viernes, 27 de enero de 2017

Cocido Madrileño XVII: La Rayua

A pesar de llevar abierto más de un año no habíamos oído hablar de La Rayua, un restaurante de la familia Verdasco (famosos por el tenista y famosos por ser los dueños de La Bola), que cuenta con dos sedes: una en Majadahonda y otra en el centro de Madrid, en la calle la Luna, junto a la Gran Vía. Siendo los dueños de La Bola estaba claro que la especialidad del local iba a ser el Cocido Madrileño. Y el estilo, tanto en servicio, presentación y platos es similar. Con sus defectos y sus virtudes:
- Usan el sistema de turnos, o vas a las 13 o a las 15 horas. Nosotros tuvimos suerte y el día que fuimos no llenaron y nos llamaron para ofrecernos ir a cualquier hora. Suerte, porque el sistema de turnos nos parece realmente molesto. Si eres del primero te sirven a toda pastilla y si eres del segundo te toca esperar en la calle.
- El servicio es atento, cercano pero profesional
- El cocido lo preparan en recipientes de barro individuales. A veces esto es una lotería, en la misma mesa había sopas que parecían aguachirri de lo pálida y sosa que estaba.
- Lo preparan con mimo pero tienen tanta fama que tampoco se lo trabajan demasiado, ni falta que les hace, y los ingredientes son de calidad media y escasos.
- Tanto el precio del cocido como el de los postres son ajustados.
- Para los niños te dan la opción de pedir solo una sopa (5€) y compartir con ellos los garbanzos. Muy buena idea, muy equitativa y no como esas clavadas que te cascan en algunos sitios de cobrarte medio cocido a 14 euros para un niño de 4 años.

Nada más sentarte ya te traen los complementos: guindilla, cebolleta, tomate con comino y el repollo, que era algo escaso y al ser servido al principio apenas fue catado; y eso que estaba perfectamente preparado.

Sin perder un segundo comienzan con el cocido. Lo sirven en dos vuelcos, el primero el de la sopa, directamente, en un plato con los fideos precocidos. Algunas llegaron un poco sosas pero las que estaban bien eran densas, con sabor y gustaron mucho.

En el segundo vuelco, el resto: los garbanzos, de lo mejor, garbanzos de Brunete según tenemos entendido, patatas, chorizo, tocino, morcillo, gallina y de jamón. Quitando los garbanzos nada destacaba, de calidad normalita y bastante escaso. De hecho creo que es en este cocido ha sido el primero de todos los de nuestra lista del mejor cocido de Madrid en el que todos los comensales se terminaron su ración

Aún así el cocido tiene una calidad bastante aceptable y un precio no muy alto, en la media, 19 euros. Los postres ayudaron a que la comida terminara de la mejor forma posible: brownie con helado y nata, arroz con leche, natillas o helado; y casi todos por debajo de los 4 euros con lo que la cuenta total para cinco adultos y un niño, con postre, cafés, un par de cervezas, agua y una botella de Martinez Lacuesta (15,50€) salió por 157 euros. Buen precio para un cocido aceptable.

Web: http://www.larayua.com/

lunes, 23 de enero de 2017

Hamburguesas XXXIII: Burnout True Burgers

Un sábado por la noche, decidimos ir al cine al centro de Madrid con la intención de probar el Five Guys, la que dicen que es la "hamburguesería favorita de Obama". Con este título y tras varios meses ya abierta, nos encontramos con una cola en la calle bastante desmoralizante, así que nos saltamos esta opción y decidimos buscar algún sitio donde comer algo rápido, si pudiera ser, fuera de las grandes cadenas habituales.

Callejeando por los aledaños de Gran Vía, nos encontramos con la hamburguesería Burnout. No teníamos referencias, pero decidimos probar y nos encontramos con disparidad de opinión:

- Andy se pidió una Cheezebrgr, compuesta por queso cheddar curado, pepinillo, lechuga, tomate, cebolla roja macerada y salsa burnout y le añadió bacon. El bacon era abundante y estaba muy crujiente, con la carne sabrosa, poco hecha, con el pan poco tostado y un toque dulce que aguantó sin romperse. Se quedó encantado.
- Yo me pedí una Chimole, con guacamole, cebolla frita y salsa chipotle mayo. En la mía me encontré con dos inconvenientes: El primero, que guacamole estaba muy frío, así que al llegar a la mitad de la hamburguesa, la carne se había quedado también helada y el segundo, que la carne estaba poco compacta, así que según iba comiendo, se me iba cayendo la carne y me iba quedando con trozos solo de pan en la mano. De sabor estaba buena, pero se hizo incómoda de comer y el tema de la temperatura me pareció bastante grave.

