lunes, 10 de agosto de 2020

El Mesón de Doña Filo: calidad Michelín en pueblecito de la sierra de Madrid

Ahora que la Covid19 ha limitado los viajes, se están recuperando las escapadas por la Sierra. Y en un pueblecito de la Sierra Oeste, en Colmenar del Arroyo, se encuentra El Mesón de Doña Filo, un pequeño y coqueto restaurante, que por calidad, menú y servicio bien podría merecer una estrella. De hecho ya la tuvo un tiempo y de sus fogones salió el Chef Javi Estevez, conocido por su aparición en Top Chef y ahora por su gran restaurante La Tasqueria.

El chef de Doña Filo es Julio Reoyo, un cocinero poco conocido pero que ha tenido el galardón Michelín en dos de sus locales. Su cocina es cuidada, con clase. Cada plato es un homenaje a un producto pero aderezado con elaboraciones que le dan ese toque especial.

El local tiene carta pero nadie la pide ¿por qué? pues porque tiene un menú que merece mucho. Un menú que incluye maridaje y que tiene de los mejores precios de Madrid, sueles contar de unos 8 platos, una selección de un vino blanco, un tinto y uno dulce, todo por solo 55€. El menú cambia casi cada semana por lo que posiblemente ninguno de estos platos esté si te decides a visitarles pero para que te hagas una idea este fue el nuestro:

Como entrantes una degustación de tomate, aceite y aceitunas y unas croquetas de pollo encurtido.


Espuma de Salmorejo con pepino y PX: un salmorejo muy suave

Mermelada de tomate con espuma de bacalao: otro entrante y uno de los mejores platos del día. El ingrediente principal era el tomate, la mermelada era como una espuma ligera que mezclada con la espuma de bacalao creaba una mezcla de sabores explosiva.

Canelón de calabacín con trufa: a pesar de las buenas intenciones este plato cojeaba un poco

Menestra de verdura con emulsión de patata y anguila ahumada: una simple menestra pero con ingredientes de gran calidad. Con la cocción justa, incluso tirando a semicrudos que armonizaban perfectamente con la patata. Con la anguila el sabor ya era delicioso.

Chipirones salteados con una teja de azafrán. Otra plato, en principio es sencillo y saboroso por si solo, pero que ganaba al combinarse con la teja

Cordero confitado deshuesado. No hace falta explicaciones

En este punto, justo antes de los postres, te suelen ofrecer una degustación de quesos. El problema es que no nos gusta demasiado y no podemos decir que tal ya que nos lo cambiaron por un sorbete.

Tarta de chocolate con helado de mango y cereza un pequeño postre para una gran comida

Mención a parte merece el servicio. La sala está llevada por Inma, la mujer del Chef Julio, y su calidez al atenderte, la sencillez al explicar los platos o agradecerte la visita hace que te sientas como en casa. 

Tras la reapertura por Covid también ofrecen cocina para llevar e incluso a domicilio solo por los alrededores pero yo te recomiendo que te hagas una escapada y visites un restaurante que, por precio (55€ + IVA el menú con el vino incluido) y calidad, en Madrid tendría lista de espera y que si en vez de estar en un pueblo de 1.600 habitantes tuviera otra ubicación aún mantendría la Estrella Michelín.

domingo, 2 de agosto de 2020

Comer en Puerto de Sagunto V

AVISOS COVID: este apartado lo ponemos al principio de la entrada porque espero de verdad tener que borrarlo pronto. Es la crítica a la distancia, limpieza y cuidado en el servicio o más bien la falta de todo esto. La impresión que nos dió a nosotros y que te contamos para que estés preparado. De los sitios comentados aquí apuntar que en el Jardín del Mar el encargado es de los que llevan la mascarilla por la barbilla y habla como si te escupiera, además de que la limpieza de las mesas y sillas entre clientes es nula. En el Florencia el servicio es más cuidadoso pero antes de abrir la preparación de las mesas la hacen sin mascarilla y los cocineros también son proclives a preparar las masas con la mascarilla bajada.

Aunque vamos varias veces al año, hacía tiempo que no hacíamos una entrada para contar sobre nuevos locales de esta población de Valencia donde aprovechamos para hacer escapadas en modo desconexión pero sin dejar de comer bien. Si quieres ver nuestros favoritos puedes leer también esta entrada (Mis lugares en Puerto de Sagunto). De los que te traemos esta vez nos gustó mucho el Cortijo y Cabo Sur y una mención especial para Candela. Además de que nos reencontramos con Bacco. Estos cuatro son los recomendados de entre todos los de esta entrada. Si buscas paella mira al final donde triunfamos en Candela, El Cahrquito y Rompeolas.

- Cabo Sur: ubicado en la Avenida del Mediterráneo, donde estuvo el efímero La Mar Salá. No se si es por lo grande del local o por la ubicación pero aunque está en plena playa siempre da la sensación de vacío. Aunque se está afianzando. El concepto es parecido al que tenía su antecesor: cocina mediterránea con toques modernos. Los playos típicos de levante con "otro toque" como las bravas que son con alioli negro, puntillitas con salsa agridulce, sepionet o cochinillo confitado. El servicio es muy atento y el ambiente agradable. El precio ronda los 20€ cabeza.

