miércoles, 5 de octubre de 2016

Castru el Gaiteru

Volvemos Asturias, a la zona de Llanes, más concreto entramos hoy en Celorio. En un bar con un estilo exterior de "los de siempre", ha abierto Castru el Gaiteru, local regentado por Pello Noriega, discípulo de un grande de la zona, Antonio Campoviejo, de El Corral del Indianu (Arriondas).

El bar no tiene una decoración cuidada. Barra amplia, tipo bar de pueblo, con paisanos de la zona apoyados y mesas de madera oscura, muy tradicional, aunque en la puerta tienen algún detalle como una vitrina con pescados y mariscos frescos, o una mesita con la carta y tarjetas en blanco y azul cielo, muy mono pero detalles un poco insuficiente. No imaginas la carta (y platos) que puede albergar. Como tuvimos la suerte de disfrutar de un día estupendo pudimos comer en la terraza. 

Tuvimos unos cuantos incidentes con el servicio, claramente mejorable. Un poco despistado y torpe, con detalles como colocar la cubitera con el vino encima de la trona, mientras el pequeño dormía la siesta en el carro. Desde luego, nos hicieron pasar un buen rato del ataque de risa que nos entró.

Aparte de eso, debo decir que comimos francamente bien. Íbamos 5 adultos con un niño y decidimos pedir unos entrantes para compartir y un plato principal cada uno:

- Milhojas de foie y piña caramelizada. No era lo que esperábamos ya que eran auténticos tacos de foie, pero de muy buena calidad.

- Gofre de hojaldre con berenjena asada, olivas negras y huevo de corral. Sobre la carta pintaba muy bien y no estaba malo, pero era un poco basto.

- Bonito del norte marinado con helado de tomate. Muy bueno el bonito, indudablemente y el toque del helado de tomate y daditos de aguacate era sabroso y original

Los platos principales dependen del mercado y tuvimos un poco de caos porque no coincidían las cartas, así que elegimos:

- Lomo de bacalao: En su punto de sal y de cocción. El acompañamiento con pimientos era muy original.

- Bonito al ajillo: abundante y muy bueno. El bonito en Asturias nunca falla por la calidad y es habitual que lo traten de maravilla.

- Entrecot: No estaba malo. Era buena materia prima, pero nos volvió a pasar como cuando estuvimos en Auga. Si es un sitio de pescado, debes de comer pescado.

- Lomo de merluza: Espectacular. El mejor plato, sin duda.

- Rodaballo: Bueno, pero un pelín insípido

Los postres fueron amplios. Tres para compartir, a cada cual más rico:

- Tarta de manzana: de las buenas, con su hojadre rico y helado para acompañarla

- Arroz con leche: al estilo asturiano, bien caramelizado por arriba.

- Coulant de chocolate. Recién hecho, caliente y jugoso

Salimos muy contentos. Si el buen trato que le dan al producto, especialmente en los pescados, lo consiguen también en el servicio, podemos encontrarnos ante uno de los imprescindibles de la zona.

La cuenta, con los aperitivos de la barra, una botella de Terras Gaudas y 3 cafés, ascendió a 44 €/personas y las tripas bien llenas.

2 comentarios:

  1. En Asturias se come muy bien, los platos tienen buena pinta. Me ha llamado la atención el helado de tomate como acompañamiento del bonito. El arroz con leche asturiano es todo un clásico que no defrauda.

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  2. En Asturias se come muy bien, los platos tienen buena pinta. Me ha llamado la atención el helado de tomate como acompañamiento del bonito. El arroz con leche asturiano es todo un clásico que no defrauda.

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