martes, 30 de abril de 2019

Teruel existe: de Tapas en la ciudad de los amantes

Teruel Existe! Y su gastronomía también. Y ambas cosas han sido muy desconocidas hasta hace relativamente poco tiempo, algo que tras nuestra reciente visita no terminamos de entender. Por parte de la ciudad, es pequeña y algo desaprovechada, pero posee varias torres mudéjares Patrimonio de la Humanidad. Por la parte gastronómica, aún siendo tierra de toros, se impone el ternasco, son amantes del jamón y le ponen trufa a los huevos con patatas ;)

Para el tema del tapeo hay que tener en cuenta un punto importante: no se tapea. Es decir, hay muchos bares para tomar raciones pero no existe el concepto de ir de tapas como tal, en plan, me tomo una con un pincho y me voy al bar de al lado a por otra. Esto hace que no haya una calle de bares como tal y que el ambiente deje algo que desear. Por el centro hay varios bares que merecen la pena, por el paseo del Óvalo, y otros por la plaza del Torico y su alrededores como la calle Abadía. Aunque nos faltó algún clásico como el Torreón, si que pudimos visitar alguno de los más conocidos y otros no tanto:

- Tapas y copas (Paseo del Óvalo): un bar del montón, grande, con una amplia terraza y con una carta de raciones de lo más normalito. No es nada del otro mundo. Delicias de Teruel que es un plato de jamón con pan y tomate, dos cokes y un Aquarius por 18 euros. No es un exceso pero según nos dijeron esta es una calle cara en comparación con otras de la ciudad.

- Gregory, este si. También en el Paseo del Óvalo, este si merece la pena. Con más pinta de bareto pero una carta más apañada y unas raciones mucho mejores como costillas adobadas y unos huevos con patatas con trufa. Un plato que hay que probar, aquí, lo ponen con trufa blanca rallada. Todo con dos blancos y un agua por 27,85€


- Cafe Pub la Torre, solo pasamos a tomar algo de beber ya que tiene la curiosidad de que colinda con la Torre del Salvador y con su pared y parte del techo de cristal se tienen una vista de la torre desde primera línea. Como bar, en el horario que estuvimos nosotros (a media tarde), era más para tomar café o copas.

- Bar Teruel: cerca de la Catedral, es el top de la ciudad pero, ojo postureadores y amantes de la fotos cuquis en Instagram. Es el mejor porque es un señor bareto. Antiguo en toda su esencia pero eso es, precisamente, lo que lo hace tan bueno. La gente de la ciudad va allí a tomar cervezas y a charlar, botellín en mano uno tras otro, con un servicio de esos que parece que no se enteran pero si. De esos que están todo el rato charlando con los clientes y sirviendo a la vez. Además es barato, muy barato. Cervezas a un euro y vinos a 1,20€. La carta además no esta mal así que pedimos de todo: salmuera (un pincho de anchoa), gambas rebozadas (una ración sencilla por solo 7€), un par de albóndigas por 3€, gueña (un pincho de un tipo de chorizo de la zona 2,5€), Delicias de Teruel (media ración por 8€). En total, con un agua, 3 helados, 4 vinos y una café salimos de allí contentos y gastando solo 33,4€
 


- La Barrica: Es uno de los más recomendados de la ciudad, incluida reseña en la Michelín. Tiene la diferencia que no es de raciones de la zona como muchos de su alrededor sino que está especializado en pintxos tipo vasco, de mucha calidad y muy bien presentados por un servicio atento. Está bien, muy bien, pero si vas a probar la gastronomía aragonesa este no es el sitio. nosotros fuimos y nos morimos de gustazo con unos pinchos de rollito de pato, guacamole con anchoa, pulpo (el más flojito de todos) y hamburguesa de ternasco. Cada uno a 2,20 euros con dos cokes y un agua todo por 13,4€

- Rokelin: es una cadena, franquiciada además, de restaurantes y tiendas pero ya casi nos íbamos de la ciudad y queríamos más jamón! Como en casi todos los sitios de Teruel, no se tapea y el rollo barra no se lleva mucho. Esperamos por una mesa y enseguida pudimos sentarnos y ver una carta muy amplia y original, muy centrada, como no, en el cerdo: Delicias de Teruel (14€ pero las mejores que probamos), longaniza gratinada (6€ con ali-oli, estaba un poco fuerte) y rabo de cerdo frito (7€ riquísimo). Con un par de aguas, un vino y un café todo por 33€. A pesar de que casi nunca recomendamos franquicias esta se deja visitar.
                   

