Hamburguesas XLVIII: Cesar's Burger

La historia de este local tiene su origen en el II Campeonato de España de hamburguesas. En él, los dueños de Junk Burger presentaron la Junk by @doblecheeseburgerx2. Ellos ponían el restaurante y "doble
cheesburger" era César Peña, el chef que la preparó. Ganaron. Al poco tiempo empezaron las desavenencias, los socios de Junk empezaron a ningunear a César en webs y publicaciones en medios mientras afirmaban que César era buen chef pero mal gestor y que fue él que decidió emprender por su parte.

Sea como fuere, el caso es que César ha abierto su propio restaurante y ahora tenemos dos "mejor hamburguesa de España" en Madrid. Ambas preparadas por el método smash burger: se acabaron los discos de carne preparada y las elaboraciones complicadas, ahora lo que se lleva es este método americano de hacer una bola con la carne y aplastarla en la parrilla mientras la hamburguesa lleva lo mínimo, una salsa, bacon y queso, sin florituras. El tema legal es complicado porque fue el restaurante Junk el que ganó el premio; el tema gastronómico es más sencillo, el chef de la victoria fue César y la hamburguesa la suya, con su estilo, ingredientes y la salsa secreta. 

Y al poco de abrir su local allá fuimos, a probar la Campeona 2.0 que en nuestro caso fue una pequeña decepción. El local está en Chueca, en la calle San Lucas, donde se encontraba el Foodtruck burger. Tiene una carta muy simple, cuatro entrantes (patatas fritas normales, con bacon y queso, cerdo guisado y carne picada) con tres hamburguesas: La Mexicana, con queso picante y jalapeños, La Brava, con queso ahumado, oreja de cerdo y salsa brava y La campeona 2.0. El 2.0 es porque es una versión algo diferente de la ganadora, cambia el pan, pero sin dejar de ser brioche de toque dulce, al que se le añade dos trozos de carne de vaca rubia gallega de 120 gramos con bacon ahumado crujiente, queso y la salsa secreta XO. Una verdadera burger americana, chorreosa y grasienta (El lema del local es "Con la grasa no se juega") que en nuestro caso no triunfó al estar la carne demasiado hecha y algo salada. 

Las patatas fueron la gran decepción. Un sabor a refrito, a aceite malo y también muy saladas. Las dejamos casi enteras de lo raras que sabían. La carta de postres no estaba mal, más currado que el brownie o la trata de zanahorias típicas de estos sitios. Se anuncian como caseros y hay opciones como la cookie con chocolate blanco o nuestra opción: bomba de chocolate; que estaba muy bien pero no estamos seguros de si era casera pero que estaba muy rica.

Nos pareció muy bueno el servicio, muy pendiente de la gente y con bastantes camareros. Al propio César se le veía moverse por el local, preocupado por los detalles y del servicio, preparado en una cocina vista. 

El precio total con dos Coca-Colas fue de 43€. El local no es nada caro, para que os hagáis una idea las hamburguesas cuestan 12,5€ todas y las patatas 2,5€ y con una ración da para dos.

Hemos de decir que lo visitamos a la semana de abrir por lo que, puliendo algún pequeño detalle, puede hacerse un hueco en la ciudad ya que apunta maneras, cuidado y calidad en la preparación.

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