De tapas por Santiago de Compostela

En 2.009, y por casualidad, se nos ocurrió empezar este Blog. Estábamos en Santiago, tomando un vino e intentando acordarnos de algunos de los mejores bares que habíamos visitado por España. Se nos habían olvidado muchos y, en el que nos encontrábamos, estábamos tan a gusto que no queríamos olvidar el nombre. En ese momento nació el blog, como un bloc de notas para nosotros mismos. Doce años han pasado, Casa Elisa cerró pero nosotros seguimos por aquí. Anotando los sitios que visitamos para no olvidar cuales nos gustaron y, de paso, si ayudamos a alguien pues mejor que mejor.

Y doce años después hemos vuelto a Santiago, una ciudad que ha cambiado pero que mantiene buena parte de la esencia que la caracterizaba. Las zonas de tapeo de los barrios han crecido y mejorado, también han aparecido los mercados gastronómicos como La Galiziana o Bonaerges e incluso han llegado locales de pintxos tipo vasco. Pero en el centro, en la zona típica, se mantienen muchos de los viejos locales y su seña de identidad: la tapa gratis. 

La zona de tapeo por excelencia son las calles Rua do Franco y Rua da Raiña, junto a la Plaza del Obradoiro. Al estar en un sitio tan turístico a veces es difícil distinguir lo bueno; sino lo ves claro déjate guiar por la gente, donde veas pocos turistas suelen ser mejores bares. También fíjate en los carteles, el exceso de ofertas pegadas suele ser mala señal. Y un último consejo: en esta zona no te fíes de las apariencias, las maderas viejas y los sitios desgastados ofrecen una experiencia más agradable. Si buscas lo auténtico los mejores están en la Rua da Raiña, en la zona donde la calle hace zigzag; en ese pequeño recoveco están algunos de los locales más míticos:

- Ventosela: la recomendación número uno. Especializado en embutido, su tapa es un platito de queso con salchichón y chorizo. Además el servicio es genial. En este local puedes probar los roxons (chicharrones) que no tienen nada que ver a como son en otros sitios de España. Además no es nada caro, por tres ribeiros, una Coke y un Kas nos cobraron 11 euros. De tapa el embutido y como queríamos probar los chicharrones nos pusieron una ración gratis.



- La cueva: el mítico local de los tigres rabiosos. Unos mejillones con salsa de pimentón deliciosos. Pican pero poco, no te vayas sin probarlos. Si te lo ponen de tapa perfecto, sino pide la ración que cuesta solo 8 euros y 1,5 el ribeiro.


- Orella: llamado así por unos de sus platos, oreja de cerdo guisada. No es para todos los paladares pero está curioso. Suele ser la tapa del local así que puedes probarla como tapa y pedirte algo de la carta. Es muy económica y destacan las croquetas o el raxo con patatas. Por menos de 40 euros nos dio para una cena para cuatro.



En la calle Rua do Franco uno de los clásicos es el O'46. Parece un bar de pueblo, con una carta corta de con calidad de la comida y unos precios tan baratos que merece la pena parar a tomar un pulpo o unos mejillones con ribeiro.

De esta misma calle probamos O'Piorno. No lo vamos a recomendar, es un poco más para guiris y no es tan barato. La ración de pulpo está a 15 euros, buenísimo, eso si. Los berberechos también están muy bien (10,5€) pero otros platos, como el lacón, fino y cortado a máquina, defrauda. El riberiro es casero a 7€ la jarra.



Y antes de salirnos de la zona nos subimos un par de calles más arriba para probar la tortilla más famosa de Santiago la de "La Tita". Una tortilla tipo "Betanzos", liquida y de patata dura muy tostada. Para probarla bien pedimos media tortilla pero nos dijo la camarera que era mucho y que nos conformáramos con la tapa. La bebida con la tapa salía por 2€ de nada y la tortilla está riquísima.


La última recomendación, que seguro que muchos ya conocéis, pero que hay que explicar: se trata de comer marisco fresco en la zona del Mercado de Abastos. ¿Cómo? vas a la zona gastro del mercado y hay restaurantes que te cocinan el marisco que compres en el propio mercado. Por ejemplo, Mariscomania que lo prepara por 5 euros por comensal y fuera se encuentra El Hispano (recomendado por la cofradía gastronómica el Conjunto) que es más familiar y el precio es de 6€. Para el marisco busca con mimo, hay mucho donde elegir, nosotros lo compramos en la Chicha por recomendación de la cocinera del restaurante y compramos Buey de Mar, nécoras, unas almejas tremendas y quisquillas, todo por 42 euros. A lo que luego hay que añadir 68€ del restaurante: 24€ por la preparación del marisco, una sopa, un par de vieras con pisto (7€), una botella de ribeiro, tarta de santiago y café. La experiencia merece la pena.


Para el próximo viaje volveremos a esta zona del mercado ya que, además de el Hispano, hay varios locales con recomendación Michelín. Porque volver a Santiago volveremos, seguro, es inevitable.

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