viernes, 10 de febrero de 2017

Mercado Gastronómico Calle Gourmet

ACTUALIZACIÓN: este mercado de food trucks está cerrado ya. La experiencia no ha llegado a los 6 meses de vida. En verano de 2.017 cerró por vacaciones y nunca más volvió a abrir...

Inaugurado el pasado día 3, el Mercado Gastronómico Calle Gourmet, es el primer mercado de street food cubierto de Madrid. Nuestro equipo no podía perderse su estreno y lo visitó en su apertura. Tras una semana de rodaje aquí os contamos como es.

Está ubicado en el Centro Comercial La Ermita, un lugar que vivió su época dorada a mediados de los 90. Su oferta era principalmente gastronómica, algo muy novedoso en aquellos tiempos, con un montón de bares y mucha gente que acudía a ellos y a su famosa discoteca Aqualung. Llegó a existir allí un miniparque acuático cubierto. La especulación llevó al Centro a un remodelación, cambió el nombre por Art-Decó, e "invitaron" a irse de allí a todos los bares para montar locales de franquicias que nunca abrieron, llevándolo prácticamente al abandono... unos años después algunos aventureros se atrevieron a montar nuevos negocios y ahora se han embarcado en uno más: el Street Food.

Instalado en la zona de hall del Centro, es un pequeño espacio donde se han puesto en círculo 12 puestos, con uno central de bebidas y un pequeño kiosko de palomitas gourmet. A pesar de ser un Centro Comercial muy frío (por tener casi todos los locales cerrados) han conseguido que el ambiente sea cálido, con bombillas, música y bastante ambiente. Quizá, como pero, decir que hay pocas mesas y que al estar en una zona algo pequeña, si triunfa, puede llegar a ser agobiante.

La oferta, por lo menos en su presentación, estaba muy bien conformada con variedad y calidad. Con puestos muy interesantes como Papandina (peruano), meRio Foodtruck (brasileño), La Taquilla Compromiso Callejero (italo-chileno) o Izakaya Inquieta (Japonés). A estos puestos les acompaña Street Dog (perritos), Panini Street, La Pacífica (Ceviches), Su Piadina (bocatin de pan de trigo italiano), Mi Pettit Creperie y La Caprichosa (dulces y tartas). En el centro La Tasca del Santo, la barra de bebidas y que homenajea el vermú. En su primer día había un par de puestos que estaban cerrados y que esta semana han sido ocupado por La Rabaneta (de calamares) y por Arros i Tartana, donde vimos un par de arroces con muy buena pinta y una paella valencia de las de verdad, con garrafó y caracoles. Dos puestos temporales que ya no están y sin embargo ahora hay uno de pulpo, lo que demuestra el carácter cambiante que pretenden con su oferta de 12 barras.

Con tanta oferta era difícil elegir, así que un poco al azar y por probar un poco variado:
- Papandina: patatas rellenas de varios tipos. Nos decantamos por Sanguche, un bocata de lomo en su jugo a baja temperatura con batata y salsaa criolla (6€). Un aciertazo, un bocata muy sabroso.

- La Taquilla Compromiso Callejero: un puesto de lo más variado en carta y en precios, además de estar estupendamente atendido. Desde patatas a la parmesana por 2,5€ a empanadas argentinas. De aquí probamos unos tacos medievales, de carne, cebolla y queso, una receta de la Toscana y también una gran tapa (2 por 5€) y una empanada chilena. Sus platos los acompañan de un pequeño vasito de pico de gallo

- Mi Pettit Creperie: aquí fracasamos un poco. Por rematar la cena fuimos aquí a pedir un crepe salado, por tomar algo más, y uno dulce. El salado muy normalito, de pollo brasa (6€) y el dulce, de Nutella, algo seco (5€) además de muy caros... en París te puedes tomar por menos pasta un crepe mucho mayor en tamaño y más jugoso.

Nuestra opinión sobre los food trucks no es del todo entusiasta. Es cierto que está muy bien disfrutar de la opción de varias barras donde comer un bocado en un lugar con ambiente (es genial tenerlos en sitios como el Mercado de Motores o el Hipódromo), también es cierto que a veces agobian (como los primeros MadrEat), son extremadamente lentos y tiene el problema de que suelen ser caros. Aquí por ejemplo, un par de bocados, con postre y bebida se te pone en unos 20 euros y no dejan de ser bocados como bocadillos de calamares (a 6-7 euros), perritos a 5€ o piadinas a 6 euros también. Aún así deseamos que esta experiencia perdure y se convierta en un clásico de la capital que haga reflotar un Centro Comercial bastante muerto.

El Mercado Calle Gourmet funciona de viernes a domingos desde la 12 y hasta la medianoche en horario non-stop (los domingos acaba a las 18 horas). OJO que en verano cierra desde mediados de junio hasta primeros de septiembre

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