lunes, 28 de julio de 2014

Fabada II: Sidrería Bedriñana

Buscando dónde comer en Villaviciosa, porque no conocíamos nada, nos apareció como recomendación la Sidrería Bedriñana. Al buscar información por Internet, www.sidreriabedrinana.com, nos saltó el banner que tienen en el inicio anunciando su premio a la "Mejor fabada del Mundo 2014", así que, ni cortos ni perezosos, allá que nos fuimos con intentar de dar nuestro veredicto y rebatir, si fuera necesario, a los mismísimos Pedro Morán, de Casa Gerardo y Luis Alberto Martínez, de Casa Fermín.

Llamamos para reservar una hora antes de la deseada, pero no habría hecho falta. Nos sentamos en la terraza, bien  preparada para las posibles lluvias. La carta, amplia, plagada de platos tradicionales. Por supuesto, queríamos probar la fabada, pero no queríamos desaprovechar la oportunidad probar algo más. Nos decantamos por unas anchoas en aceite de oliva, que venían acompañadas de un par de trozos enormes de queso calientes, aunque no lo advertían. Afortunadamente, no olía mucho, así que pudimos comérnoslas sin problema. La ensalada que las acompañaba, estaba exquisita.

Pedimos también unas cebollas rellenas. Esperábamos recibirlas después de la fabada, pero no, nos las pusieron como entrante, delante de ella. Estaban riquísimas. Habitualmente las habíamos probado rellenas de carne, pero en esta ocasión eran rellenas de atún y no desmerecían en absoluto.

Y por último, la esperada fabada. Estaba muy suave, sin sensación de grasa, con morcilla y chorizo que, aunque estaban potentes cuando se comían, dejaba un pelín soso el conjunto. Aún así nos supo a gloria.
Acompañamos la comida con una botella de sidra y otra de agua (siendo más barata la sidra, y no será por falta de agua allí...). No nos pusieron dispensador de sidra, así que teníamos que esperar a que el camarero nos sirviera, y no estuvo demasiado atento, sacando además 5 culines, dejando la última ronda, con la fabada ya casi terminada, a medias. Si hubiera servido más rápido, habría caído la segunda botella seguro.

De postre, nos ofrecieron únicamente arroz con leche y helado de kiwi, así que, pasamos.

Al final, la cuenta ascendió a 57 €; cada plato era 1 € más caro por estar en terraza y las anchoas solo eran ya 19 €. La fabda no es la mejor del mundo y el precio es bastante caro para estar en Asturias (17 euros) pero una calidad bastante decente.

lunes, 21 de julio de 2014

Una de chuletones: Julián de Tolosa y Asador Arizmendi

Y otra entrada doble. Esta vez es porque, en la misma semana y como si no le tuvieramos miedo al colesterol, decidimos comernos sendos chuletones en dos asadores del centro de Madrid.

Al primero, Julián de Tolosa, fuimos porque nos llamaba la atención al pasar por el local de la Cava Baja y en su web anuncian que tienen el mejor chuletón del mundo según la revista Forbes. Al otro, Asador Arizmendi, fuimos porque sí porque nos apetecía y vimos una oferta en una web de reservas de carta al 40% de descuento.

Julián de Tolosa: Un local elegante y un servicio muy atento presentan "el mejor chuletón del mundo"; en realidad no lo es pero es mucho más que digno y merece la pena. Lo sirven con el punto justo, poco hecho pero sin sangrar y es una carne espectacular. Se puede pedir una pieza para dos personas por 43€ o una individual por 29,5€. Aquí el camarero nos indicó que para cuatro comensales, siendo cena, con uno individual y otra ración de dos sería suficiente pero se quedó un poco corto. Acompañamos la carne con unas setas con huevo, una ración de jamón (27,5€), unas alubias de Tolosa y unos pimientos del piquillo. Todo, con un vino Marqués de Murrieta, algunas cervezas, una copa blanco, agua, tres cafés y postre para dos salió por 220€. No es un mal precio (55€ PAX) para todo lo que comimos.

