La plaza de Jemaa El Fna es el lugar ideal para degustar comida marroquí en pleno ambiente árabe. Aunque es un sitio turístico también es el punto de encuentro de los habitantes de la ciudad, el lugar donde comercian, cuentan cuentos y cantan. Por la mañana está lleno de vendedores de agua, amaestradores de monos y encantadores de serpientes. Puestos de zumos de naranja y vendedores de frutos secos acompañan a los visitantes durante todo el día.
Por la noche, como de la nada, aparecen cientos de puestos de comida ambulante perfectamente ordenados y que ofrecen los platos típicos de allí: cous-cous o tajines, que pueden ser de verduras, pollo o viande (literalmente carne, principalmente cordero) o brochetas. Hay que tener cuidado de no caer en un puesto para guiris pero es fácil: donde haya naturales del pais comiendo, ese sitio no es de turistas
Dentro de la maraña de chiringuitos está nuestra recomendación: el Puesto 31. El sitio no puede ser más simple, una pequeña cocina en el centro, 12 personas alrededor preparando comida y una banco corrido en forma de U rodeándolo todo y donde, apretados unos a otros, la gente del lugar come principalmente salchichas. El puesto, que siempre tiene cola, vende otros productos típicos, pero el 100% de la gente come salchichas con pan (que también mojan en tomate)... y no me extraña, están de vicio. Incluso venden en bocadillos para llevar.
Por unos 10 euros cenan dos con bebida. Los platos valen unos 30 dihram, menos de 3 euros, las salchichas 25 y las bebidas van desde 5dh, el té, a 8 el refresco (un euro=11 dirham). Eso si, el sitio no es apto para escrupulosos, todo te lo sirven con las manos, el mantel es un trocito de papel y el agua no es embotellada, hay unas tazas de plástico, mugrientas y comunitarias, que rellenan de un bidón y que comparten todos los comensales. El lugar es un espéctaculo, sales apestando, pero estás boquiabierto toda la cena.
Una recomendación extra para los que se consideren remilgados y no se vean compartiendo codazos y vaso con desconocidos. En la misma plaza se encuentra el restaurante Chez Chegrouni, en él puedes comer los mismos platos de manera más cómoda y por poco dinero más (unos 14 euros la comida para dos). No probarás las salchichas pero puedes acompañarlo todo con la sopa típica de la zona, la harira. Eso si, busca sitio en la terraza, las vistas de la plaza y su bullicio merecen la pena.
Por la noche, como de la nada, aparecen cientos de puestos de comida ambulante perfectamente ordenados y que ofrecen los platos típicos de allí: cous-cous o tajines, que pueden ser de verduras, pollo o viande (literalmente carne, principalmente cordero) o brochetas. Hay que tener cuidado de no caer en un puesto para guiris pero es fácil: donde haya naturales del pais comiendo, ese sitio no es de turistas
Dentro de la maraña de chiringuitos está nuestra recomendación: el Puesto 31. El sitio no puede ser más simple, una pequeña cocina en el centro, 12 personas alrededor preparando comida y una banco corrido en forma de U rodeándolo todo y donde, apretados unos a otros, la gente del lugar come principalmente salchichas. El puesto, que siempre tiene cola, vende otros productos típicos, pero el 100% de la gente come salchichas con pan (que también mojan en tomate)... y no me extraña, están de vicio. Incluso venden en bocadillos para llevar.
Por unos 10 euros cenan dos con bebida. Los platos valen unos 30 dihram, menos de 3 euros, las salchichas 25 y las bebidas van desde 5dh, el té, a 8 el refresco (un euro=11 dirham). Eso si, el sitio no es apto para escrupulosos, todo te lo sirven con las manos, el mantel es un trocito de papel y el agua no es embotellada, hay unas tazas de plástico, mugrientas y comunitarias, que rellenan de un bidón y que comparten todos los comensales. El lugar es un espéctaculo, sales apestando, pero estás boquiabierto toda la cena.
Una recomendación extra para los que se consideren remilgados y no se vean compartiendo codazos y vaso con desconocidos. En la misma plaza se encuentra el restaurante Chez Chegrouni, en él puedes comer los mismos platos de manera más cómoda y por poco dinero más (unos 14 euros la comida para dos). No probarás las salchichas pero puedes acompañarlo todo con la sopa típica de la zona, la harira. Eso si, busca sitio en la terraza, las vistas de la plaza y su bullicio merecen la pena.
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