Si estáis en ruta por la A1 y al pasar por Burgos se os hace la hora de parar para ingerir unas viandas hacedlo en el Bar del Hotel Landa. No será una parada de carretera convencional.
El Hotel Landa Palace está ubicado en el kilómetro 235 de la A1, en las afueras de Burgos dirección Madrid. Hay que tener cuidado para no pasarse la salida que se encuentra en la vía de servicio. Si vas dirección norte hay que salirse dirección Burgos centro y luego dar la vuelta en rotonda.
El hotel es un 5 estrellas ubicado en un Castillo medieval donde la decoración, tanto del lugar como del servicio, mantienen antiguos tintes castellanos. Un tanto demodé, pero curioso.
Pero esta entrada no es sobre el hotel ni tampoco sobre el restaurante que también tiene muy buena fama. La entrada es sobre el bar, un lugar donde parar en ruta a comer algo más que un simple bocata o plato combinado. El bar tiene varias zonas, la más interior son mesas tipo cafetería, la más exterior tiene mesas diversas: sofás, mesitas pequeñas, rincones acogedores, etc. y por último la terraza. Según he leído el precio varía de un sitio a otro, siendo más barata la parte interior, pero no pudimos comprobarlo.
La carta es corta, ofrece varios tipos de bocadillos (jamón ibérico, de ternera o pulgas de bonito o merluza) también se puede tapear exquisiteces como pimientos rojos confitados, riñones de cordero y, la especialidad del lugar, los huevos. Se puede degustar un huevo con tosta de carpaccio de panceta por unos 6 euros y por unos 9 tomar una par de huevos con jamón y patatas o el plato estrella por el que se tiene que parar allí: los huevos con morcilla. Y es que estando en Burgos la morcilla no podía faltar y la de este sitio es de las más ricas que hemos probado últimamente. Incluso hay un pequeño puesto a la entrada del local donde puedes comprarla, junto con dulces típicos, para llevar.
El sitio resulta algo caro pero merece la pena, los servicios están impecables y ya que lo habitual en España es que gasolineras y bares de carretera te claven aquí por lo menos la parada es más agradable.
El Hotel Landa Palace está ubicado en el kilómetro 235 de la A1, en las afueras de Burgos dirección Madrid. Hay que tener cuidado para no pasarse la salida que se encuentra en la vía de servicio. Si vas dirección norte hay que salirse dirección Burgos centro y luego dar la vuelta en rotonda.
El hotel es un 5 estrellas ubicado en un Castillo medieval donde la decoración, tanto del lugar como del servicio, mantienen antiguos tintes castellanos. Un tanto demodé, pero curioso.
Pero esta entrada no es sobre el hotel ni tampoco sobre el restaurante que también tiene muy buena fama. La entrada es sobre el bar, un lugar donde parar en ruta a comer algo más que un simple bocata o plato combinado. El bar tiene varias zonas, la más interior son mesas tipo cafetería, la más exterior tiene mesas diversas: sofás, mesitas pequeñas, rincones acogedores, etc. y por último la terraza. Según he leído el precio varía de un sitio a otro, siendo más barata la parte interior, pero no pudimos comprobarlo.
La carta es corta, ofrece varios tipos de bocadillos (jamón ibérico, de ternera o pulgas de bonito o merluza) también se puede tapear exquisiteces como pimientos rojos confitados, riñones de cordero y, la especialidad del lugar, los huevos. Se puede degustar un huevo con tosta de carpaccio de panceta por unos 6 euros y por unos 9 tomar una par de huevos con jamón y patatas o el plato estrella por el que se tiene que parar allí: los huevos con morcilla. Y es que estando en Burgos la morcilla no podía faltar y la de este sitio es de las más ricas que hemos probado últimamente. Incluso hay un pequeño puesto a la entrada del local donde puedes comprarla, junto con dulces típicos, para llevar.
El sitio resulta algo caro pero merece la pena, los servicios están impecables y ya que lo habitual en España es que gasolineras y bares de carretera te claven aquí por lo menos la parada es más agradable.
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