Ambas hamburguesas estaban acompañadas por unas patatas en forma de bastón aderezadas con romero, que les daban un regusto un tanto curioso. No sabría definir si bueno o malo, ya que de entrada me supieron a aceite recalentado.

 La carta tiene 7 u 8 referencias de hamburguesa, incluso sin pan, que van entre los 10,5 y los 12 euros. Además de ensaladas y entrantes como guacamole, nachos, alitas, postres y batidos. La cuenta, con un par de cokes, salió por 27,70 €. No es barato, pero en la relación calidad precio, con la burbuja hamburguesil que estamos viviendo, no está mal. Nosotros visitamos el local de la calle Valverde 6, el segundo restaurante del grupo; el local original se encuentra en Fuencarral 148.

lunes, 16 de enero de 2017

A Galicia de nuevo: de tapas por Lugo

Pues nos habían hablado muy bien de los pinchos de Lugo, teníamos ganas de volver a Galicia y además leímos maravilla de su casco histórico y su muralla Patrimonio de la Humanidad así que cogimos los bártulos y nos hicimos una escapada: a Lugo de Tapas.

El tapeo de Lugo es de los destacables ya que entra dentro de la categoría de ciudades con tapa gratis. Pero no solo tapa, también pincho, de la que te sirven te pasan una bandeja de pinchos tipo tortilla, un bollito preñao, empanada o un poco de lacón y en ese momento te preguntan "¿y de tapa de cocina que queréis?"... la leche! Los precios no son baratos pero tampoco excesivamente caros, un vino suele rondar los 2,4€ en la zona centro. Hay varias zonas de tapeo en la ciudad pero nosotros, al ser una visita corta, solo nos centramos en el casco histórico en las calles Cruz, Praza do Campo y Rua Nova. Plagadas de locales de lo más variado, desde tascas clásicas gallegas, con sus maderas y tazas de ribeiro a bares modernos. Todos con el mismo concepto: pincho más tapa a elegir. Incluso en las cafeterías y pastelerias, al tomar un café, te pasan bandeja de pinchos o te ponen una tapa dulce.

Hay tanto y tan bueno que es imposible recomendar uno, aunque si os podemos decir cuales mejor no visitar. El ambiente es buenísimo, con mucha gente de vinos a la hora del vermú y de la cena. Eso sí, se vacía de repente tras la hora de los vinos y la mayoría de los bares cierran.

Rua da Cruz:

- Las 5 Vigas: Bandeja de pinchos con lacón y croquetas. Tapas a elegir entre lengua, champiñones, ensalada  de pasta y ternera al vino. las dos últimas fueron nuestra elección. Con un trina y un godello: 4,40€. Un local clásico recomendable.

- La casa de la tortilla. Casa Daniel. En una perpendicular a Cruz. Carta de tortillas de todo tipo y baratas, de 5,5 a 7 euros. Sacan un pincho y te preguntan por la tapa que son de plancha. Nosotros pedimos moruno y cocodrilo (filete de raxo que ya probamos en A Coruña). Con dos godellos 4,8. Otro de tipo clásico y que merece la pena visitar.

- A Tasca: Tapa de pulpo y una de callos con garbanzos. Con dos godellos 5,30€

- Bar Anda: a las 15:30 ya era de los pocos que quedaba abiertos. Marmitako y tapa de arroz con dos godellos 5 euros

- Dejamos para el final los dos que menos nos gustaron de la calle y que yo no volvería, As Tapiñas, a pesar del nombre no hubo tapa ni amago. Es pequeño e incómodo. No tiene nada que merezca la pena salvo el precio, 4 euros 2 riberiros.

