Una hamburguesería, tan normal que no nos vamos a explayar mucho. La novedad es que al menos no es un sitio de smash sino de hamburguesa tradicional estilo latino. Todas las opciones con muchas salsas y condimentos. Definitivamente el estilo americano, donde prima la carne jugosa con sabor a parrilla y que no necesita mucho más, está cada vez menos de moda.
Vamos y pedir y para empezar no tiene cartas. Ya mal. A sacar el móvil y mirar lo que hay en su web, con un diseño infame donde tienes que ir moviéndote entre páginas porque están separadas entre Especiales, Premium, los niños por otro lado y los entrantes también. Cada una con un elemento para que suene a desproporción: de cachopo, mucho queso de cabra, salchichas... de todo... y salsas: tártara, maho-bbq-spice, la especial secreta. Los nombres no se quedan cortos: NO MORE DRAMA, TRUE LOVE, DEAD POOL RETURNS y hasta una TERMINATOS (ver carta). Que OJO, no están malas, pero es que se nos está yendo de las manos y no hace falta que una hamburguesa sea "Brutal y pringosa... PD: Prohibido comerla con cubiertos".
Luego en el fondo todas eran lo mismo: pan brioche muy decente, carne normalita en formato 180, 200 o dos trozos de 100 gramos y el resto el condimento que tocara. Después de pedirlas las sirven muy rápido, en apenas un par de minutos. Muy raro porque además el punto no tenía nada que ver con lo solicitado. Era como si la carne ya la estuvieran preparando. Llegaron pasadas de punto a pesar de pedirlas poco hechas.
Para ver que opciones ofecen mejor mira la carta porque es imposible explicarlas todas. Nosotros probamos la Carpichosa, con dos piezas de carne y bacon la opción más sencilla que encontramos y que nos sirvió para evaluar el nivel normalito de la carne. La Lady Pickle también de estilo clásico con queso, bacon y salsa Lady Pickle (tipo tártara y pepinillos). Por último una kiriki, de pollo marinado y guacamola... prescindible.
El servicio es correcto y el precio también, las burguers rondan los 15-16 euros. Tiene tres ubicaciones, todas por el sur de Madrid, dos en Arganzuela (Bolivar y Bustamante) y una en Villaverde (Estefanita).
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