Fuerteventura: intentando salir del "Todo Incluido"

ACTUALIZACIÓN: ENERO 2.025 

Hemos vuelto a Fuerteventura y hemos visitado algunos sitios más. Mejores alguno de ellos, de guiris otros. Te contamos todo y marcamos en verde los que te recomendamos.

El primer viaje fue hace años. En verano. Íbamos de relax total y aunque nos alojamos en régimen de "Todo Incluido", quisimos hacer alguna escapada y conocer un poquito la isla. Nuestra amiga Ángela nos acompañó en ocasiones y, cuando no lo pudo hacer, nos asesoró divinamente durante todo el viaje y puso muchísimo de su parte para que nos volviéramos con un magnífico recuerdo de la isla. ¡Gracias salá!

Nos alojábamos en el hotel Barcelo Jandía Playa (ahora Occidental) y la primera noche que salimos fue a Morro Jable. La parte interior del pueblo no tiene nada, pero cuando estás ya casi encima del mar, hay unas vistas preciosas de la playa presidida por su enorme duna y unos rincones magníficos con restaurantes de lo más agradable donde comer pescadito fresco. Optamos por "La Laja", localizado al pie de la colina y con la terraza en primera línea del mar. Además de la localización, la comida estaba rica y fresca. Tomamos unas tradicionales papas arrugás con mojo (solo nos trajeron mojo rojo y era muy muy picante), puntillas de calamar, gambas al ajillo y lapas. Un plato nada frecuente pero que preparan al ajillo y estaban muy ricas. Además pedimos una tortilla para el pequeño, un par de refrescos, un par de cervezas y media botella de vino y salió la cuenta por solo 51 € (y nuestras tripas más que llenas).

Otro día quisimos acercarnos a Corralejo. Desde Jandía hay un buen trecho, pero sus playas de dunas de arena blanquísima bien lo merecen, son una visita imprescindible. Además, la parte del pueblo pegada al mar vuelve a ser sorprendentemente agradable. Comimos en esta ocasión en "El Anzuelo". Nos habría gustado hacerlo en la terraza pero nos tuvimos que conformar con una mesa en el interior del local. Aún así, se podía disfrutar de muy buenas vistas. Nos decidimos por un gofio escaldado con cebolla roja (los estómagos sensibles se resentirán a las pocas horas), salmón ahumado de Uga (Lanzarote - lo habíamos visto anunciado en varios sitios) y pescados frescos de la isla, que consistía en una parrillada de pescados de la zona. Al interesarnos por los pescados, la camarera no tenía demasiado claro cuales eran... Nos mencionó "sargo", "vieja", "solinegro" (pescados típicos de la zona)... aunque en realidad la parrillada solo tenía dos pescados y mejillón, gamba y almeja. No eran raciones abundantes, pero la localización había que pagarla. Eso sí, no recomendamos ir con prisas; el servicio es muuuuy leeeeeeeeeeeento.


En la segunda visita vimos un Corralejo totalmente diferente. Fue en diciembre, temporada alta del turismo guiri y la sensación fue distinta. La zona ha mejorado, mucho más peatonal y amable pero la avenida principal y alguna plaza de la zona vieja estaba convertido en un paraiso inglés, con sus pintas, sus hamburguesas y pizzas y poca calidad. Probamos "Don Pepe", un rodizio, pizzería, hamburguesería y de todo totalmente prescindible donde tomamos, rodeados de turistas, unas hamburguesas reguleras. Eso si, barato (unos 15€ por persona).

Interior de la Isla: visita imprescindible a Betancuria (la antigua capital de la isla) y prescindible a Villaverde (famoso por sus Molinos). Restaurantes tres, todos recomendables aunque no acertáramos con la elección los tres merecen la pena. Dos por calidad (y de precio elevados), Mahoh y Santa María y otro de batalla pero con mucho mucho encanto: El Luchador.

En Betancuria, comimos en el restaurante "Santa María". La Guía Michelín lo definía como el mejor restaurante de Fuerteventura, así que no podíamos dejar de probarlo. Está ubicado en un caserón blanco con un par de patios y perfectamente integrado en el conjunto del pueblo. Nos ofrecieron comer en el patio, pero estábamos en plena ola de calor, así que preferimos comer en el interior.

El salón estaba vacío y llamaba la atención su curiosa decoración, tipo marroquí, con arcos de herradura y pufs por el suelo. El local está regentado por una pareja de alemanes, con lo cual, el escenario resulta de lo más exótico. Optamos por:
- Cóctel de gambas: lo pedimos porque habíamos visto que en muchos de los restaurantes de la isla en los que habíamos ojeado la carta lo tenían. De hecho, en la carta de El Anzuelo tenían la versión "sofisticada": ¡góndola de piña con gambas y salsa rosa! Sorprendentemente viejuno, ¿verdad?. Fue un plato rico.

