Bipolar abrió hace algo más de un año en La Latina de la mano del chef Jeremy Levy. Pequeño, con muy poquitas mesas y una carta basada en la fusión japonesa-española. Esa es la propuesta 2.0. Una cocina muy (o demasiado) de moda desde el auge de Dabiz Muñoz aunque, claro, hay que salvar las distancias. La carta está bien, es variada y tiene platos originales aunque otros suenan a vistos. El nombre BIPOLAR ya es toda una declaración de intenciones sobre el tipo de preparaciones:
Empezamos con un poco de humus que nos trajeron de tapa de cortesía con un par de blanco y en seguida los platos. Pato Pekín V2.0 pato laqueado al estilo pekín, con salsa hoisin. El punto distinto es que el rollo exterior viene frito. Buen plato
Dumplings de langostinos y cebolleta. Muy crujientes y ricos
Sui Mai al vapor de carrillera ibérica confitada. Buen plato aunque le faltaba algo más de melosidad a la carne ya que estaba un poco seca.
Cangrejo de concha fina. Un cangrejo que se caza cuando muda la concha y se debe cocinar los primeros cuatros días para que no le salga de nuevo. Se fríe rebozado de especies y salsa de chile. El sabor es fuerte, más fuerte de lo que pensábamos y el cuerpo sabe bastante a mar. Las patas son lo mejor en un plato que no nos convenció.
Chocolate con polvo de remolacha y galletas de nueces. Estupendo final
El precio para cuatro comensales fue 85 euros. Se nos hizo un poco más caro de lo que pensábamos ya que los platos son cortos. El pan (que está riquísimo) lo cobran a dos euros pax y los vinos, pedimos Godello, a 4,2€ cada copa.
El local tiene la elegancia de lo sencillo, por fuera engaña, parece más un sitio para tomar el vermú que un restaurante pero por dentro está muy bien y muy muy bien atendido. Si te gusta este tipo de cocina te gustará la propuesta de Bipolar y si estás por el centro de te animamos a probarlo porque ¿qué hay más castizo que tomar una caña en el Muñiz y comer por el viejo Madrid?
Empezamos con un poco de humus que nos trajeron de tapa de cortesía con un par de blanco y en seguida los platos. Pato Pekín V2.0 pato laqueado al estilo pekín, con salsa hoisin. El punto distinto es que el rollo exterior viene frito. Buen plato
Dumplings de langostinos y cebolleta. Muy crujientes y ricos
Sui Mai al vapor de carrillera ibérica confitada. Buen plato aunque le faltaba algo más de melosidad a la carne ya que estaba un poco seca.
Cangrejo de concha fina. Un cangrejo que se caza cuando muda la concha y se debe cocinar los primeros cuatros días para que no le salga de nuevo. Se fríe rebozado de especies y salsa de chile. El sabor es fuerte, más fuerte de lo que pensábamos y el cuerpo sabe bastante a mar. Las patas son lo mejor en un plato que no nos convenció.
Chocolate con polvo de remolacha y galletas de nueces. Estupendo final
El precio para cuatro comensales fue 85 euros. Se nos hizo un poco más caro de lo que pensábamos ya que los platos son cortos. El pan (que está riquísimo) lo cobran a dos euros pax y los vinos, pedimos Godello, a 4,2€ cada copa.
El local tiene la elegancia de lo sencillo, por fuera engaña, parece más un sitio para tomar el vermú que un restaurante pero por dentro está muy bien y muy muy bien atendido. Si te gusta este tipo de cocina te gustará la propuesta de Bipolar y si estás por el centro de te animamos a probarlo porque ¿qué hay más castizo que tomar una caña en el Muñiz y comer por el viejo Madrid?
Teléfono: +34 918 96 59 84
Dirección: Calatrava, 6
Reservas: Google o El Tenedor
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