martes, 31 de marzo de 2015

Tapeo y arroz en Alicante: V

Y volvimos a Alicante. Un par de veces más. El objetivo en estos viajes eran familiares pero al final, un poco de tapeo y algún arroz si que tuvimos y, además, esta ciudad nunca dejará de sorprendernos por su ambiente

En esta ocasión la sorpresa se llamaba "el tardeo" aunque bien podría llamarse el petardeo. Consiste en salir de marcha y de disco por la tarde y es chocante ver gente de 40 años, maqueada, haciendo cola en la puerta de una discoteca a las 7. Me recordó un poco al rollo británico de puretillas borrachos pero, oye, la verdad es que había mucho ambiente y mucha marcha, también en los sitios de tapeo.

Tapeamos poco, la verdad, visita al "Garaje" un local de estilo indy y filosofía low-cost con montaditos a 1,30€ y donde nos cobraron por 4 cañas y 2 vinos 7,2 € nada más. Acto seguido cruzamos a "Lolita Restaurante" otro local de moda en la misma calle (San Francisco) y de donde salimos un poco decepcionados esperábamos algo más al ver la carta y quizá ese fue nuestro fallo porque el lugar es más restaurante y nosotros íbamos a tapear: dos de pulpo, escaso, con dos de bravas muy buenas, oreja con gambas que no triunfó, dos de wantum tigres (empanadilla china de mejillones) y unas croquetas de jamón y de pollo al curri (con original sabor pero algo secas); completamos con 4 minihaburguesas. Salió un pelin caro, las 5 croquetas de pollo al curri 9 euros, y la comida no fue para tanto.

  



En la visita posterior fuimos a probar un par de sitios más. Ambos en El Barrio, el Cuatro Duros II, en la calle San Idelfonso donde paramos a tomar una ensaladilla (en esta ciudad la hacen de vicio) con unas empanadas, 4 Cokes y un tercio por 14,40€

De allí bajamos a la Taberna El Papelón de la calle Castaños. Este local es una franquicia, del estilo del Volapié, y que no habíamos probado antes por lo que nos decidimos a entrar. La carta es muy heterogénea, tapas, principalmente de patatas, ensaladilla, frituras, rabo de toro, callos y hasta musaka. y, por supuesto, embutidos Nos trajeron dos cartas distintas y hasta con diferencias de precios entre ellas:

Eramos 5 y dos niños así que, aprovechando que tenían medias raciones, pedimos un poco de todo, dos de rabo de toro, dos de patatas bravas mozárabes, carrillada, callos, dos de salmorejo y un surtido de embutidos (12€). Todas la tapas, que eran cazuelitas pequeñitas, salieron por 57€.

Con los arroces tuvimos acierto y fracaso. El primero lo comimos en L'arruzz, al lado de Maisonnave. Fracasamos, no sabemos si fue por pedir menú pero los arroces no estaban dignos. Eramos 7 y pedimos un arroz con verduras muy flojito, con poco sabor y poca gracia.

El otro fue a banda, un poco mejor y con algo más de sabor pero tampoco estaba bien hecho. Caldoso por unas zonas y duro por otras

El menú costaba 16 euros y, además de los arroces incluía unos primeros muy variados (croquetas, fritura de calamar, sepia, huevos estrellados, etc.). Con un par de botellas de Martín Lacuesta salió para 7 por 150 euros.

En la Playa de San Juan volvimos a un sitio donde habíamos comido divinamente tiempo atrás, El Mayoral, esta vez la cosa se complicó, el local estaba lleno y ya nos pusieron problemas para pedir dos arroces al llamar por teléfono, pedimos uno y no se cómo lo hicieron que recién llegados, con algunos comensales en el baño y sin pedir la bebida y los entrantes ya lo teníamos en la mesa. Tras discutir con el camarero (que decía que siempre era así) y que el responsable nos pidiera disculpas (no gestionan bien los días masificados de turistas) conseguimos tomar los entrantes tranquilamente, una sepia y una ensalada, aunque nos amargó algo un arroz que estaba bastante bien pero que era escaso escaso. 11 euros la ración que era para 6, con postres, cafés, agua y una botella de vino: 120€

La siguiente vez, por cambiar, visitamos Azul Playa donde nos dieron uno de los mejores arroces que hemos comido en nuestros viajes a la ciudad de la luz. Pedimos dos arroces, uno de magro que provocó división de opiniones

Y uno del Senyoret (llamado así porque todo lo que lleva está pelado y cortado, directamente para comer). Estaba espectacular, con el grano y la textura perfecta y con mucho sabor.

La ración de cada arroz salía a 12 euros y con entrantes de Sepia, Mejillones, Ensalada de tomate y postres la cuenta ascendió a 124 euros para 5 personas.