El servicio fue espléndido. Nos invitó a los aperitivos y dijeron que nos invitaban a los pacharanes... aunque, viendo el ritmo al que los tomábamos, finalmente nos cobraron una de las frascas.

Asador Arizmendi: CERRADO: También en el centro, aquí fuimos para aprovechar la oferta de una web de reservas. El sitio es algo más feo y un poco viejuno. El chuletón tiene el mismo precio (44€ para dos) que en El Julián de Tolosa pero es algo peor. Viene troceado y te dan un plato de esos calientes y que, a mi personalmente, no me gustan porque si bien sirve para comer la carne caliente también se hace un poco más de lo deseable. Acompañamos el chuletón con unas migas que parecían roca ignea sacada del volcán del mismo Mordor. Todo con un par de copas de vino, agua, un café y un postre salió por 57€. Muy buen precio pero por la oferta. Sin ella el lugar no merece mucho la pena. Hay muchos asadores mejores en la capital

Perdón por la calidad de las imágenes.... la Blackberry, ya se sabe :S

martes, 15 de julio de 2014

O´Grove = marisco

De nuestra última visita a Galicia, nos faltaba por mencionar la mariscada con la que nos homenajeamos en O´Grove. Hablar de O´Grove es hablar de marisco en estado puro. Su geografía, una península unida a tierra por un estrechísimo paso en plenas Rías Baixas, hace que la villa viva del mar y sus frutos. Además, también se puede visitar la Isla de La Toja (pese a ser una isla tiene acceso por carretera), famosa por sus aguas termales y por supuesto, por su fábrica de jabones.

Al llegar al pueblo, en la zona del puerto, los locales ofreciendo mariscada surgen por doquier, con los "bichitos" vivos a la entrada, dando la bienvenida a quien quiera adentrarse. Podríamos haber elegido cualquiera, pero elegimos al final la Marisquería Solaina, por haberlo leído en una guía.

No queríamos mariscada, ya que consideramos que habitualmente, tienen buen precio, pero tienen también mucho "relleno" y no nos apetecía. Teníamos claro que queríamos percebes y centollo. Ea! Así que allá que fuimos, a comernos un plato de percebes, que apenas llegaba a un puñado, a precio de ídem, pero riquísimos y recién cociditos

1,300 kg de centolla (habitualmente ofrecen centollas, pensábamos que era porque eran más ricas, pero en realidad parece ser que es por el tema de las huevas... en este caso, a mi parecer tenía excesivas. La próxima vez, elegiremos un macho)

y un par de vieiras al horno gratinadas, con un sofrito de cebolla muy rico, que nos sirvieron con mucho pan gallego para poder empapar bien en la salsa y mojar en el carro del centollo.

La verdad es que disfrutamos de lo lindo, por lo rico de lo comido y porque nuestro pequeño tuvo a bien hacer coincidir este ratito con su siesta (gracias Álex!). Como pega, pondría que el centollo no estaba recién cocido. En casi todos los sitios los vimos así, que ya los tienen precocidos, con lo ricos que están recién cociditos y templaditos...

Acompañamos la comida con una botella de agua y un par de copas de Ribeiro (que luego había que conducir hasta Pontevedra). Sin postre, nos salió por 100 €. Caro, pero teníamos claro que queríamos darnos un homenaje y nos mereció la pena.

lunes, 7 de julio de 2014

Hamburguesa XI: Angus

TRASLADADO: ahora ya no está dentro del Centro Comercial La Ermita sino cerca, en la Avenida del Manzanares

