lunes, 18 de julio de 2016

Restaurante Jose María: Posiblemente el mejor cochinillo de Segovia

No hemos hecho ninguna ruta en busca del mejor cochinillo de Segovia (aunque sería planteable), por lo que no podemos considerarnos unos expertos en el plato. Lo que sí podemos decir es que siempre que tenemos ocasión de comer cochinillo, optamos por él. A Jose María fuimos ya en dos ocasiones. La primera, A.B. (antes del blog), hará unos 12 años y la última, hace apenas un mes. La primera, la recordábamos francamente bien, pero la última, fue aún mejor de lo que recordábamos. Y entre las dos, visitamos otro grande del cochinillo, Cándido, y tanto antes como después, nos quedamos con José María.

Antes de nada, hay que indicar que es necesario reservar. Por otro lado, si tienes suerte u opción a elegir, intenta que la mesa sea en el comedor de abajo. El de arriba, parece un salón de bodas, por la cantidad de comensales y de camareros cruzando continuamente el comedor y el bullicio.

Disponen de una carta tradicional, con entrantes, pescados, asados y carnes y un apartado con recomendaciones estacionales y otro con platos "más creativos". Todo muy apetecible.

Tienen también un menú degustación, con 5 platos que incluye, por supuesto, uno de cochinillo, postre, vino y café por 49 €/pax.

Nosotros queríamos ir a por cochinillo, así que por una vez, no optamos por el menú, elegimos un par de entrantes y el plato principal. Pedimos una de las recomendaciones de temporada: "Las sardinas y anchoas curadas del mar de Castilla con aguacates y tomate del "cercao". Cuando llegó, vimos que el ingrediente principal era el queso de cabra, completamente ausente en el título del plato (eso pasa por ser tan escueto a la hora de poner nombres, jeje). Lo reclamamos y nos lo pusieron un poco en duda, llegando incluso a traernos la carta de nuevo para demostrarnos... que efectivamente no aparecía el queso por ningún lado. Así que, recogieron el plato y nos lo trajeron de nuevo, esta vez sí, sin queso. Estaba muy rico.

Pedimos también un chorizo a la sidra. Estaba rico pero no fue una elección acertada. Plato enorme para solo 2,5 comensales (íbamos con un niño) y teniendo después un cerdito esperando... Nos salía el chorizo por las orejas y aún así, sobró.

Y por fin, el momento más esperado. Llegó nuestro cochinillo. Momento de fotos, al animal entero, momento fotos al partirlo con el plato y por fin, momento trozo de cochinillo en el plato. Impresionante. Crujiente por fuera, muy muy crujiente y tierno, tiernísimo por dentro. Francamente bueno.


Y de postre, como curiosidad también, nos tocaron dos cartas diferentes... pedimos unos "Raviolis crujientes con chocolate", creo que se llamaban. Si tenéis suerte y os toca la carta que los incluye, no dudéis en pedirlos. Fue el remate perfecto para una comida perfecta.

Acompañamos la comida con vino de la casa: Pago de Carraovejas. Un vino exquisito. Queríamos copas sueltas porque teníamos que conducir, nos dijeron que sin problema, pero nos trajeron la botella entera y la botella entera nos cobraron, aunque se quedó a medias.

Y con la cuenta, unas huchas de cerdito para los dos pequeños. Buen detalle.

La cuenta, 115 €, incluyendo también una botella de agua y un café a precios anecdóticos. Lo que más sube, el cochinillo a 25€/ración.

No es barato, pero si estás por Segovia y te quieres asegurar un buen cochinillo segoviano, yo no lo dejaría pasar.

lunes, 4 de julio de 2016

Hamburguesas XXIX: Dakota Custom Bar

No solemos escribir mucho de los sitios de nuestros barrio. Al no estar en el centro, no es que esté plagado de restaurantes famosos que digamos. Sin embargo, he decidido escribir del Dakota Custom Bar tras leer en una famosa web de planes en Madrid que sus hamburguesas era de las mejores de la capital.

Cuando lo leí pensé: no es posible. El Dakota es un bar de moteros, decorado con toda la parafernalia Custom pero donde sirven una hamburguesa de barrio, que ya habíamos probado y sabíamos normalita; no podía estar en este ranking. Luego me dije: lo mismo les pillaste en mal día y son mejor de lo que te parecieron. Así que volvimos a probarlas y... no... no les habíamos pillado en un mal día, realmente les habíamos pillado en uno bueno porque en nuestra segunda visita la hamburguesa era aún peor. Entre seca y árida. Con un toque de picor, el picante no lo era por ningún condimento sino por la carne que no debía estar en muy buen estado porque de allí, nuestros estómagos, no salieron muy bien parados. Quizá de postre teníamos que haber pedido Fortasec en vez de café.

Un pan seco, que se notaba congelado por como se cuarteaba, daba cobertura a una carne que no era de excesiva calidad con rúcula y bacon. Con huevo y un triste tranchete la Dakota especial y cebolla caramelizada y salsa BBQ la Ranger. Las dos acompañadas con patatas de bolsa.


A parte hay la opción de pedir una Devil, picante o una Custom, con queso de cabra; todas por 7,5€ (8,60€ en terraza). O más económica la clásica con solo bacon y queso por 5€ (5,75€ terraza). También hay variedad de perritos calientes. La cuenta de dos hamburguesas, dos Coca-Colas y dos cafés fue de 25€. El precio no es caro, está en consonancia con la calidad. El servicio que es muy agradable es lentísimo en terraza.

Lo dicho, si leéis en algún lado que son de las mejores hamburguesas de Madrid no hagáis caso. La web donde lo vimos ha quitado el lugar de la lista de hamburguesas y lo ha metido en la de los mejores perritos. Eso si, el local es muy auténtico, musicote del bueno y hacen muchas fiestas rockeras... quizá por la hamburguesa no pero por una sesión de blues o rock&roll si merezca la pena volver.

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