Hace poco hemos podido disfrutar del restaurante Arrels. Un local muy joven, de apenas 5 años de vida, con una Chef también muy joven: Vicky Sevilla, que ha sabido hacer de este restaurante una agradable experiencia. Con fama de luchadora sigue la senda de otras mujeres que se abren paso en un mundo lleno de hombres, otras mujeres como Begoña Rodrigo o Susi Diaz, que casualmente también son valencianas, y han sabido crear menús Michelín distintos, más creativos y coloridos que los (cada vez más aburridos) menús de una estrella de grandes ciudades.
La primera sensación en el restaurante es la sorpresa y la amplitud. Está situado en la parte antigua de Sagunto, en las caballerizas del Palacio de los Duques de Gaeta del siglo XVI. Este entorno de piedra vista y arcos invita a una comida sosegada. El servicio y los tiempos ayudan a ello ya que todo el menú es servido con precisión. No te atosigan con los platos ni las esperas son largas, todo está medido.
En verano ofrecen dos menús (en invierno hay uno más barato) y con la concesión de la estrella en la gala de 2.021 han subido de precio, aunque también han incrementado sus pases:
- Menú Saba: con snacks, seis pases y dos postres. 72 euros con posibilidad de maridaje por 60€ más
- Menú Arrels: snacks, ocho pases, dos postres y petit fours. 92 euros y maridaje por 80€.
Quizá una pega es no saber que contienen los menús, no lo pone, te tienes que arriesgar. Aunque, eso si, te consultan si hay algo que no te gusta. Los platos tienen un toque distinto, enfocado al producto mediterráneo y muy dado a las sopas, cremas y a los sabores intensos.
- Snack1: mouselina de setas. El primer pllato y la primera sorpresa. Por la presentación y el sabor intenso de la crema de setas.
- Snack2: Boquerón. Otra presentación de lujo y un plato que es puro producto
- Snack3: Gazpacho de pepino y aguacate
- Atún encebollado con encurtidos y queso feta. Una pasada. Si eres de los que disfrutas de este pescado, el plato, con el atún tal cual y la crema, con los toques encurtidos, te volverán loco.
- Flor de calabacín rellena de brandada de bacalao.
- Pollo al ast. El pollo asado típico de levante reinterpretado para comerlo en crema y con la piel servida como una corteza finísima. Otro de los grandes platos del menú.
- Molleja de vacuno con xirivía. Una especie de zanahoria típica de la zona y bastante en desuso
- Corvina salvaje con ajo y espinaca salteada
- Cochinillo: quizá el plato menos sorprendente por lo que es pero con una buena ejecución
- Cítricos: bizcocho de naranja, gel de fruta de la pasión y crujiente de naranja
- El segundo postre: Buñuelo de chocolate. El típico dulce valenciano de las fallas, relleno de chocolate. Un buen final.
La comida la degustamos con un Gramona III Lustros y terminamos con un café que nos dejó con ganas de petit fours. Un detalle que faltó ya que el menú corto no los lleva y, bueno, por 72 euros que vale creo que debería.
El resumen: es un gran Michelín. Con la estrella más que merecida. Siempre decimos que son mejores los estrellados de provincias que los de las capitales, es como si se lo tuvieran que currar más para conseguir la estrella. Y aquí se lo curran, se lo curra el servicio y se lo curra la chef a la que auguramos futuro prometedor.
Reservas y web: https://www.restaurantarrels.com/
Fuimos un poco antes de que le dieran la estrella y ya se veía venir. Nos encantó!!!
ResponderEliminarSalut!