El barrio de Arganzuela se ha ido llenando de locales pintones en los últimos años. Restaurantes, tabernas, hamburgueserías y pizzerías han crecido en varias zonas del barrio. Una de esas zonas son los alrededores de Matadero y allí se encuentra Ultramarín.
El concepto no es nuevo. En cierto modo es más de lo mismo: cocina non-stop de mediodía a cena, cocina castiza (significa que tienen torreznos, vermú y ensaladilla) y producto de cercanía de productores de proximidad. Hasta aquí lo malo: todas las tabernas de hoy en día son iguales. Lo bueno: el resto. El servicio, la comodidad y la carta; sus preparaciones y su calidad.
Aunque la decoración también es algo ya visto, simulando un ultramarinos, el sitio es agradable y cómodo. Tienen cerveza bien tirada y vermú para compartirlo con una marinera, una gilda o un soldadito de pavia.
La carta, corta y sencilla presenta cosas diferentes como la lasaña de aji de pollo, cocas o ratatouille. Eso si, no te librarás de las alcachofas tan de moda últimamente o la ensaladilla, los torreznos o los huevos rotos. Y estas tres cosas son las que pedimos, por ser poco originales y por ver como los preparaban. La ensaladilla era algo floja, no aportaba ninguna novedad.
Mucho mejor los torreznos, con poquísima grasa y cortados en láminas. Aderezados con piel de lima que le daba un sabor genial.
Los huevos rotos con sobrasada y miel, potentes y dulzones a la vez. De sabor intenso. Merecen mucho la pena.
Acabamos con la coca de tomate, en pan de focaccia, con mozarella, albaca y "pepperoni" de Pamplona. Una preparación muy compensada a pesar del chorizo y muy buena.
Con respecto a los precios, estas raciones, con bebida para cuatro, un par de vinos y sin postre fue de 70€.
Pues ya tenéis un sitio más para apuntaros si estáis por Madrid Rio/Matadero. Muy cerca de la casa del reloj (está en la calle Jaime el Conquistador) y de otros locales que ya os hemos traído al blog como Costello Rio o Venta Matadero.
Comentarios
Publicar un comentario