Asador del Rey: una escapada al Escorial

Como ya está claro que el Covid va a impedir viajar en Semana Santa de 2.021 habrá que ir mirando opciones de escapadas para esos días sin cole. Una muy buena es San Lorenzo del Escorial, visitar el monasterio y comer en el pueblo. Un plan estupendo y seguro. El monasterio tiene restricción de aforo, las entradas están limitadas y hay controles en las salas más visitadas para que no se formen aglomeraciones. Además durante el Estado de Alarma el precio es el 50%, aunque como pega no se puede visitar la cripta del Panteón de Reyes.

Para comer hay muchas opciones y la gran mayoría de ellas ahora tienen terraza, algunas en la Plaza de la Constitución, otro como el Charolés que tiene la fama de servir el mejor cocido de Madrid, un Michelín como Montia, un clásico como la Cueva o nuestra elección de la última visita: El Asador del Rey, que a pesar de de no ser un restaurante muy antiguo, se ha hecho famoso por su parrilla de leña. Nada más entrar, en la misma la puerta, está la parrilla y te llega el olor de los asados, los cochinillos y los chuletones. Una vez dentro, en una sala decorada como un verdadero asador viejuno, con sus escudos y sus armaduras, el olor te sigue acompañando y las dudas te asaltan ¿qué pedir?¿lechazo o cochinillo?

Pues como no salíamos de duda decidimos probar ambas Un par de raciones de cochinillo y otra de lechazo, que para eso habíamos visto que había recibido un premios gastronómico al mejor lechazo. Empezamos, de primero, con unas sopas castellanas. De sabor intenso y un buen toque de pimentón, cada ración con su huevo, y muy rica. Además tuvieron el detalle de permitirnos que los niños compartieran una, en previsión de lo que venía después.


Y lo que vino después fueron unas enormes raciones de cochinillo, riquísmo, un plato que nunca falla y que aquí preparan de maravilla. Mejor incluso que el lechazo, también digno aunque algo más seco.



No acabamos aquí y aún dejamos un sitio para el postre, para una tarta de chocolate y una de San Lorenzo, la especialidad de la casa, una tarta de yema, de toque antiguo; para amantes del dulce muy dulce.


El servicio fue correctísimo y nos hizo la comida muy agradable. El precio total, para dos adultos y dos niños con un par de vinos y un café fue de 100€. El PAX si solo van adultos ronda los 35€ lo que no está nada mal y puede ser un colofón muy bueno a una visita didáctica.

Web y reservas: https://asadordelrey.es/

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