lunes, 26 de enero de 2015

Alabaster

Alabaster, uno de los nuevos locales de la capital que, en poco menos de un año, se ha ganado un hueco entre lo más selecto del foro con su cocina mezcla de tradición y vanguardia. Platos clásicos ligeramente modernizados y cocina con mucho nivel.

Llevábamos tiempo detrás de ir a probarlo y hace un par de semanas lo conseguimos. El formato para una buena degustación quizá no fue el mejor. Al ir 11 comensales se decidió porque nos prepararan un menú cerrado. Eso quita problemas y nos dió la opción de poder catar una variedad de platos seleccionados pero también elimina la posibilidad de probar algunas de las opciones más reconocidas del lugar como la merluza.

El restaurante, decorado en blancos, muy elegante pero sin pomposidad, está cuidadosamente atendido por Óscar Marcos que gestiona un servicio espectacular, atento y servicial pero sin agobios... nunca tienes el vaso vacio!. Al fondo del local hay dos reservados y fue en uno de ellos donde cenamos. El menú consistió en:
- Crujiente de alga Nori con arenque marinado, aguacate y sésamo. De lo más celebrado en la cena y el plato que más me gustó. Un pequeño bocado con muchos sabores y contrastes.

- Croquetas con cigalasde la ria

- Zamburiñas fritas en polvo de gambas: rebozadas y riquísimas, fue otro plato que también gustó

- Huevo con cigala, trufa y jamón ibérico. También muy bueno

- Rape a la plancha con crema de alcachofas y olivas verdes. El plato que menos gustó quizá por el fuerte sabor de la alcachofa, junto con la salsa de aceitunas que también sabía lo suyo y un rapé que se había quedado seco.

- Costilla de tenera deshuesada asada. Opiniones encontradas, a algunos les pareció una carne algo fuerte aunque a mi, personalmente, me gustó.

- Tarta de queso con helado de franbuesa

Una de las comensales "alérgica" al queso se descolgó con un postre de limón que estaba de escándalo:

La comida nos la maridaron con un blanco de rueda (K-naia), para las carnes el tinto fue un Rioja Crianza "Rayos Uva", un poco fuerte. Para los postres una Sidra y unos cafés servidos con unos Petit-four que estaban deliciosos.

Como íbamos con nuestro grupo de amigos "tajas" lo rematamos con varios Gin-Tonics de Jinzu (sabía un poco a sake), Opihr (a especias) y la mejor que probamos Tanqueray Rangpur (sabor a cítricos). Aunque nuestro precio fue otro el coste de este lugar está entre los 60-80 euros. Hemos de decir que nos encantó pero que la sensación general fue de estuvieron mejor los entrantes que los principales... tenemos claro que hemos de volver a comer de carta y a que nos atiendan tan bien como lo hicieron!

Restaurante Alabaster | Montalbán 9 | 28014 Madrid | tlf. 915 121 131

jueves, 15 de enero de 2015

Hamburguesa XVI: Costello Rio

Pues hacía tiempo que teníamos pendiente esta entrada y nos resistíamos un poco a hacerla. ¿Por qué? pues porque luego nos decís que últimamente nos ha dado por meter mucha caña pero es que no podemos evitarlo: estamos ante de las peores hamburguesas de Madrid.

Sitio molón. Hay que tener en cuenta que es de los mismos que la sala de concierto Costello Club pero nada que ver. Más bien es un sitio para hipsters con hijos: moderno, con música, camareros jóvenes que van de guay aunque son muy lentos, terraza (algo muy importante hoy en día para que la gente diga que un sitio es bueno), mesas amplias y buena decoración. Además está en Madrid Rio, justo al lado del Matadero por lo tiene todo para triunfar. El único problema es que sus hamburguesas son entre mediocres y muy mediocres.

En la carta, además de las hamburguesas, hay bocadillos, ensaladas, tataki y tartar de atún, costillas y raciones, que se pueden pedir por medias, como berenjenas, nachos, bravas, hummus y crujientes de pollo que fue lo mejor que probamos y estaban bastante ricos. También probamos el Surtido de Hummus con pan de pita, cuatro tipos de Hummus: normal y de guisantes (bastante ricos), berenjena (que no sabía a nada) y remolacha (que sabía a tierra).

