Una de las mejores hamburguesas que nos hemos comido últimamente ha sido la de Pecado Carnal en Covarrubias (ACTUALIZACIÓN AHORA ESTÁ EN ALBERTO ALCOCER). Estaba situado junto al Honky Town, de hecho era su antiguo café y compartía baño con este famoso club. Y como no podía ser de otra forma la decoración era totalmente musical, fotos de Rolling, Beatles, etc. El local ganó cierta fama en sus inicios por anunciar sus hamburguesas como de carne de Kobe, algo imposible como veremos ahora, y vender "la hamburguesa más cara de Madrid", una buena campaña de Marketing, la Millonaire una hamburguesa de Kobe con trufa negra, oro en polvo y una botella de Vega Sicilia por 185 euros; ahora tienen en carta la Billonaire, por "solo" 39 euros, con foie y chutney de mango. Recientemente ha cambiado el nombre para llamarse "W by Pecado Carnal", pasando a ser algo más elegante.... resumiendo: han puesto manteles y copas.
Y aquí una parada para comentar el tema de la carne de Wagyu y de Kobe, como suelen engañar al consumidor con estos nombres y su leyenda urbana. Lo primero es que las hamburguesas no pueden ser de Kobe porque para serlo la res ha tenido que nacer en la prefectura de Hyogo y sacrificada allí (y como nota ni se les masajea ni se alimentan de cerveza, es leyenda urbana); hasta hace poco ni siquiera estaba permitida la exportación y ahora que lo está el precio es tan caro, más de 200 euros el kilo, que nunca te podrás encontrar hamburguesas de Kobe por 10 euros. Con el Wagyu (vaca japonesa) es otro tema, las vacas wagyu son cuatro razas japonesas pero una interpretación legal hizo que algunas vacas con ascendentes genéticos de wagyu puedan ser consideras así. De hecho la mayoría de esta carne que se vende en España viene de este tipo de vacas, no son japonesas, suelen ser de Burgos.
Y depués de este pequeño tirón de orejas vamos a las loas: las hamburguesas están de vicio. El tamaño es de 150 gramos. La carne, aunque no sea Kobe de verdad, es muy buena y le cogen bastante el punto, quizá las hacen un pelín más de lo que solicitado pero sin perder jugosidad. El pan, tostado, consistente y con poco dulzor no se rompe ni cuartea (nota: tienen pan sin gluten para celiacos). La carta de hamburguesas es muy original y distinta a la de otros lugares, las tienes de ajo negro, de champiñon relleno, queso de cabra y frutos del bosque o wassabi. Nosotros probamos la de ajo negro (Black Garlic Kobe 13,80€) que venía con salsa de mahonesa japonesa
También catamos la Mexican Kobe Burguer (14,30€), como buena mexicana tenía guacamole y además pico de gallo y crema agria
El resto de la carta es una mezcla de carnes: chuletón, solomillo, lomo, secreto. Variedades de "Kobe", ensaladas y algunas referencias japonesas como toris o unas empanadillas buenísimas que fueron nuestra elección.
Cabe decir que el servicio es amabilísimo y en cada mesa hay un timbre para llamarles. Al principio da un poco de palo usarlo pero reconozco que es cómodo. Terminamos la comida con un brownie gigantesco
Empanadillas, dos hamburguesas, dos cokes, postre y un café por 48 euros. Precio medio para unas hamburguesas que, aunque no sean de "Kobe" auténtico, merece la pena probar.
Y aquí una parada para comentar el tema de la carne de Wagyu y de Kobe, como suelen engañar al consumidor con estos nombres y su leyenda urbana. Lo primero es que las hamburguesas no pueden ser de Kobe porque para serlo la res ha tenido que nacer en la prefectura de Hyogo y sacrificada allí (y como nota ni se les masajea ni se alimentan de cerveza, es leyenda urbana); hasta hace poco ni siquiera estaba permitida la exportación y ahora que lo está el precio es tan caro, más de 200 euros el kilo, que nunca te podrás encontrar hamburguesas de Kobe por 10 euros. Con el Wagyu (vaca japonesa) es otro tema, las vacas wagyu son cuatro razas japonesas pero una interpretación legal hizo que algunas vacas con ascendentes genéticos de wagyu puedan ser consideras así. De hecho la mayoría de esta carne que se vende en España viene de este tipo de vacas, no son japonesas, suelen ser de Burgos.
Y depués de este pequeño tirón de orejas vamos a las loas: las hamburguesas están de vicio. El tamaño es de 150 gramos. La carne, aunque no sea Kobe de verdad, es muy buena y le cogen bastante el punto, quizá las hacen un pelín más de lo que solicitado pero sin perder jugosidad. El pan, tostado, consistente y con poco dulzor no se rompe ni cuartea (nota: tienen pan sin gluten para celiacos). La carta de hamburguesas es muy original y distinta a la de otros lugares, las tienes de ajo negro, de champiñon relleno, queso de cabra y frutos del bosque o wassabi. Nosotros probamos la de ajo negro (Black Garlic Kobe 13,80€) que venía con salsa de mahonesa japonesa
También catamos la Mexican Kobe Burguer (14,30€), como buena mexicana tenía guacamole y además pico de gallo y crema agria
El resto de la carta es una mezcla de carnes: chuletón, solomillo, lomo, secreto. Variedades de "Kobe", ensaladas y algunas referencias japonesas como toris o unas empanadillas buenísimas que fueron nuestra elección.
Cabe decir que el servicio es amabilísimo y en cada mesa hay un timbre para llamarles. Al principio da un poco de palo usarlo pero reconozco que es cómodo. Terminamos la comida con un brownie gigantesco
Empanadillas, dos hamburguesas, dos cokes, postre y un café por 48 euros. Precio medio para unas hamburguesas que, aunque no sean de "Kobe" auténtico, merece la pena probar.
Parecen unas hamburguesas de las que se hacen con pasión. Incluso parece que han buscado una carne de calidad, llámese Kobe o no. Tomo nota del sitio.
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