sábado, 9 de febrero de 2019

Cocinandos. La primera estrella de León

Cocinandos fue el primer restaurante de León en conseguir la Estrella Michelín. Lograda en 2.009,
de hecho era el único hasta la edición de 2.019, año en el que se les ha unido el Restaurante Pablo. El nombre le viene a que "Cocinan dos", el matrimonio formado por Juanjo Pérez y Yolanda León que están al frente de esta cocina desde hace más de 15 años.

El local está en un sitio inmejorable, al menos ahora. Hasta hace poco tenía una ubicación más normal pero ahora están en la Casa del Peregrino. Justo al lado del Parador de San Marcos. Un local precioso, con cocina vista pero que, desgraciadamente, desde nuestra mesa no pudimos ver.

Sinceramente, vamos de alegría en alegría con estos michelines de provincia. Baratos y con más calidad que alguno de los que hemos probado en Madrid o Barcelona. Suelen especializarse en platos de la zona, con productos la provincia y con algún típico reinventado. Sin ir más lejos, aquí, los aperitivos eran de cecina:
- Croqueta, bola de cecina con foie y un consomé de cecina. Un entrante simple, efectivo, con una gran croqueta y un caldo muy curioso, con una espuma que dejaba un regusto perfecto. Quizá fallaba un poco la bola de cecina, un tanto tosca.

- Guiso de setas con buñuelo de yema. Un buñuelo relleno de yema de huevo que al mezclarlo con las setas deja un plato espectacular

- Sopa de berza con botillo. Otro plato típico reinventado. Contundente, para entrar en calor y con otro de los productos clásicos de León: el botillo. No sorprende, no es novedoso y no es moderno pero es posiblemente el plato que más nos gustó.

- Arroz de ibéricos con presa marinada y acompañado con falsos guisantes de jalapeños. Los guisantes te los dejan a un lado por si los quieres mezclar ya que son picantes. Los ponen en sustitución de guisantes reales, ya que no era temporada

- Merluza en salsa verde, almejas y puerro. Lo más normalito pero claro, una merluza buena, siempre es un acierto y esta estaba impecable.

- Cordero en dos cocciones, dos piezas con distinta preparación un chuletilla a la brasa que sabía a leña y un lomo a baja temperatura. De acompañamiento un pimientito y una ensalada de escarola y granada ¿no os suena a plato de madre en Navidad?

- Manzana de león. Era con queso de oveja pero nos lo quitaron. Aún así estaba muy bueno

- Lemon Pie con tarta de limón y merengue. Preparado para romper y disfrutar,


El servicio terminó con uns petit-four que, la ser Navidad incluía unos mini polvorones riquísimos

La atención fue más que correcta. El servicio, en nuestro caso, lo dirigió la propia Yolanda que salió varias veces a explicarnos los platos y a tomarnos la comanda. Se tomó mucha molestia con el tema del queso y para la manzana del postre nos trajo el queso aparte para probarlo antes de prepararnos el plato.

La verdad, es que nos encantó la comida y la experiencia. El restaurante ofrece dos menús que eliges de antemano, uno de 50€ con entrantes, cinco platos y dos postres y otro más grande, de 90€ que cuenta con dos entrantes, seis platos, tabla de quesos y dos postres. Nuestra cuenta, con los menús y las bebidas rondó los 120€, un buen precio para un Michelín!

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