La visita de esta vez no nos aportó nada nuevo, con la excepción de este arroz y la oportunidad de ir a la playa en el mes de febrero ¿quién necesita más? Alicante merece una visita sino a estos lugares como el Barrio, Castaños, Victor Cervecería, Rebujito y muchos más!

martes, 17 de marzo de 2015

Kilómetros de Pizza

Normalmente no escribimos crónicas cuando comemos en este tipo de locales pero en el caso de "Kilómetros de pizza" hemos decidido hacer una excepción ya que salimos más que satisfechos de la calidad de sus pizzas. Y eso que tras haber estado trabajando en Roma y Milán, nuestra exigencia con la comida italiana es alta.

Ya conocíamos el concepto de la pizza por metros de nuestra estancia en Milán gracias al Ristorante Rivera. Muy cerca del Naviglio Grande, zona de bares y marcha y muy conocida por ser el punto de encuentro de L'Aperitivo (el aperitivo italiano consiste en que, en horario de tarde y por el precio de una consumisión cara, entre 5 y 7 euros, tienes un pequeño buffé). En este restaurante puedes disfrutar de las miserias y grandezas de la comida italiana, pastas sosas perfectamente cocidas conviviendo con pastas espectaculares, simplonas pero muy ricas cotolettas (chuletas a la milanesa) conviviendo con el más que tristón prosciutto y la pizza, sobretodo la pizza. En Milán puedes encontrarlas de masa gorda y de masa fina, dicen que las primeras son Napolitanas y las segundas romanas; las de Riviera son de masa tirando a fina, aunque no del todo, y por metros. El sitio está muy bien y no es el típico de turisteo, merece la pena. Está en Piazza Serafino Belfanti, 6.

"Kilómetros de pizza" es otro concepto. No es un restaurante italiano, es una pizzería. Aunque ofrecen otros productos como antipasto, calamares o falsos espaguetis de calabacín allí se va a lo que se va: a comer pizza. Y no lo disimulan. Una cocina vista donde salen pizzas como churros, un plama con los kilómetros vendidos (ya van por 33) y un buen protocolo de bienvenida que, ante la pregunta de si era la primera visita, te manda a la mesa a una "relaciones" a presentar la filosofía del lugar: "pizza por metros". Los tamaños van desde PASO (individual de 1/4), a medio, uno y dos metros. Como unicamente se pueden combinar sabores en la de dos metros y solo eramos dos adultos y un niño optamos por dos indivuales:
- Pepito de Solomillo (17€): un poco decepcionante en cuanto a presentación. Pizza cuadrada, con masa sin tomate, partida en 6 y con 6 trozos de carnes encima. Se pedía salsa a parte que podía ser gorgonzola, mostaza o chumichurrí que fue nuestra elección. Al final resultó mucho mejor de lo que parecía gracias a la perfección de la masa. No exagero nada si digo que es la mejor masa de pizza que he comido en Madrid y en parte de Italia. En la carta anuncian que las pizzas han sido diseñadas y testadas por Jesús Marquina, cuatro veces campeón del mundo de pizzas... y visto lo visto ya sabemos porque ha ganado cuatro títulos.

- Barbacoa (12€): nada que ver con lo que hayas comido antes. Una salsa perfecta sin el dulzór de la salsa barbacoa habitual y panceta. Una gran elección.

El servicio es joven y desenfadado, como corresponde a un sitio de este estilo. Hubo algún despiste como llevarnos a los tres a una mesa con dos sillas pero en líneas generales fue bien. El precio de las pizzas indivuales va desde los 9 euros de la margarita a los 17 de la de solomillo o la de foie. En el tamaño de 2 metros estos precios se convierten en 65 y 122 euros. En nuestro caso las dos pizzas, con dos Coca-Colas, agua y un café (expresso de verdad, preparado a la manera italiana) salió por 40 euros.

¡Un sitio al que sin duda volveremos!

jueves, 12 de marzo de 2015

Cocidito Madrileño XI: Nuevo Horno de Santa Teresa

Habíamos leído referencias del Nuevo Horno de Santa Teresa en Internet buscando nuevos cocidos para nuestro ranking del mejor cocido de Madrid. También nos lo habían recomendado en algún comentario en el propio blog, así que cuando vimos que participaba en www.rutadelcocidomadrileño.com nos animamos a llamar: "Buenas, queríamos mesa para dentro de dos domingos ¿están abiertos?", "Pues no pero estaba pensando en abrir. Venga va. Que te abriremos"... las crónicas que habíamos leído hablaban de que era un sitio muy familiar y esta convesación lo corroboró. Una vez en el local la sensación sigue siendo la de estar comiendo en casa. Un salón pequeño, acogedor y sin gran decoración, con servicio muy muy cercano, como si comieras en casa de tu tía.

