Sabores de Asturias con un Toque Innovador en Leypon

Curioso restaurante Leypon, tras su pinta de cafetería reformada por Chicote se esconde un rincón gastronómico que combina la esencia tradicional de la cocina asturiana con sorprendentes toques contemporáneos. Aquí la variedad es la clave. Desde los platos más emblemáticos de la cocina asturiana, como la fabada, el samaniego y las croquetas, hasta creaciones modernas como el bocadillo de pato, el taco de langostinos y el tomate relleno de salmón, cada bocado es una aventura gastronómica única. Además, no podemos olvidar los clásicos de la gastronomía española, como los torreznos con patata, que se suman al festín de su carta.

Para aquellos que prefieren los segundos platos, en Leypon encontrarán una amplia selección de carnes y pescados. Destacando entre ellos el cabrito deshuesado, una verdadera delicia para los amantes de la carne, y una variedad de pescados frescos que te transportarán directamente a las costas asturianas con cada bocado.

Probamos muchas cosas. Todas recomendables y ninguna mala. Empieza la comida con un par de aperitivos cortesía de la casa: Aceituna empanada y un minipastel de cabracho


De entrantes: croquetas, tomatillo relleno de tartar de salmón, torreznos y patatas revolconas, revoltijo sabadiego con alcachofa y tortos (el sabadiego es un embutido de la zona de Noreña a medio camino del chorizo y la morcilla).


Continuamos con unos bocados: hamburguesa de pato y taco de langostino y aguacate.


Unos primeros para catar: gambas rojas, arroz con setas y rabo de toro y una prueba de fabada. Stop aquí. Si vas pide fabada, puedes pedir ración para compartir, media ración o una ligera prueba ¡Pero es obligatorio que la pruebes! de las mejores que hemos comido últimamente.


Los segundos: merluza, lubina y cabrito asado y deshuesado. Delicioso pero tienes que estar con hambre para acabarlo.


A los postres una crema de arroz con leche, brownie y una torrija con helado.


No te podemos recomendar unos platos si y otros no. Probado lo probado nuestro consejo es: pide todo lo que puedas.

El servicio es cercano y atento, asegurando que te sientas como en casa. La cocina abierta garantiza una experiencia culinaria transparente. Y solo por poner un pero, el sitio es un poco ruidoso.

¿Y el precio? No es precisamente barato pero tampoco es el sitio más caro de la zona. El ticket medio, con postre, vinos fue de 40€.

Ubicado en Posada de Llaves, si estás por la zona ¡visítalo!

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