- El último que probamos de la calle fue el Bulló Xantar nos llamó porque estaba lleno, era algo moderno pero no ofrecía nada que realmente mereciera la pena. El pincho era un canapé de esos cuadraditos con paté. Las tapas tampoco aportaban nada, un arroz normalita. Un agua y un ribeiro por 3,6€


Praza do Campo:

- El Riba: es moderno, música alta y tapas más para jóvenes. Del tipo hamburguesa, perrito, montaditos, etc. curiosamente era de los más llenos pero parecía un bar low-cost por la poca calidad de las tapas. Hamburguesa y montado de lacón 4,5

- A Adega. Solo tenían dos tipos de tapas, patatas ali-oli y guisantes con jamón riquísimos. Te dan a elegir entre ribeiro normal y de autor, probamos este último, una Antonio Montero muy bueno. Con una tapa de cada y una ración de croquetas de calamar por 6,5€) pagamos en total 11,5€. Bien.

Rua Nova:

- Mesón da rua: 2 cokes, ensaladilla y calamares de tapas más una ración de raxo con patatas (6,5). Además de los ya habituales pinchitos que aquí era de tortilla por 11,5euros

- Ave César: decoración romana con pocas mesas para tapas pero precios baratos. Dos cokes y un mosto con su pincho y tapas de arroz negro y albóndiga por 5,5€

- La Fábrica, de los mejores por comodidad y atención. Dos veces sacaron pincho, uno de bollo preñao y otro de empanada, bastante grandecitos ambos. Los dos Albariños con tapa de pollo frito por 5€

- O'Castelo. Pulperia donde además de pintxo y tapas hay raciones de pulpo (muy barato en toda la ciudad). Dos Albariños con tapa de costilla y criollo más mejillones, con una de pulpo (9,5€) por 15,5€
 

- Curuncho: lo dejamos para el final por que es al que no se debe entrar. Camarero de esos que se fijan si eres habitual y sino lo eres no te hace ni caso. Nos atendió sin mucho afán, al principio ni pincho ni tapa. Luego, al pasar la bandeja no le quedó más remedio que ofrecernos el pincho pero eran todos cutres, malos y duro el pan. De la tapa ni mención así que nos cascaron 5 euros por dos albariños, de los más caros que pagamos, sin una triste tapa.

Una de esas ciudades desconocidas que luego sorprenden por lo agradable, lo bonito y por sus tapas!

martes, 10 de enero de 2017

Restaurante Albora: Barra con estrella

Una opción muy buena si la hora de la comida te pilla por el barrio de Salamanca. En la calle Jorge Juan se encuentra Álbora, que ofrece una idea estupenda para probar comida con Estrella Michelín: si no quieres la formalidad de un restaurante con Estrella (situado en la planta superior) y todo lo que ello conlleva, puedes comer en su zona de barra, a pie de calle. Aunque lo llamen barra, también dispone de mesas altas y bajas, donde comer con comodidad y tranquilidad.

Inicialmente teníamos reserva para el restaurante, pero el hecho de ir con niños, nos hizo pensárnoslo mejor y cambiar la reserva a la barra... y ¡qué bien comimos! La gestión de reservas la realizan por separado; la carta es coincidente en muchos plato de ambos ambientes, aunque más orientada a raciones en el bar y a menús en el restaurante. Ofrecen dos: uno corto a 58€ y otro largo a 78€.
Tienen la fabulosa opción (nunca nos cansaremos de loarla) de pedir medias raciones, por la posibilidad de probar mayor cantidad de platos y también de pedir tapas. Optamos por:

Un par de tapas:
- Ensalada de mango Thai. Sabores frescos y bien combinados. Es tapa por el tamaño, pero se puede compartir.

- Huevo asado con chichas ibéricas y puré de patatas. También tapa pero también se puede compartir, aunque sea a cucharadas... además merece la pena porque es espectacular, el huevo asado al fondo para escarbar con cuchara dentro de una espuma con un sabor intenso y trocitos de chorizo.

Raciones:
- Media de buñuelos de morcilla con compota de manzana y menta: sabor muy intenso. Media ración abundante.

- Medio de guiso de Albóndiguillas con sepia. Un plato fabuloso, de los que hacen saltar las lágrimas. Con carne tierna magnífica y un sabor exquisito. El mejor plato sin duda y sin desmerecer al huevo.

