martes, 19 de diciembre de 2017

Tándem by Triciclo

Triciclo fue la revelación gastronómica de Madrid allá por 2.013. El boca a boca hizo que la cocina de sus tres chefs (Javier Mayor, David Alfonso y Javier Goya) triunfara en muy poco tiempo y que siempre estuvieran completos. Por eso, menos de un año después, decidieron abrir un segundo local: Tándem

Situado en la misma calle que su hermano mayor la propuesta es algo más desenfadada: cocina non-stop y más sencilla, toques variados en función de la hora desde el desayuno, el bruch o la carta de comida con picoteo frío (cecina, foie, salón, quesos u otras), ensaladas, bocatas o algunos platos de Triciclo (callos, canelón, etc.). Todo servidos en modo slow-food. Pasos tranquilos, uno a uno, que hacen todos se disfruten de forma sosegada. Además mantienen en su carta el concepto de medias raciones por lo que se pueden probar muchos platos aún yendo poca gente. Por ejemplo y para dos:

- Las bravas de Tandem: una salsa muy especial, con su toque a ajo y preparación exquisita

- Canelón de rabo de toro: un plato clásico de Triciclo y que no te puedes perder

- Albondigón de buey: está entre la leche y la virgen. Es solo una albóndiga sobre parmentier pero la calidad de la carne y la preparación lo convirtieron en uno de los mejores platos del día.

- Media de callos, otro clásico de Triciclo. Es la preparación tradicional de los callos a la madrileña, sin florituras y sin nada más pero diría que es de los sitios donde mejor los guisan.

- Media coca sarda, de queso, rúcula y tomate negro. Yo no soy muy de queso pero he de decir que no estaba mal. Sobretodo el detalle del tomate negro

- Steak Tartar. Muy pequeña ración de un buen tartar con huevo de codorniz

Decir que el precio en carta de algunos platos es caro. La media coca o la media de callos fuero 8 euros, las bravas 7,5€ una ración más bien pequeña. Igual precio el canelón o el albondigón. Toda la comanda, con una cerveza doble, una copa de blanco, pan y dos cafés salió por 55 euros por lo que el precio medio del local puede estar entre 20-30 euros.

Apuesta segura si quieres preparaciones de calidad, los chicos de Triciclo no fallan y siguen creciendo. Tras esta apertura han abierto un corner en el Espacio Gourmet del Corte Inglés de Castellana y su última adquisición, Taberna La Elisa, una antigua tasca de 1.907 en la misma calle que Triciclo y Tándem y con platos de lo más cañí: bravas, callos, casquería, caracoles y toda la comida de taberna que te puedas imagina y que esperamos probar en breve.

martes, 12 de diciembre de 2017

Wagamama - cadena asiática

CERRADO

Wagamama es una cadena asiática que ha entrado en España de la mano del grupo Vips. En la apertura de su primer local, en la calle Serrano, la expectación que se había creado a su alrededor, por la publicidad y el éxito cosechado en Inglaterra, hizo que se superaran todas las previsiones y se les acabara el género. En unos meses, han abierto otros tres locales más, todos ellos en Madrid (Calle Génova, Parque Sur y en el nuevo Centro Comercial Plaza Río 2). Este último es el que visitamos.

Como buen establecimiento de Centro Comercial, está orientado a familias, con espacio para carros, miles de tronas... pero ojo, gran error de los diseñadores: las mesas son más altas del estándar y eso no lo han previsto en las tronas. El pobre bebé sentado en su trona, no será capaz de llegar a la mesa para comer (y eso que nuestro bebé era ya mayorcito). El local es informal, con zona de mesas largas y bancos corridos, donde salvo si eres un grupo grande, probablemente acabarás compartiendo mesa.

Cuando recibimos las cartas estábamos un poco perdidos. Íbamos con los dos niños, así que nos pareció una buena idea elegir varios platos a compartir. Así lo transmitimos, pero aún así, no fuimos capaces de conseguir más de una cuchara para el ramen y fueron varias las solicitudes de platos individuales para poder compartir cómodamente. Carta muy amplia con infinidad de nombres impronunciables y que a un occidental no aportarán mucha información y fotos, donde no se apreciaba bien la diferencia entre unos platos y otros. Habíamos oído que era un sitio especializado en ramen, así que esa fue nuestra primera opción:

- Wagamama Ramen: un caldo de sobre, con fideos que ni fú ni fa y una mezcla de ingredientes (pollo, gambas, huevo, mejillones, panceta, algas...) que no armonizaban en exceso.

