Estado Puro: Las tapas de Paco Roncero

Tras nuestro paso por La Terraza del Casino, cuando nos enteramos de que Paco Roncero había abierto un gastrobar en Madrid, nos apuntamos el "Estado Puro" a nuestra lista de sitios pendientes a los que ir. Aprovechamos un sábado de julio, que estábamos de paseo por el centro de Madrid y allá que nos fuimos, en un plan medio improvisado, en busca de un huequito donde probar las menudancias propuestas.

El local es un bar de tapas que está a los pies del hotel NH Paseo del Prado, junto al Palace, en plena Plaza de Neptuno. A pesar de estar en pleno Paseo del Prado, su terraza cuidada y bien delimitada, bajo un par de árboles y con sombrillas, consigue que te evadas un poco del tráfico de alrededor.

Conseguimos mesa en la terraza, sin tener que esperar, con el carrito del niño, y a una hora de lo mas normal, a eso de las 14:30. Eso sí, de entrada, parecía que el servicio era un poco reticente a admitirnos con el carro.

Al traernos la carta, decidimos que acompañaríamos las tapas con una botella de Juve Camps. Segundo encontronazo con el servicio, porque no les pareció bien que de entrada pidiéramos un refresco y posteriormente cava. (¿Será poco glamouroso?). Pero bueno, a lo que vamos, a las tapas:

La carta es cara, y en ella se pueden encontrar algunas especialidades de Paco Roncero, pero también alguna tapa de lo mas vulgar. Nos decantamos por:

- Rusa pero en "Salailla": ensaladilla rusa, corriente y moliente, nada del otro mundo

- Patatas Ali-Oli edición de lujo: al estilo de las bravas de Sergi Arola, muy ricas

- Berenjena fritas a la miel: Demasiada berenjena para 2... se acaban enfriando y se quedan blandengues.

- Miniburguer con mostaza a la antigua: vienen 3 pero si sois 4 o 5 podéis pedir alguna suelta por 4€. Muy sabrosas.

- Tortilla española siglo XXI: ya la habíamos probado en La Terraza del Casino y teníamos ganas de volver a hacerlo. Nos volvió a encantar.

- Lomos de sardina en escabeche de cítricos: Los pedimos en segunda vuelta, porque nos habíamos quedado con hambre... y no nos la quitó en absoluto.

Excepto las hamburguesitas, el resto fue todo para compartir y la cuenta ascendió a 85 € (con el cava de unos 30€, eso sí), importe que parece excesivo para lo que finalmente comimos. En resumen, recomendaría el sitio para tomarse una cervecita en la barra y acompañarla de un "pincho de tortilla" en copa y con cuchara, en la barra.

Comentarios

  1. Pues si puedes ve y no dudes en probar la tortilla del siglo XXI

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  2. Le debo una visita desde hace tiempo que me lo comentaron...

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  3. Chic es un rato, pero yo no lo definiría precisamente cheap... aún así, merece la pena pasarse a tomar una tapita (preferiblemente de tortilla)

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