- Media de guiso de ciervo adobado con piña y salvia

- Croquetas, suaves y cremosas. De jamón Joselito... no te digo más

- Calabacin en tempura relleno de brandada de bacalao: Crujiente por fuera y suave por dentro. Muy rico

- Pulpo asado con berza y cebolleta trufada. El más caro de los que pedimos, 24€, y aunque estaba bueno no fue lo mejor ni mucho menos.

Postres:
- Torrija caramelizada: jugosa y sabrosa, acompañada de helado de canela para contrastar.

- Esfera crujiente de chocolate fluido con mousse de café y helado de anís estrellado. Rico, rico, rico. Chocolate fabuloso para terminar una gran comida, del que no hay foto que le haga justicia :(

Acompañamos la comida con agua y una botella de Gargallo Godello. Hay que mencionar que la carta de vinos es cara, probablemente por compartir bodega con el restaurante. Finalmente, añadiendo además tres cafés, 145 €. Para 5 comensales sale a menos de 30 euros por persona, no es un mal precio para probar un Estrella Michelín, ¿verdad?

http://www.restaurantealbora.com/

lunes, 2 de enero de 2017

Mestura: Un Top de Oviedo

Nuestra referencia de Mestura vino a través de Internet, de dos periódicos en concreto: ABC, donde decían que era uno de los Tops 3 de Oviedo (junto con Casa Fermín que ya hemos probado y Ca'Suso que está en lista) y El Comidista, donde lo consideraban uno de los mejores restaurantes de hotel y donde comer sin dejarte un dineral. Y es que Mestura, el restaurante de Javier Loya, se encuentra dentro del Gran Hotel España y sí, sí que puedes comer recetas asturianas renovadas por poco dinero ya que el restaurante cuenta con varios menús. El largo o menú degustación que sale por 60€ y son 8 platos de la carta y el Menú Fomento de la cocina asturiana que por solo 39 euros está compuesto por dos tapas, dos entradas, segundo plato y postre.

Por la carta destacar los platos asturianos, con productos de cercanía pero renovados. Los más llamativos y famosos son el Lomo de Lubina con Risotto de Llámparas y Crujiente Marino, Pixín Braseado al Carbón con Tomillo Limonero y Tupinambo, Pichón de Araiz con Jugo de Ciruela, Lascas de Chocolate y Apionabo, Pitu Guisado con Patatinas y Piquillos o, simplemente puedes elegir entre varias carnes rojas. Nosotros queríamos probar varios platos pero como era cena y no íbamos muy hambrientos nos decantamos por el menú de Fomento de la Gastronomía Asturiana que estaba compuesto por:

- Horchata de almendras con sardina escabechada. La horchata de almendras tiene un sabor peculiar, ligeramente amargo, pero la sardina lo compensaba.

- Anchoas con Pan de Focaccia y Emulsión de Escalivada: sencillo pero siempre triunfa.

- Pulpo Frito con Humus y Germinado de Trigueros: Muy contundente

- Papillot de Setas y Verduras con Aromas del Monte y Trufa de Verano: sabores intensos bien compensados con el huevo.

- Pixín Braseado al Carbón con Tomillo Limonero y Tupinambo. El pescado por excelencia de Asturias, siempre es un plato que triunfa si está bien preparado como es el caso. Curiosa la yuca negra que la hacía parecer carbón.

- Plátano Estofado con Crema Ácida, Regaliz y Nueces: el postre. Original, Con toques de distintas texturas muy bien combinadas.

La comida la degustamos con un Gramona Imperial (26€) en un salón anexo ya que el restaurante principal estaba ocupado por una boda. En el salón no se estaba mal pero la sensación era rara, al ser un espacio pequeño, con el techo bajo la sensación que dejaba era un tanto fría y aunque el servicio era correcto no lograba quitar esa sensación.

Los dos menús, con el cava, agua y un café que nos invitaron salió por 106,50€. El local promete para estrella. Podría conseguirla ya que en Asturias muchos de los locales que la tienen la consiguieron por la calidad de su comida y no por tontunas... veremos.

WEB: http://www.mesturarestaurante.com/

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