- El cortijo Andaluz: también en la zona de la playa es de los más solicitados del lugar. En fines de semana y verano suele haber cola en la puerta para poder cenar. El secreto: tapas andaluzas de pequeño tamaño pero precios más que asequibles, combinadas con tapas típicas como tellinas o unas bravas de escándalo, de las mejores del Puerto. El servicio también es muy bueno y para que os hagáis una idea de los precios, una cena para nueve con dos de tellinas, fritura, bravas, berenjenas a la miel y además 8 tortillas de camarones y 3 flamenquines, postre o cafés, bebidas para los 9 y una botella de Blanco Gadir de Cadiz fue solo de 126€

- Bacco: hace años comimos aquí la peor paella de nuestra vida. Luego, un día de vinos, nos parecía que había mejorado así que en una cena familiar, decidimos reservar y nos reencontramos con el lugar. Bien atendido, con una carta compensada y tapas bien preparadas. Clochinas (mejillones) y tellinas (coquinas) muy ricos, También muy buena la fritura pero, ojo, que la valenciana no es como la andaluza, esta es de pescado más grande, de costa, morralla y similares. Ensalada. Sepia que quizá no era el mejor plato y cochifito con Ali-oli. Muy buenas raciones a un precio medio de 10-12€ y de donde salimos por algo menos de 20€ PAX. El sitio que había dejado de estar entre nuestros favoritos ahora es una opción a considerar si estás por allí.

- Gorbea & el pecat: la evolución de un local de tapas llamado Peña Gorbea, cerró, reabrió con este nombre y durante un tiempo mantuvo la esencia del pincho vasco pero, desgraciadamente, este año ha cambiado de dueño y es un verdadero desastre. El servicio malo y lento; se le nota la inexperiencia. Además la carta es corta y extraña, tiene algunos platos tradicionales de la cocina valencia y otros de la cocina brasileña como picanha. Que, oye, no está mal pero no tengas una gastrotaberna vasca con estos platos y sin pintxos. Otro punto negativo es el tamaño, es normal en Levante que las raciones sean pequeñas pero aquí. excepto los platos brasileños, el resto son ridículos. Fuímos a pedir, para 6, y a la cuarta ración nos dijeron "así está bien que son grandes"... pasamos bastante hambre. Las raciones fueron calamares, chipirones, langostino en hilo de patata (5 ridículos langostinos) y calabreza, un embutido italiano pero que se come típicamente en Brasil. Espero que mejoren y que hagan notar que son un bar con un toque brasileño, sería más honesto y quizá por ahí tengan su hueco porque la calabreza (14,5€) fue el único plato que mereció la pena. La comanda total, 60€ con las 4 raciones, 4 cervezas, 3 verdejos, tinto de verano y un agua.

- Pizzería Florencia: en la playa, muy cerca de la heladería Vénetta. Este local que podría pasar por ser una pizzería del montón pero la recomendamos por la sencilla razón de que tiene una de las mejores masas del lugar. A unos precios económicos por 9/10€ de media por pizza. De verdad que merecen la pena si vas buscando la típica pizzería de Playa.

- Taska 78 playa: Ubicado en la calle Cataluña donde se encontraba la arrocería Ojo de Buey ahora es un bar del montón. Es una opción para ir si el resto de los de la zona están completos. No es malo, ni se le pueden poner muchas pegas pero no ofrece nada, ni mejor ni distinto. Carta típica. Bravas y tellinas bien, fritura de pescado y ensalada normalitas y unos medallones de queso de cabra. Todo justito para cumplir. Con 2 cokes, 2 aguas y 6 cañas, el precio total fue de 56€. Barato, eso si.

- Sushi Time: zona de la playa, en la calle de los bares (Isla de la Toja), no es solo un local de Sushi. sus platos mezclan el sushi, pokes, algo de cocina Nikkei, ceviche y un toque original en los Roles Especiales con nombres y mezclas muy originales. Por ejemplo nosotros probamos la "Pantera Rosa" que era un Rol con pasta rosada, lechuga, salmón crispy, aguacate y salsa mostaza-miel. Probamos también como plato original las Honey Shrimps (gambas tempurizadas con jugo de limón, miel, nueces, sésamo y salsa de la casa), con un toque picante pero deliciosas. El resto PokeBowl, normalito y unos makis de salmón y aguacate. El remate fueron los postres, típicos japoneses que, aunque pequeños, son recomendables: Mochi, el típico helado japones con textura que se pega al paladar (mejor uno por persona) y el Doriyaki de Nutella (sobra la descripción). La cuenta con un agua grande, Coke y un café rondó los 65 euros.