Y lo interesante: las hamburguesas. Todas vienen con patatas y con el punto de la carne "a la chef", esto es, como le da la gana al cocinero tirando a muy hecha. El pan se puede pedir en mollete y en americano y, además de las típicas hamburguesas, tienen alguna especial como la Lechón que consiste en carne de lechón asado a baja temperatura y mechada... fue un tremendo error, la pedimos en pan mollete y parecía un bocata de carne con poco sabor, el pan chorreaba como si la carne hubiera sido pasada por debajo de un grifo y metida dentro.

El resto tampoco se salvaron. El pan americano era muy normalito, seco y se rompía... quizá un pequeño tostado no hubiera estado mal. Y como la carne no era buena pues el conjunto tampoco. Tomamos una Clásica y probamos también la Mexicana, tan de moda últimamente, y que viene con guacamole.

También catamos la Ibérica en pan de mollete que parecía un bocata y tampoco estaba nada decente.

El servicio joven y desorganizado. Es lento y al final de la comida, sobre las 3:30 de la tarde, con el local repleto y cola en la puerta, estaba desbordado.

Las hamburguesas, eso si, no son caras. Hay una pequeña de 100 gramos por 6 euros y el resto van desde los 7,3€ de la clásica a los 9,8 de la Gran Cajuna que es de 250 gramos (la lechón 8 euros). Cuatro personas pagamos por las 4 hamburguesas, media de hummus, media de crujientes de pollo y 7 bebidas: 57,20 euros. Al mirar la comanda nos habían puesto bebidas de más y cuando lo reclamamos no nos hicieron ni caso, tuvimos que levantarnos a la barra a hacerlo y, casualmente, una persona de la mesa de nuestro lado estaba reclamando que le habían cobrado de más y los mismos conceptos que a nosotros...

miércoles, 7 de enero de 2015

Hattori Hanzo: una auténtica taberna japonesa

Las auténticas tabernas japonesas están muy lejos de lo que podríamos pensar, para empezar no se come sushi y su comida no se parece en nada a la comida china. Está claro que nos la cuelan y con la etiqueta de restaurante japones o, peor aún, "Asiático" se limitan a ofrecer lo mismo de siempre: arroces, makis, sushis y sashimi. Sin embargo Hattori Hanzo es otra cosa: es una verdadera izakaya. Una taberna japonesa.

La ambientación es espectacular. La parte de la entrada simula una calle, con mesitas como si comiéramos en un yatai con su barra para hacer brochetas y con genuina cerveza de japonesa de barril. Concretamente se puede tomar Asahi (de un sabor suave) y Kirin (algo más fuerte). La parte de dentro es un salón donde se come a ras de suelo cómodamente sentado.

Los camareros muy serviciales, como auténticos japoneses nos dedicaron muchas reverencias y muchas atenciones. Lástima que la persona que nos atendió o no controlaba o no hablaba bien castellano y no nos supo explicar bien los platos. Aún así la experiencia fue divertida y mientras tomábamos una tapa de vainas de soja alucinábamos con la carta viendo que podíamos pedir. Al final, en nuestra cata probamos:


- Gohan: arroz japonés. Como buen arroz blanco asiático era sosísimo.
- Nanbantsuke: encurtido del sur. Boquerones encurtidos

- Takoyaki: buñuelos rellenos de pulpo típicos de Osaka. Fue uno de los mejores platos. Como unas croquetas redondas de pulpo cubiertas de bonito seco laminado.

- Okonomiyaki: una especie de tortilla muy popular en Japón que prepara con repollo y panceta crujiente y, cubiertas de los mismos copos de bonito. El plato es algo grande y cansino, no estaba mal pero se nos hizo pesado.

- Ebikatsu: langostino tigre empanado al estilo japones con salsa dulce. También un plato muy rico y de los que más nos gusto.

También probamos algunas brochetas:
- Yakitori: de pollo
- Buta: panceta
- Tsukune: albóndigas de pollo
- Negima: pollo y cebolleta

Comimos dos adultos y un niño, con una Coca-Cola, un agua y una caña de 1/3 de cerveza Asahi, más un café (es Nespresso) por 46,20 €... Si quieres probar la comida japonesa de verdad no puedes dejar de visitar este local, se encuentra en la calle Mesonero Romanos de Madrid.

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