miércoles, 26 de abril de 2017

Las Musas en Campo de Criptana

Campo de Criptana, en Ciudad Real, se encuentra a poco más de una hora de Madrid. La excursión para ver los "auténticos" molinos contra los que luchó Don Quijote, bien merece la pena. Se puede visitar uno de ellos, que mantiene su estructura original, e incluso, una vez al mes, ponen en marcha uno de ellos y organizan actividades alrededor del evento.

Además, esta excursión nos atraía porque habían sido varias las recomendaciones que habíamos recibido del Restaurante Las Musas, ubicado en la misma Sierra de los Molinos. Así que, aprovechando un lunes festivo de Madrid, allá que nos fuimos el domingo, a pasar noche, con reserva en el local para el lunes a la hora de comer.

Según entramos, casi los primeros del local, se nota un poco de desconcierto. Hasta 3 veces nos preguntaron el nombre de la reserva, incluso estando ya sentados. Luego, nos traen la carta. Habíamos reservado con menú degustación pero no disponían del mismo. Nos habían recomendado el plato degustación de migas, pisto y gachas, pero tampoco aparece en la carta. Preguntamos por el plato y nos indican que no hay. No les quedan gachas porque el fin de semana hubo mucha gente. ¡¿¡¿Pero cómo es posible que en un sitio, en La Mancha, recomendado por sus gachas, no haya gachas a las 2 de la tarde?!?!?! Falta de profesionalidad diría yo.

Llega el momento de pedir y nos proponen que los niños coman menú infantil, con fingers de pollo y patatas. "No, van a comer lo que nosotros, gracias". Nos traen un aperitivo por cortesía de la casa, con el feo detalle de que nos traen solo dos, para los adultos. Y el pobre niño (el pequeño aún dormía), mirando.

Ante el fracaso de las gachas, pedimos de entrantes unas migas de pastor y un pisto manchego. Las migas normalitas y el pisto bastante bueno como cabe esperar en La Mancha.

De segundo pedimos que nos traigan cochinillo asado deshuesado, pluma ibérica de bellota a la parrilla y croqueta única de cocido. Pedimos la croqueta como segundo con la idea de que fuera lo último para que los niños vayan probando los entrantes... y lo primero que traen es la croqueta... en fín.

El cochinillo, muy normal tirando a grasiento y comparando la foto con otras que nos pasaron los que nos recomendaron el restaurante nos sirvieron justamente la mitad. 18 euros por estos dos mini trozos de cochinillo

La presa estaba buena aunque un poco seca y la guarnición era la misma que en el cochinillo. La ración también algo pobre que también costaba 18 euros estos 5 trocitos de cerdo... creo que ese festivo subsistieron sirviendo lo que les había sobrado del fin de semana.

De postre, nos pedimos barquillo con mousse de chocolate y natillas de jengibre. Para mi gusto, el mejor plato de la comida. Rico y abundante.

En resumen, nos llevamos una gran decepción, a un precio para nada barato: 75 €, por una comida con un postre y acompañada solo por dos refrescos y un agua, para dos adultos y dos niños pequeños, en mitad de la Mancha. Afortunadamente el entorno (y la compañía) lo subsanaron; además de ser un destino divertido para ir con niños.

miércoles, 19 de abril de 2017

Cocido Madrileño XVIII: Casa Pello Retiro

Ya empieza a asomar el calor pero, antes de que llegue el verano, aún da tiempo a tomar algún cocido más. Esta vez la visita fue a Casa Pello Retiro (existe otro en Alberto Alcocer) un cocido no muy famoso en Madrid que antes servían en tres vuelcos, en un menú con postre, café y vino por 32 euros y ahora viene en dos vuelcos, sin menú, por 19,90€ euros.

Por el nombre esperábamos un local clásico y sin embargo es todo lo contrario, decoración moderna y funcional, donde un buen servicio te atiende nada más entrar y te ofrecen algo de beber con unas aceitunas.

Llega el primer vuelco: la sopa. Servida en sopera que dejan en la mesa para repetir es espesa, contundente en textura, aunque no tiene demasiado sabor a cocido. Parece como si estuviera espesada con garbanzos machacados y condimentada con algún "ingrediente artificial". Aún así estaba buena y los tres comensales de la mesa repetimos.

El segundo vuelco con todo lo demás:
- Garbanzo pequeño, bien cocinado aunque con poco sabor
- Verdura: poca pero bastante buena. Un poco de repollo y puerro
- Carnes: chorizo, de lo mejor de las carnes. Morcilla, no pegaba mucho y no era de excesiva calidad. Además pollo. tuétano y, por último, morcillo y tocino que tampoco podían considerarse de primera.

Para el postre tienen bastante variedad y nosotros nos pedimos un crepe de chocolate (5,5€) y un café llevando la cuenta a los 73 euros con 1,9€ de servicio por comensal, un cava (3,9€), Coca-Cola y agua. El cocido está en 19,90 y para el niño nos ofrecieron la opción de pedirle una sopa solo (9,9€) y comer del segundo vuelco de los mayores. No es una mala propuesta vistas las clavadas que te hacen en otros locales por el cocido de niños; además el servicio, que fue en todo momento muy correcto, estuvo encantador con los pequeños.