- 19 tapas y 500 pinchos: un local de pintxos, en la Plaza Mare Nostrum. El sitio empezó como un local de tapeo, más low-cost que sofisticado. Tapitas de precio bajo, 2€, para disfrutar con un vino o una caña. Luego incluyeron raciones más elaboradas y gracias a eso y a su terraza enorme, se ha convertido en uno de los sitio de moda en verano. Además de los pinchitos a dos euros (alcachofa, miniburguer, cachopo, baos, etc.) están muy bien sus bravas, los rollitos supreme o la ensaladilla caramelizada. El sitio además es barato y sales a una media de 15 euros o menos por cabeza

- LongI: en la entrada de nuestros favoritos tenemos recomendado el local número II de la familia Long en el Puerto. El LongI está en Periodista Azatti 15 y la oferta de carta es algo menos sofisticada que la de su compañero de la playa pero con una sección de platos más curiosos como los cangrejos chinos, el cordero o las ancas de rana. No está mal pero a nosotros nos gustan mucho más las preparaciones de LongII.

Las Paellas: esta temporada hemos probado seis. Las dos primeras altamente recomendables, Candela y Charquito. Dos de chiringuito que no están mal, sobretodo la del Rompeolas y otras dos que mejor os ahorráis la visita: La Lonja y Sabor de Mar.

El Charquito, hace tiempo, cuando estaba en su anterior ubicación en la calle Asturias era de nuestros favoritos por un detalle que nos encantaba: la zona de barra, poder tomar unos vinos en la barra con una ración le daban un buen encanto. Además el trato era muy bueno y te iban poniendo tapas, cada vez mejores, según pides rondas. Hace unos años cambió a la Calle Castellón y ahora ya ha perdido esa parte de barra y se ha convertido en más restaurante, algo más lo típico de la zona con bravas, sepia, tellinas, etc. pero con bastante calidad y el mismo buen trato. Nosotros fuímos a probar la paella, de las más famosas del Puerto, con el arroz en su punto (12€ PAX) lo acopañamos con unas dignísimas bravas, clóchinas que con un par de cañas, refrescos y un par de postres llevó la cuenta a 82€ para cuatro personas.

Candela: a pesar de no ser un local especializado en paellas, la que probamos aquí fue un gran acierto. Una gran acierto la paella y un gran acierto el restaurante: elegante, cómodo, muy bien atendido y con unas elaboraciones originales y muy buenas. A saber: Canelón de aguacate y nido de mar, dos entrantes espectaculares. Dos de bravas también de diez. Y una paella más que aceptable (13€ ración). Todo con postres y un Dominio de la Vega, por unos 25€ PAX aunque el precio por comensal puede subir algo más en función de la comanda ya que el sitio no es de los más baratos de la ciudad.
 

- La Lonja: un verdadero despropósito. Llamamos para reservar y pedimos paella. Pues resulta que la paella hay que pedirla de un día para otro... debe ser la única arrocería de levante que tiene esa norma. Como teníamos antojo de arroz pedimos Arroz del Senyoret y nos presentaron esto de la foto, un arroz pasado con mejillones que parecían tirados sobre la paella y gambones que había que pelar... en un senyoret!! El servicio no era malo, era de estos campechanos de toda la vida y el resto de las comanda fueron una tellinas que no estaban mal y un pulpo plancha durísimo. Todo con bebida (refrescos, cerveza y agua) y postre rondó los 120€ para 5 comensales. El sitio, para ser uno de los restaurantes de toda la vida del Puerto, nos decepcionó enormemente.

- Sabor de Mar: ya habíamos comido en este lugar que no es precisamente del Puerto sino que está en Canet d´en Berenguer, una población colindante. En nuestra primera visita no nos gustó mucho la atención y nos pareció un lugar para turistas (está en plena playa). El servicio era desganado y tuvieron un feo detalle ya que un comensal se cayó de la cita y llamamos para avisar a las 11 de la mañana, negándose a bajar el número de raciones con la excusa de que estaba marcado. LA segunda vez tuvimos que ir a causa de que estaba todo lleno y no había en otro lado. Nos pasó lo mismo pero peor, todo todo era lento en esta ocasión, las paellas llegaron con un retraso importante, las bebidas tardaban y el servicio no sabía ni que hacer para ir rápido. Al final la paella estaba buena (13€ PAX) aunque el precio, en general, es algo más caro que en otros restaurantes de la zona.

- Jardín del Mar: Uno de los chiringuitos de la Playa del Puerto. Como buen chiringuito el servicio es desastroso, cumpliendo todos los tópicos: la camarera competente, el "encargao" que no se entera pero se mueve mucho, el chaval empanao. Pero bueno, estás de relax, te lo tomas con calma y disfrutas de una paella que no está mal del todo, que es barata (10€ pax) y que estás al lado del mar.

El Rompeolas: otro chiringuito de playa, en el Paseo Marítimo y cerca del anterior pero las diferencias son abismales. En cuanto a calidad como a servicio. Mucho mejor atendido fuimos a probar paella (con una tellinas riquísimas de entrante). La paella estaba perfecta de punto, con el grano suelto y el nivel justo de socarrat. A pesar de ser un chiringuito y ser verano, el servicio no se desmadró y estuvo correctísimo todo el tiempo. Si vas a la playa del Puerto y quieres una paella de chiringuito, para comer en bañador y sin preocupaciones esta es la mejor opción. Hay opción de menú todos los días pero la paella encargada está mejor y no es para nada cara: 10,50€ la ración.

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