Hoy nos quedamos en Madrid, cerquita de casa, y nos acercamos hasta el Mercado de San Miguel. Situado en la Plaza de San Miguel, al lado oeste de la Plaza Mayor, como su propio nombre indica, se trata de un mercado tradicional, con estructura de hierro que ha sido reformado para convertirse en un nuevo concepto de mercado. Sigue manteniendo puestos de frutas, verduras, carnes, pescados y flores, pero además, se puede degustar sushi, ostras, y otras exquisiteces nada habituales.
La gracia consiste en tomarte un vino (o zumo o copa de champán) de este puesto y pedirte algo de comer en ese de allá. Cada uno tiene su especialidad. Las ya mencionadas (sushi y ostras desde 1 €/ud), pasando por encurtidos, embutidos (cortados en el momento en la “charcutería” y acompañándolos de un pan recién hecho), ahumados (en la Casa del Bacalao) o el tradicional caldo en el puesto gestionado por Lhardy. Si se prefiere, todo lo que venden, también se puede llevar, para tomar en casa.
Dada su situación, se está convirtiendo en un sitio con una gran afluencia de turistas, lo que hace que esté lleno todos los fines de semana y que los precios de los puestos sean de todo menos asequibles (copa de vino a partir de 3€). Aún así, la belleza del edificio y la peculiaridad del lugar bien merecen acercarse hasta aquí aunque no se vaya a consumir nada.
La gracia consiste en tomarte un vino (o zumo o copa de champán) de este puesto y pedirte algo de comer en ese de allá. Cada uno tiene su especialidad. Las ya mencionadas (sushi y ostras desde 1 €/ud), pasando por encurtidos, embutidos (cortados en el momento en la “charcutería” y acompañándolos de un pan recién hecho), ahumados (en la Casa del Bacalao) o el tradicional caldo en el puesto gestionado por Lhardy. Si se prefiere, todo lo que venden, también se puede llevar, para tomar en casa.
Dada su situación, se está convirtiendo en un sitio con una gran afluencia de turistas, lo que hace que esté lleno todos los fines de semana y que los precios de los puestos sean de todo menos asequibles (copa de vino a partir de 3€). Aún así, la belleza del edificio y la peculiaridad del lugar bien merecen acercarse hasta aquí aunque no se vaya a consumir nada.
Especialmente recomendable es tomar Ostras Sorlut con una copa de Champán Pierrel de Reims.
ResponderEliminarEs una visita obligada y un gustazo para el paladar.
No hace falta ser tan exquisito... El tema de las ostras con champán está muy bien, pero también se puede tomar un vaso de agua, con un pincho de arenques ahumados, que sale mucho mas baratos y se disfruta igual del ambiente que al fin y al cabo, es la mayor gracia del sitio
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