Lo que voy a decir me va a costar alguna colleja por parte de mis amigos de allí pero yo lo suelto: creo que algunos restaurantes con Estrella catalanes se han quedado un poquito atrás. Me da la sensación que sus chef vivieron un boom tras la explosión creativa del Bulli y que ahí se han quedado. Está claro que hay grandísimos chefs y restaurantes pero algunas de nuestras más sonadas decepciones han sido con gente como Arola, que hace muchos años que no innova, Freixá, que tiene un gran menú pero no sorprende, o Carlos Abellán en Comerç24 que ha sido uno de nuestras mayores fracasos Michelín.
Con Capritx nos ha pasado algo parecido. Siendo su cocina mucho mejor que el anterior estrella que probamos allí (Comerç24, que cerrará temporalmente el 1 de enero de 2.016) no levantó muchos aplausos e incluso, y a pesar de venir de tapeo previo, nos quedemos con algo de hambre. El menú era sencillo, no es caro y los platos, sin ser complejos, eran muy equilibrados. Siete platos y dos postres por 65€ servidos en un pequeño salón de 5 mesas donde caben unos 14 o 15 comensales.
- Mi-Cuit de bacalao. Suave y sabroso pero muy normalito
- Hinojo con brandada agria-ahumada y sésamo Umeboshi. Tampoco terminamos de pillarle el gusto
- Atún rojo con módena y vegetales de tártara. Muy buen plato, preparado con un muy buen producto.
- Salmorejo de gambas de Palamós
- Corvina salvaje con guisantes de mostaza
- Aguja de buey, islay y mazamorra de pan de especias
De los postres apenas guardo recuerdo.. y hace menos de dos meses de la visita. Síntoma de que no era muy reseñables:
- Espuma de almendras con sorbete de ciruela amarilla y aceite de oliva
- Melón Marialuisa con Karlsson's Gold, lima y limón
La comida, con 4 menús y 4 botellas de cava salió por 424 euros. La impresión general de los comensales, gente de buen comer y muy buen gusto, fue que el menú se queda corto, que ya cansan tantos menús largo-minimalistas con platos minúsculos pero que la comida era muy buena. Le dieron un 7 de nota general y nos fuimos tan contentos.
Para mi es una buena opción si estás en Terrassa, el menú es asequible y los platos están bien diseñados pero no merece la pena un desplazamiento a esta ciudad para probarlo.
Con Capritx nos ha pasado algo parecido. Siendo su cocina mucho mejor que el anterior estrella que probamos allí (Comerç24, que cerrará temporalmente el 1 de enero de 2.016) no levantó muchos aplausos e incluso, y a pesar de venir de tapeo previo, nos quedemos con algo de hambre. El menú era sencillo, no es caro y los platos, sin ser complejos, eran muy equilibrados. Siete platos y dos postres por 65€ servidos en un pequeño salón de 5 mesas donde caben unos 14 o 15 comensales.
- Mi-Cuit de bacalao. Suave y sabroso pero muy normalito
- Hinojo con brandada agria-ahumada y sésamo Umeboshi. Tampoco terminamos de pillarle el gusto
- Atún rojo con módena y vegetales de tártara. Muy buen plato, preparado con un muy buen producto.
- Salmorejo de gambas de Palamós
- Tártar de ibérico de bellota, higos y jalea de vinagre. Delicioso, de lo mejor de la noche
- Aguja de buey, islay y mazamorra de pan de especias
De los postres apenas guardo recuerdo.. y hace menos de dos meses de la visita. Síntoma de que no era muy reseñables:
- Espuma de almendras con sorbete de ciruela amarilla y aceite de oliva
- Melón Marialuisa con Karlsson's Gold, lima y limón
La comida, con 4 menús y 4 botellas de cava salió por 424 euros. La impresión general de los comensales, gente de buen comer y muy buen gusto, fue que el menú se queda corto, que ya cansan tantos menús largo-minimalistas con platos minúsculos pero que la comida era muy buena. Le dieron un 7 de nota general y nos fuimos tan contentos.
Para mi es una buena opción si estás en Terrassa, el menú es asequible y los platos están bien diseñados pero no merece la pena un desplazamiento a esta ciudad para probarlo.
Son lugares tan arriesgados que tienes que tener claro a lo que vas. En cualquier caso, siempre son experiencias que te permiten valorar mejor otras opciones.
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