- Gyoza de pato: muy normalitas. Necesitaban la salsa de soja para darles gracia.

- Yaki soba de pollo: Pese a pedirlo solo de pollo, vino con pollo y gambas. El mejor plato probablemente.

- Teriyaki donburi de ternera: No nos lo acabamos. Un gran bol de arroz blanco soso, y con una carne con salsa sin personalidad, que recordaba de nuevo a ser de sobre.

- Por último, tenemos que destacar los postres. Se ofrece la opción de "mini postres", cuyo precio no llegan a dos euros y son de un tamaño perfecto para rematar la comida

Al final, fue una comida que no pasará a la histora y, posiblemente, ni siquiera repitamos, por 54 €.

lunes, 4 de diciembre de 2017

Mercado de la Reina: postureo en Gran Vía

Me pasa siempre con estos sitios modernos. No me gustan demasiado. Las cartas son iguales. Los sabores son iguales. Los camareros son iguales. Hasta la música y la decoración son parecidas. Clones unos de otros, donde no puede falta el salmorejo, el carrito de Gin-Tonics y el camarero que te dice "¿Qué tal chicos?" y que luego desaparece. Eso, con una carta que se define de cocina tradicional es el Mercado de la Reina, un restaurante que pertenece al grupo del mismo nombre y que gestiona otros locales famosos de la capital como el Museo Chicote.

¿Qué más encontrarás? música altas, mesas pegadas, un servicio juvenil pero despistado y una carta dividida en cuadros: Picoteo (salmorejo, ensaladilla, pulpo, calamares, ensaladas, etc.), Platos Principales originales como tartar de lubina, raviolis de rabo de toro, gran variedad de preparaciones de huevo, carnes, guisos como carrillera, pescados y frituras. En laborables también se puede como de menú a un precio económico para ser la Gran Vía (13,5€) o una hamburguesa por 11,5€. Todo se prepara en una cocina vista en la parte inferior y tiene pinta de ser comida semi-preparada, de la que ya está hecha y solo se remata y calienta en cocina. Al menos eso parecían los platos que pedimos

- Salmorejo. muy normalito

- Raviolis de rabo de toro: bien el ravioli y el contenido pero tenía ese toque a comida preparada, esa salsa de menú de boda que le hacía perder la gracia.

- Ventresca con pisto. Seco y muy hecho el atún, soso y aceitoso el pisto.

- Brocheta de calamar y gamba. Difícil decidir entre que estaba peor, la gamba o el duro calamar. Lo que si es fácil es ver en la foto lo grasiento de la salsa que además sabía como la del pisto

- Terminamos con un postre de mousse de chocolate que nos permitió terminar la comida con algo bueno, en sabor y en precio (4€ solo)

El servicio he de decir que a pesar de estar despistado y dejarnos prácticamente abandonados a la hora del café y los postres, fue muy agradable y atento. Como pega, la manera de disponer la poca gente que había. Según llegamos nos sentaron en las mesas de la parte alta del fondo, una zona con las mesas muy juntas. La zona estaba prácticamente vacía y aún así nos sentaron la lado de una pareja. Tan juntitos que parecía que estábamos comiendo los 4. Lo mejor vino cuando la pareja acabó y se fueron, al poco rato llegó otra y, con el restaurante igual de despejado, les acomodaron también a nuestro lado.

Aunque al ver la carta todo es más o menos de un precio normal al final pagamos 30€ por persona los platos que habéis visto con agua, pan, dos Coca-Colas y un café. No es que sea mucho pero tampoco es barato para la calidad que tiene. Si lo buscas en Tripadvisor veréis que lo ponen muy bien, quizá el equivocado soy yo, pero esa web y yo no solemos estar casi nada de acuerdo, restaurantes desconocidos entre los mejores de la ciudad, hamburgueserías por encima de michelines y cuñaos poniendo a parir a locales a los que luego les dan 4 estrellas... no sé, para esa web este local está entre Excelente y Muy Bueno pero nosotros no creo que volvamos.

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