Llegamos, nos sentamos y nos tomaron nota de las bebidas mientras disfrutábamos de un aperitivo de aceitunas y puré de berenjena, tras lo cual empezamos a degustar el cocido. Servido en tres vuelcos, empezó con una sopa impresionante, de sabor casero estilo "ladetuabuela", con su cebolleta y la guindilla. De las mejores sopas de cocido que hemos tomado... luego la duda, repetir o no repetir, disfrutar más o dejar hueco para lo que venía después... repetimos todos.

El segundo vuelco llegó con los garbanzos, del tipo castellano, grande y con muy buena cocción y textura que venía acompañado de las verduras: repollo, zanahoria, patata y bola (o relleno), una parte del cocido que solo suelo catar por no llenarme mucho pero que aquí me terminé.


La carne vino servida en dos tandas, una primera con chorizo, morcillo, gallina, jamón, dos tipos de tocino y morcilla (que no se estila mucho en el cocido madrileño la verdad). La bandeja era impresionante lo que nos hizo sospechar que era una ración para tres así que lo preguntamos y nos dijeron: "si, nos hemos equivocado pero callad y comed que ahora traigo más".... y vino más... un plato con más jamón y un par de huesos de caña riquísimos.


De postre, una piña natural para bajar la comida y café solo. Todo nos salió por 60 euros, el cocido para dos (21€ PAX), media frasca de tinto más que digno, una Coca-Cola y una botella de agua. La comida terminó con un chupito invitación de la casa, unos detallitos para nuestro hijo y con la sensación de haber comido divinamente lo que hace que este lugar suba a los primeros puestos de nuestra lista.

lunes, 2 de marzo de 2015

De tapas por Oviedo (3)

Un par de años después de nuestra anterior visita a la Ruta de los Vinos de Oviedo, quisimos volver para comprobar si seguía disfrutando del mismo ambiente o había sufrido grandes cambios:

Podemos corroborar que esta sigue siendo la zona de ambiente para tomar vinos, la Avenida de Galicia también es buena calle pero Manuel Pedregal es "La Calle". Sigue habiendo montones de gente y montones de locales, aunque muchos de los que habíamos visitado anteriormente habían cambiado. Por ejemplo, "La niña bonita", al que ya habíamos augurado un futuro dudoso, ha cerrado. También estaba cerrado el Rebote y el Pecaditos, que no habíamos llegado a probar.

- Comtienda: creemos que era La niña bonita. Grande y con el servicio un poco difuso; te ponen muy buenas tapas: calamares, alitas, miniburguers con patatas alioli pero cuando pides estás con la sensación de si tendrás suerte y te la pondrán o si no. Pedimos un par de refrescos con mini-hamburguesas de tapa por 4,6€

- Tira y Afloja: Local un poco triste, con la barra vacía de pinchos. Aún así, nos pusieron un par de tigres. Pedimos cava y ante la duda del camarero, le indicamos que si no tenían pusiera un vino blanco. Pusieron vino pero los siguientes en entrar tuvieron más suerte y sí que les pusieron cava... Un rueda y un agua 3,10€.

- El desván de Maria: entramos, esperamos 5 minutos en la barra cual superhéroes con el poder de la invisibilidad y nos salimos. No nos hicieron ni casa y viendo que la barra estaba totalmente vacía y solo había un plato de trocitos de pan con jamón decidimos huir.

- Secreto a voces: entramos a ver por qué estaba tan lleno. Muy cool.. No nos quedó muy claro si era un Gin Club o... no sabría definirlo. Ambiente bastante pijillo, oscuro, con neones y colores de bar de copas y carta cara, con precios que más se parecían a los de Madrid. Un mosto y un cava por 5 euros con mini sandwiches de atún con lechuga.

- Halcón Maltés: entramos porque la tapa era bollín preñao, (siempre tan rico...). Un Agua y un blanco 3,4€

- Cuatro Gatos: Estaba hasta arriba, con público más joven que en el resto de locales. Un agua y un rueda por 3,40 con tapa de tortilla.

De nuestra visita anterior, seguían además abiertos La Competencia, la Lola, la Croquetería, Copas Rotas y Antiguo Molinillo, a los que no quisimos volver para no repetir y poder opinar sobre los nuevos.

Dias después volvimos y estaba todo tan hasta arriba que no pudimos entrar en ningún lado, tuvimos que ir a una calle paralela a la Tapilla Sixtina, donde cenamos bastante regular. Tenían una carta de tapas un poco escasa y algo normalitas, incluso pequeñas para ser Asturias: croquetas, calamares o chorizo criollo que junto con que ponían tapa era de lo poco bueno del lugar. Tapeamos 6 personas y un niño por 53,40 euros.


A pesar de los cambios, aquí, cada vez hay más ambiente. No te lo puedes perder si visitas Oviedo!

Entradas populares