domingo, 11 de octubre de 2020

Ramses (with) Arzak Instructions

Ramsés llegó al escenario gastronómico madrileño hace unos años como un local multiespacio, pensado para dar cabida a distintas experiencias. Como Ramsés Life tuvó diferentes evoluciones con su zona de alta gastronomía (Suria), espacio de cocina japonesa, área infantil, coctelería o espacios DJ. También probó suerte con cocineros como Ricard Camarena o Aurelio Morales. Y ahora con Arzak. A través del equipo de Arzak Instruction y con Sergi Sanz en cocina, el precioso local, obra del decorador Philippe Starck, presenta una carta única, tanto para salón como para su gran terraza, con toques del norte. No esperes encontrar los platos más característicos del Chef donostiarra sino algo más sencillo, más centrado en el producto pero con una innegable calidad. La parte buena del lugar es la cocina, la mala la dejamos para el final. 

Pastel de Cabracho: Uno de los mejores pasteles de cabracho que hemos comido nunca, servido con una mahonesa de espárragos y otros complementos que no os podemos compartir porque lamentablemente no presentan los platos.

PASTEL DE CABRACHO, EL TRADICIONAL (JUAN MARI ARZAK, 1972)


Puerros asados: La parte más suave del puerro, asada, convierten el plato en una suerte de calçot. Incluso (y espero que no me maten mis amigos catalanes) más rico.

PUERROS ASADOS, PERO SÓLO LO BLANCO

Lagarto con piña: Un plato con mucho sabor, una gran preparación del cerdo acompañada con piña asada que no estaba mal y unas patatas con triple cocción.

LAGARTO DE CERDO IBÉRICO CON PIÑA ASADA

Costilla: una costilla muy suave, la carne prácticamente se deshacía.

COSTILLA DE ANGUS A LA BARBACOA

Pulpo asado: el peor plato, no se si por venir el último tras una gran espera, pero el pulpo estaba muy seco y aunque el mojo de chorizo le aportaba un toque original la verdad es que no mereció mucho la pena.

PULPO GALLEGO CON MOJO DE CHORIZO Y YUCA

La parte mala es en realidad las partes malas. La primera: el servicio, olvidadizo y desorganizado. Muy educado y pensado para sentirte bien servido pero cojea con los tiempos. Sirven platos como el cabracho sin pan, se olvidan la bebidas e incluso algún plato. La segunda: el postureo, es un sitio al que va gente a que se la vea, porque es pijo y porque es caro, no a comer y eso se nota en el ambiente, en la manera de servir o en la música. La tercera y última: los precios de las bebidas, es un local  pensado para beber, casi 25 páginas de la carta son bebidas, aperitivos, vermús, cavas o champanges. Todo carete, por ejemplo una copa de Juve&Camps cuesta 12€, un Verdejo 5 o una botella de Gramona 60€. El servicio además lo fomenta un poco preguntando varias veces si queríamos más vino pero sin tomarnos la comanda. Por ejemplo nuestra cuenta con los cinco platos, un café y sin postre fue de 146€ de los cuales 40€ correspondía a la bebida (cinco vinos, dos aguas y una cocacola!).

Cuando Arzak llegó a Madrid se comentó si conseguiría aquí una estrella. Nuestra opinión es que no. Es del todo imposible. Ramsés es un bonito-mal restaurante con muy buena comida pero está lejos de ser un "Gran" restaurante.

  • Dirección: Plaza de la independencia, 4
  • Web (permite reserva online): https://ramseslife.com/
  • Teléfono: 91 4351666

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