 - Terrina de jamón: fallamos. No sé muy bien lo que nos esperábamos, pero lo que nos trajeron fue un fiambre de jamón que ni fú ni fa.

- Pollo campesino: Vaya por dios, otro tipo de fiambre con verduras...

- Pierna de cabrito: Un plato típico de allí. Un acierto, espectacular. Si te gusta este tipo de carne no te puedes ir de la isla sin probar la receta de la isla. Muy tierno y con sabor condimentado pero suave.

De postre, una mouse de chocolate que sí que estaba rica y café. Comimos sin vino, que luego había que conducir y la cuenta fue de unos 40€ por cabeza. Nos fuimos con la idea de que es un sitio curioso, prácticamente en mitad de la nada y tuvimos mala vista en la elección de algunos platos.

En Villaverde la comida fue en "Mahoh" un precioso restaurante hotel bastante conocido en la isla. Aquí fue una comida de año nuevo por lo que íbamos bastantes comensales y pudimos probar muchos platos. Aunque tuvimos mala suerte y de algunas de nuestras peticiones no quedaban (y nos lo dijeron después de pedirlo). Bien los entrantes como el chorizo parrillero, parecido al criollo, o el pulpo braseado.


Mas flojos los segundos. Para empezar la mayoría de los pescados que nos ofrecieron fuera de carta como la Vieja, no los tenían o solo quedaba una ración. Al final la gente tuvo que cambiar la elección por pescados más normales como el salmón, carnes (bastante rico el entrecot) o la pierna de cabrito; desastrosa, fría, muy grandes y recubierta de puré de batata (no costaba nada poner el puré a un lado).

"Vieja"
"Vieja"

El servicio es muy bueno y está atento a todo. Pero los problemas con los segundos y que tardaron en llegar más de 40 minutos nos hizo salir con cierto sabor amargo y unos 50€ menos por persona.

El otro local que probamos en el interior de la isla fue una recomendación de Killian, nuestro cuñado majorero, y fue "El Luchador. Casa Matoso" un local familiar de brasas y cocina canaria  situado en Valles de Ortega. Este sitio es genial, de servicio rápido, carta auténtica y precios baratos. Un bullicioso local, muy bien atendido y donde te sientes como en casa. Pero lo mejor es su cocina: sopa de puchero, garbanzada, cabrito frito y vuelta de entrecot fue lo mejor, acompañado de un tomate aliñado, unas buenas papas arrugás y que con un postre (son todos caseros a 3,5€) y bebidas salió por menos de 55€ para 4 personas. 

Otra zona por la que pasamos fue Puerto del Rosario, y cerca de ahí, Castillo Caleta de Fuste. El segundo sitio es una zona turística donde te encuentras muchos sitios guiris, pizzería, bares de pintas, irlandés y hamburgueserías. Cerca de la playa hay algún sitio bueno. Nos recomendaron La Frasquita pero lo pillamos cerrado y acabamos al lado, en un local de supuesta cocina canaria pero guiri en precio y servicio: Aamare. Donde tomamos sama (pez de la zona) y papas arrugás a un precio exagerado.

En el Puerto también hay zona guiri, ojo si vas y estás cerca de la zona del los cruceros. Ahí los locales son mediocres, pasamos por Terraza Playa Chica y os recomendamos evitar esa zona. Donde si os recomendamos ir es hacia la playa de la ciudad y tomar algo en Muelle Viejo, el ambiente es espectacular. Para comer o cenar, sin duda "Los Paragüitas" un lugar de raciones donde te sientes bien porque el servicio te trata de maravilla (los canarios son muy acogedores) y con una raciones espectaculares, como la bandeja de calamar de marruecos, la vuelta de solomillo, papas arrugás y gambas al ajillo... cenamos los 4 por 48€!!!

Fuerteventura tiene muchos rincones que ver y buena gastronomía que probar. Aunque vayas de vacaciones a un hotelazo, merece la pena alquilarse un coche para salir del todo incluido, conocer rincones estupendos y darle una alegría al estómago después de tanto buffet.

Comentarios

  1. El todo incluido está bien, pero como dices para conocer los sitios y su gastronomía hay que salir. Un abrazo, Clara.

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  2. En Fuerteventura hay que ir a los pueblos chicos, como Cofete. Allí hacen un guisote de papas con pescado del día (que lo ves recién sacado del mar) que está para chuparse los dedos, eso si, nada de lujos, mesa con bancos corridos, perolón encima de la mesa para poder repetir hasta hartarte y cerveza o vino del país.

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    1. Pues suena increible. Lo anotaremos para nuestra próxima visita!

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