Como veis hay poco, en un día o dos lo tenéis todo visto y comido pero la visita merece la pena por ver la ciudad y por ver (y comer ;) en otros lugares de la zona como Albarracín o Rubielos.

miércoles, 10 de abril de 2019

Cocido Madrileño XXIV: Parador de Chinchón - El Bodegón

Hoy os traemos un cocido de calidad pero de esos en los que se exagera la cantidad. De esos que son buenos pero que, además, para poder cascarte un precio alto sabes, antes de empezar, que va a sobrar. Pero además de esto un cocido que tiene un toque original y que es un poco distinto al tradicional. Es el Cocido de Taba del Parador de Chinchón - El Bodegón. Llamado así por el hueso de taba, esta preparación se considera por algunos historiadores la precursora del Cocido Madrileño.

Un pequeño salón del propio Parador, decorado al estilo de sala clásica, con maderas y pinturas al estilo castellano para entrar en ambiente de lo que vas a comer. Lo primero te consultan si tomarás el menú cocido, con entrantes, cocido, vino, postre y café. Al ir con dos niños nos propusieron un cocido para dos y una sopa para ellos. ¿Daba para todos? claro que daba, y sobraba. Tienen tan claro que la ración es desmesurada que, en cada mesa, hay una cartel diciendo que por un euro te puedes llevar lo que te sobre a casa.

Y empiezan los aperitivos, unos torreznos, aceitunas de campo real, pepinillos y las guindillas. Bueno, no es para tanto. En temporadas pasadas te daban garbanzos mareados, cebolla roja y albóndigas.

Luego el cocido en dos vuelcos pero servido de una vez, en una estructura de madera donde viene todo lo necesario: un recipiente de barro con las carnes, garbanzos y las verduras, una jarra con el caldo y cuencos con los fideos. En nuestro caso la estructura no vino, nos fueron sirviendo poco a poco. Primero la sopa, un cuenco caliente con fideos finos al fondo, pan y hierbabuena junto a una jarra con el caldo para verterlo en el cuenco. Un sabor muy a cocido típico, rico aunque estaba un poco bajo de sabor. Quizá lo único malo su escasez, la jarra, que en otras mesas era para dos, en nuestro caso era para cuatro; aunque te dicen que si quieres más caldo que lo pidas.

El resto viene todo junto, un recipiente con los garbanzos, morcillo, bola, fiambre, gallina, chorizo, repollo, tocino, zanahoria y patata. También un hueso de caña con un tuétano espectacular. La parte distinta que lleva el cocido de taba es el nabo, judias verdes y la nota curiosa, el cangrejo de río o carabinero que se añadía hace siglos porque había muchos y, dicen, que también para saber cuando está el guiso listo; se añade al final de la cocción y cuando se pone rojo cocido listo. El cocido estaba también muy decente, con buen sabor aunque también algo bajo y con el garbanzo un poco blando. De todas formas la mezcla lo mejoraba ya que el tanto el chorizo como las carnes eran de altísima calidad y el morcillo era muy tierno.


De postre más cosas a la madrileña, unas pequeñas natillas con unos bartolillos (empanadilla de cabello de ángel) y un par de pequeños pestiños realmente buenos. El café, incluido, es infumable.

