Chillón*: especializado en tortillas, de patata, de calabacín, con salsa (la misma salsa que los tiberios) y otras tapas de casquería, como patas, callos, lengua y cachuelas. ¡Todas baratísimas! Un low-cost sin ser de mala calidad y con mucho ambiente.


- Santa Eulalia Tapería Urbana: flojo como esperábamos, era el único que tenía sitio y por eso fuimos para allá. Carta de tapas muy corta, mucho frito y precios bajos. Las croquetas que pedimos muy cremosas, de estilo asturiano, salvaron el momento

- Capitol, donde tomamos unas tapas de pulpo y unos crujientes de langostino que no pudimos apreciar demasiado por el mal servicio: 30 minutos de espera en barra para tomar un vino y una tapa.

- Chimeno*: famoso por su ensalada, una ensalada tremenda de tamaño, XXL por 15€ y con de todo: tomate, cebolla, lechuga, aceituna negra, atún, sardinas, huevo duro y pimiento con pimentón. La verdad es que está buenísima. El resto de la carta son tostas y embutidos. El local, pequeño, sin cocina y ruidoso tiene el encanto del viejo bar y el olor de la vieja bodega. 


- Lobo*: si en Herreros hay un par de parrillas con buenos pinchos hay una, en la Calle Horno de San Torcuato, que es el verdadero Rey de los Pinchos. Aunque hay de panceta o chorizo, el típico es el moruno. Los hay picantes y no picantes. Si quieres probar uno de cada se piden así: uno que si y otro que no. Riquísimos y por poco más de un euro.


- Bambu*: justo al lado. Aquí la especialidad son los tiberios: mejillones con una salsa tipo brava que están para chuparse los dedos. También la patatas bravas y la perdiz (sardina rebozada) son altamente recomendables.


- Patanegra*: descubrimiento en la ciudad. En la Calle Pelayo, tienen un cartel anunciándose en la Calle Santa Clara y por eso nos acercamos. Se anuncian como "ganadores del concurso de pinchos". No sabemos si es verdad ni, si lo es, de qué año ni de qué concurso, pero lo que sí que sabemos es que probamos el pincho que anunciaban como ganador en 2.013, el "Torito", y nos quedamos encantados. Bocadillito de carne de buey muy poco hecha y con un aliño muy original.


Fuera del centro (San Martin y cruzando la Avenida Alfonso IX)

- San Martin (Calle Sor Dositea Andrés): servicio descontrolado, no sabías si pedir al camarero, pasar de él, irte para adentro y servirte tu mismo o cogerle de brazo y pedirle que te lleve de fiesta. Mucha variedad de tapas en una terraza tranquila. No está mal del todo y tiene cosas curiosas como croquetas de bravas. Google lo anuncia ahora como "Cerrado permanentemente"... a ver si algún Zamorano nos confirma!

- Café Universal (San Martín, 5): bien sin destacar. Pinchos a elegir en barra y poco más.

- Benito & Co, barra vacía de tapas, pero van de gastrobar y anuncian varias opciones de tapeo. Nos tomamos una de bravas que no pasará a la historia y fuera corriendo para otro

- El Portón, mezcla de tapeo andaluz con tapa zamorana. No merece la pena salir del centro para probarlo pero es cierto que no está mal; una de caracoles y unos boquerones en vinagre con ronda de 5 consumiciones: 24,30 €

Restaurantes:

- La Baraka. De entrada nos contrarió un poco porque no nos dieron carta y nos cantaron los platos disponibles, con la consiguiente incertidumbre que ello te crea y la poca posibilidad de debatir la elección de los entrantes. Finalmente pedimos una ensalada con ahumados, mollejas (exquisitas) y para comer bacalao y solomillo. Con una botella de vino de Toro Rejadorada y un único postre, tarta de mousse de violetas con cafés por 25 € por cabeza. Salimos muy satisfechos. Muy buena materia prima y estupendo tratamiento de la misma.


- Casa Bernardo: menú de platos castellanos por solo 16€

- Padornelo: tan insulso el local, como el servicio como sus platos. Si te cruzas con él y te planteas entrar... no lo hagas. Huye!

- Capricho de meneses*. Tan bueno que merecerá entrada aparte.

- El motín de la trucha*: un poco más escondido, calle Carniceros. Este restaurante es menos antiguo de lo que parece pero tiene visos de convertirse en un referente de la ciudad. Decoración típica de mesón, una gran barra para tapear y un gran servicio. El local está en una antigua bodega del siglo XII ampliada posteriormente; en ese anexo hay una sola mesa, donde se puede disfrutar de una comida tranquila y una cocina atemporal y de producto castellano: ensalada de ventresca, cecina de buey, garbanzos, pulpo a la plancha con langostinos, posta de ternera (taco de ternera alistana) y un bacalao. De todo dos raciones (excepto del bacalao), con agua, dos botella de vino de toro Madremia, un verdejo y de postre un par de cañas zamoranas y 5 cafés. Una gran comida por menos de 25€/PAX.


¿No os parece que hay mucha oferta para un sitio tan pequeño? pues esto es lo que os perdéis sino vais a Zamora, una de las desconocidas de Castilla y León.

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