martes, 28 de julio de 2015

Okela

No es de esos asadores espectaculares, ni de los clásicos de Madrid. Sin embargo es un lugar que, por servicio y calidad, merece la pena si estás buscando un sitio donde comer en el pueblo de Barajas. Pequeño y coqueto por dentro, tiene una terraza cubierta con más capacidad. Pertenece al Grupo el Txoko que tiene tres locales por la zona: tapas en La Viña de Nerea y otro más ecléctico como el Shusi y Buey; shusi y hamburguesas a domicilio!!

La carta es la típica de los asadores. Entrantes tipo jamón, lomo ibérico, ensaladas, croquetas, alubias, ensaladas, revueltos, morcillas, etc. Pescados al horno o a la bilbaína y carnes, muy buenas carnes. Pero hay que añadir algún plato que ya nos son tan normales para un asador como ceviche limeño o anticucho que aunque no viene en la carta se puede pedir y que consiste en corazón de res cocinado como un pincho moruno. Sorprendentemente bueno pero no apto para todos los paladares.

Como eramos muchos comensales pudimos probar bastantes de los platos que nos fueron aconsejados por un buen servicio, atento y paciente (y eso que íbamos con 3 niños algo guerrilleros):
- Croquetas: media de jamón y media de cecina. Tenían queso y no eran muy cremosas. Fue de lo peor que comimos.
- Anticucho.. ya sabéis lo que es
 
- Foie: espectacular

- Parrillada de verduras
- Chuletón de vaca madurado un mes. Un kilogramo para compartir entre dos personas; tenían el detalle  de preparlo con dos puntos distintos de carne si los dos comensales no se ponían de acuerdo. Estaba de vicio y con un punto muy bueno. Poco que envidiar a los grandes asadores de la capital.

- Carrilleras
- Pimientos de piquillo rellenos de rabo de toro

- Chipirones
- Presa fresca ibérica. Uno de los platos estrella y que más triunfó

- Surtido de postres

Todo fue regado con Hacienda Lope de Haro crianza 11 Rioja y como la comida fue una invitación (gracias Marcos!!) todavía lo saboreamos. Si hay algo mejor que comer es comer gratis ;) no podemos decir lo que salió. Los precios, según carta, son los medios de este tipo de restaurantes, el chuletón, por ejemplo 44 euros, los segundos entre 15 y 20 y entrantes pro 10/15€. Eso si, en El Tenedor suelen tener ofertas sobre el precio de la carta de un 30%.

martes, 21 de julio de 2015

Hamburguesa XXII: Alta Burgersía

CERRADO

Otro de los nuevos sitios surgido de la moda hamburguesera que teníamos bastantes ganas de probar y que ha resultado un nuevo fiasco. Y es que cada vez nos encontramos con más sitios donde se creen que meter carne gorda entre pan ya convierte el asunto en una hamburguesa gourmet. En vez de un ranking de las mejores hamburguesas de Madrid deberíamos hacerlo de las peores.

Ya la entrada fue tensa. El local estaba vacio, del todo, un sábado de junio (a pesar de estar en pleno Barrio de las Letras) y el personal no tenía muchas ganas de trabajar. La persona que vino a recibirnos nos dijo "ahora les atiende un camarero", cogió la puerta y se marchó; el camarero nos miraba desde la barra y, sin salir de ella dijo "hola" y ahí se quedó, mirándonos sin invitarnos a entrar al salón.... y ahí nos quedamos, sintiéndonos como en un saloon de peli del Oeste hasta que una chica que estaba reponiendo bebidas tuvo a bien el sentarnos. Que no atendernos, no, porque luego otros 15 minutos de espera para tomarnos nota. No había nadie más en el local reitero

Todo esto se quedaría en anécdota si la comida hubiera estado decente pero no llegaba ni a eso. La carta ofrece los habituales entrantes de fingers, alitas y nacho junto con toques originales como samosas, falafel o pakoras (tortitas hindues) además de otros platos como carpaccio de ternera, langostinos en salsa de coco o pure de plátano con patatas. El resto sandwiches, perritos y las hamburguesas, de 12 tipos: nórdica con salmón, de pollo, clásica, Alta Burgersía (con cebolla caramelizada y queso de cabra) e, incluso, una vegetariana con verduras. Las hay de tres tamaños S de 150 gramos, L de 200 y XL de 350; los precios varian entre los 9 a los 17 euros.

Nuestra elección fue una americana sin queso pequeña (12,25€) compuesta de beicon, huevo frito, cebolla a la plancha y salsa barbacoa.

La otra, una Clásica pequeña (10,75€) con queso y beicon.

Un fracaso absoluto. La carne "ecológica" era de mala calidad, sosa y mal preparada. El pan venía tostado y se cuarteaba con solo tocarlo, síntoma de haber sido congelado. Para colmo estaba duro por algunas zonas. Venian acompañadas de unas patatas fritas que estaban frias.

Para el peque vimos que había un plato de 3 hamburguesas mini, le dijimos que si podían hacernos una y dijeron que no solo de 3 en tres, ante nuestra insistencia la explicación es "no sabría que cobraros" así que pedimos un entrante de fingers de pollo (8,5€) que no estaban mal.

Tras la comida estuvimos esperando unos 30 minutos a que nos trajeran la carta de postres. El camarero venía, se asomaba por el salón, nos miraba y se iba, así varias veces... quizá estaba jugando a algo que no supimos interpretar. Tuvo que volver la chica para que nos trajera la carta pero visto lo visto pedimos un café, la cuenta y huimos por si acaso.

La cuenta de las dos hamburguesas pequeñas, los fingers, una Fanta, dos aguas y un solo fue de 40,50€ pelín caro visto el tamaño de las hamburguesas y sin haber tomado postre. No creo que nos vean mucho más por allí.

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