El precio es de 29 euros por cabeza. Yo creo que es caro, estamos hablando de cocido!!. Aunque incluye ciertas cosas ni los postres son para tanto, ni los aperitivos. El vino que te ponen es Alma de Valdeguerrra un tinto de Madrid. Y  las sopas de los niños, que eran dos cuenquitos 7 euros. Aún así no está mal la propuesta que te hacen de compartir el de los mayores y pagar esos euros ya que en otros sitios te obligan a pagar medio cocido. El servicio a veces está un poco lento pero es muy agradable y atento.

En resumen: merece la pena probarlo si estás allí pero no merece la pena un viaje hasta allí solo por el cocido ya que este se queda en la zona media de nuestro ranking de los mejores cocidos de Madrid.

domingo, 7 de abril de 2019

Comer en Jaén: Baeza y Cazorla

Una escapada por Jaén nos dio para mucho, no solo para conocer todo sobre el mundo del aceite, sino también para descubrir el tapeo de su capital (De Tapas por Jaén) y otros dos sitios donde comer es arte: Baeza y Cazorla

BAEZA
Es una ciudad conocida por ser, junto a Úbeda, Patrimonio de la Humanidad. Pues además de eso, tiene muy buenos bares. Como en la capital lo normal es que la tapa vaya en función de la ronda pero además tienen muy buenas raciones. Dentro de lo que probamos había de todo tipo, de desayunos, de tapas, raciones, copas o de todo junto... en el Paseo Portales Tundidores te puedes encontrar por la tarde a gente con GinTonics, señoras merendado y gente tapeando.

Todo lo que probamos fue recomendado por una persona de allí pero de todos los locales el que es imprescindible es Taberna el Arcediano, en la calle Barbácanas; todo un bareto con buena bebida, buena comida y su forma peculiar de pedir. Te apuntas tu mismo la comanda en unas hojas que te llevan a la mesa, vas a la barra, se la das al camarero y te esperas a que te pongan la bebida... te la tienes que sacar tú. Cuando la parte de la comida está lista esa si te la sirven a la mesa. A la hora de pagar coges la comanda y otra vez para dentro, a la barra a pagar. Nosotros pedimos lomo de Orza, un salmorejo (muy artesanal y suave) y un flamenquín. Todo en medias raciones más una tosta de atún que era de cuarto. Con dos cokes y agua por 28,7€

- K'novas: de los raros de la plaza, un poco de todo y todo mezclado: gente merendando, cubatas y carta de restaurante centrada en marisco. Nos pilló a contrapié y aunque estaba lleno no nos convenció muchos, tomamos un par de cokes, aquarius, con tapa de croisant de jamón y foiegras por 6€... una tapa pobre

- Tasca Burladero: aunque la ronda de vino era cara, 3€ con tapa de salchichas con hojaldre. El sitio estaba bien, tranquilo y bien atendido. Con una carta corta pero con buena pinta por lo que nos quedamos y nos quedamos a tomas un tomate aliñado con aceite de primera prensada con una ración de secreto por 23,5€

- Mercantil: para desayunar es ideal. Aunque no solemos comentar los desayunos aquí lo ponemos por sus "churros" unas roscas donde esta de la foto era para tres y costaba menos de cuatro euros!!

- Méndez: también es una cafetería para desayunos pero es que... la tostada con jamón era espectacular.

CAZORLA
Municipio que es antesala de la Sierra de Cazorla, su gastronomía está muy marcada por la montaña. Se compone de muchos platos típicos basados en la caza y la pesca. Comimos en Don Chema, uno de los más típicos y que, salvo que seas animalista, te recomendamos visitar. Es entrar en otro tiempo, en un mesón decorado de cabezas de animal por todas partes, donde la atención por parte del servicio es impresionante y la carta está llena de preparaciones de la zona.

Para empezar un tapa de cortesía con embutidos de la zona

Empezamos con un rin-ran un rico guiso de atún con patatas y pimientos, que se toma frío tipo ensaladilla.

Huevos a la cazorleña, un pisto con jamón y huevo para chuparse los dedos

Ciervo en tacos aliñados

Trucha ahumada.

Todo de 10!... y por menos de 60€ para cuatro comensales.

Entradas populares