En definitiva, un cocido normal, en la franja media en cuanto a calidad y precio pero que no destaca en nuestro ranking del mejor cocido madrileño

jueves, 6 de abril de 2017

Procesiones y tapas: Gula y Pasión en Semana Santa

Una de las épocas en las que recibimos más visitas al blog es en semana santa, sobretodo a las entradas de ciudades para tapear. Parece que os gusta aprovechar esas fechas para visitar ciudades y degustar sus pinchos. Pero si eres de los que también disfrutas con la parte más mística de la Pascua y las procesiones te proponemos combinar ambos hobbies y te traemos un resumen de las mejores ciudades para ver procesiones y degustar su gastronomía. Pasión y gula juntas. Cuales son las procesiones más famosas y los mejores bares para tapear en Semana Santa.

Zamora: empezamos por la que más conocemos y ojo aquí, o reservas alojamiento con tiempo o te quedas sin hotel. Además de pagar un pastón por noche. Hay 18 procesiones y la más famosa es la del Yacente que se celebra el Jueves Santo. Otra destacada es la de Jesús Nazareno (también conocida como el Cinco de Copas) que empieza a las 5 de la mañana del Viernes Santo y en la que lo que se tercia es tomarse una sopa de ajo que te servirán, a esas horas, en cualquier bar de la zona. El domingo de resurrección se come "dos y pingada": dos huevos fritos con jamón a la plancha y de dulce unas aceitadas. ¿Y para tapear? pues los morunos del Lobo o los Tiberios (mejillones en salsa) del Bambú. También pásate por la calle de los Herreros o por alguno de estos bares de tapas de Zamora

Sevilla: aunque cambiamos de aires totalmente, Sevilla es posiblemente, y junto con Zamora, la ciudad por excelencia para las procesiones. Menos sobria pero más multitudinaria, en números arrasa: casi 60 procesiones recorren la ciudad. Son famosas las imágenes de la madrugá sevillana donde la Macarena y el Gran Poder se pasean por las calles en la madrugada de Viernes Santo junto con el Silencio, el Calvario, La Esperanza de Triana o los Gitanos. Se tapea por Santa Cruz. San Salvador y Alfalfa, La Plaza Nueva con el típico imprescindible "La Flor de Taranzo" o por Triana y "La Blanca Paloma". Nuestra guía de Sevilla puedes verla aquí

Valladolid: La más famosa es la Procesión General, feo nombre para una procesión que parece un museo por el que desfilan 19 cofradías el viernes santo por la tarde. También es conocido el sermón de las siete palabras y el pregón previo que se realiza a caballo. Para el tapeo, pues aquí es total, una ciudad que cada día es mejor y que merece una procesión gastronómica por todos estos bares. Los imprescindibles: Los Zagales, Villa Paramesa o La Sepia.

Murcia: declaradas fiestas de interés turístico nacional son muy distintas de las sobrias procesiones castellanas o del cante andaluz. Diferentes, más dadas al color y a la importancia de los nazarenos que regalan caramelos, comida, monas o estampitas al público. La más famosa es la Procesión de los Salzillos, el día grande, el Viernes Santo. No hay zona típica de tapeo, todo el centro está para tapear, la llamada zona gastro. Murcia es una ciudad echada a la calle, hay gente, mucha mucha gente en los bares y las terrazas.

Cuenca: en la madrugada del viernes salen Las Turbas o Camino de Calvario, que está entre las procesiones más famosas de España. Destaca por la música, los clarines y tambores y fuera de Cuenca (y cuando yo era joven) se conocía como la procesión de los borrachos. Pero, por favor, si vais por allí no uséis ese nombre ya que lo consideran ofensivo. Como ciudad de tapeo es algo pobre en bares pero tiene platos deliciosos como el morteruelo o los zarajos. Hay bares por la Plaza Mayor y por la Calle San Francisco. Aquí destacaba La Ponderosa, aunque desconocemos si sigue abierto.

Zaragoza: menos conocida pero también Fiesta de interés turístico nacional destaca la procesión general del santo entierro, el viernes por la tarde. Choca, por poco visto, oir jotas entre los pasos. Para cuando acaben las procesiones dirígete al Tubo, la zona de tapeo por excelencia, o a Santa Marta a probar en el Lince la tapa llamada guardia civil (bocadillo de sardina rancia, pepinillo y pimiento rojo).

Granada: Su procesión más famosa es la de los Gitanos que desde la noche del miércoles recorre las calles de la ciudad para ascender al Sacromonte rodeada de fogatas que prenden en las cuevas de esta montaña. También es conocida la del Silencio en la que se apagan las luces de la ciudad. En el tapeo, Granada es una de las ciudades más reconocidas sus famosas tapas gratis (primera, segunda... y así hasta donde aguantes). Hay bares en Plaza Nueva y Catedral aunque la calle por excelencia es Navas... si estás de semana santa entra en el Tabernáculo para flipar con las estapas de vírgenes o en El Diamante, uno de los más famosos de la ciudad.

Seguro que nos hemos dejado ciudades y procesiones, no somos expertos en estas cuestiones por lo que, cualquier aportación será bien recibida y vuestra información la pondremos en la entrada ;)

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