Hoy, sin que sirva de precedente, vamos a comentar dos hamburguesas en una misma entrada. ¿Por qué? pues porque los dos locales están en el mismo lugar, un centro comercial con muy poca oferta, la verdad: el Centro Comercial La Ermita, en Madrid. La Ermita fue un lugar de ocio repleto de bares y que durante unos años fue referencia de la noche madrileña y de conciertos con su discoteca Aqualung. Tras el éxito llegó la burbuja y con ella el típico flipe de "si a esto le ponemos un nombre guay como Barrio Art Decó y abrimos un VIP vendrán miles de millones de personas". Empezaron los precios abusivos de los locales y las extorsiones encubiertas a los comerciante para que abandonaran el lugar y dejaran paso a las grandes cadenas que iban a dar caché al lugar. Nunca llegaron. Se abrió un cine que duró pocos meses y el centro quedó semi-desierto con un Burguer, un Foster, un gimnasio y la bolera...

Ahora se está empezando a mover, aunque poco a poco, y se ha abierto algún sitio más. Curiosamente uno de ellos una hamburguesería: Angus y otro un lugar de comida "sana" donde también sirven hamburguesas. Los dos son del mismo dueño y hacen que la oferta gastronómica del triste centro sea de cuatro locales, los cuatros con la hamburguesa como plato estrella.

La cocina de la Angus: su imagen de marca es que preparan hamburguesas de carne denominación de origen Black Angus, una raza escocesa que se caracteriza por la grasa intramuscular lo que le da más suavidad de la carne.

Las hamburguesas están bien aunque el pan se desmenuzaba y la carne estaba demasiado plana y aplastada (síntoma de que no las preparan en el local). A mi gusto la pasan demasiado, haciéndola algo seca, pero al resto de los comensales les gustó. Tienen bastantes variedades pero nosotros nos decantamos por una clásica y por una tradicional, una de ellas con bacón y la otra con queso, por probar las más parecidas a una hamburguesa "americana". No lo lograban al 100%. Aquí os dejamos un par de fotos para que juzguéis vosotros mismos:


Acompañamos las hamburguesas con unos aritos normales (6€) y la cuenta con cuatro bebidas ascendió a 27,70€, costando las hamburguesas 7 y 7,5€.

La Miga: (CERRADO) en este lugar lo que venden es carne Hereford de Irlanda en pan de mollete y las hamburguesas son algo más orginales pero menos genuinas: Gaucha con chumicurri y pimientos del piquillo, Star con pimientos asados, Serrana con jamón y queso curado, New York con salsa de arándanos y nueces o Ranchera con jamón cocido. El resto de la carta son sandwiches y ensaladas aunque recientemente (primavera de 2.015) han ampliado su carta dando otras opciones de tapeo y platos más allá de los bocatas.

La cata consistió en una Serrana sin queso que pecaba de lo mismo que en el otro local: carne plana y demasiado hecha servida en un plato de Ikea con un triste puñado de patatas frías (no, no se me ha olvidado la t). La hambuguesa la pedimos sin queso y nos la trajeron con él; tomamos un sandwich también sin queso y se volvieron a equivocar y lo pusieron. El servicio estuvo un poco verde y el precio de la hamburguesa era de 8,5€, algo más caro que el La Cocina de Angus para una hamburguesa peor.

El segundo sitio se amplió y mejoró su carta, incluso cambió el nombre a "La Miga" y su carta era más variada, como hamburguesería no valía y parece que por el resto tampoco ya que ya ha cerradolo recomendamos pero ahora tienen otras variedades. En el primero sí se puede hacer una parada, el problema que tiene es estar en un sitio medio desolado, pero la hamburguesa es digna y barata. Una opción si estás por la zona de Madrid Rio

Ver también:
Hamburguesas X: Foster's Hollywood
Hamburguesas IX: Mad Café
Hamburguesas VIII: Burguer Lobby
Hamburguesas VII: New York Burguer
Hamburguesas VI: La Vaca Picada
Hamburguesas V: 40 Café (CERRADO)
Hamburguesas IV: Alfredo's Barbacoa
Hamburguesas III: Home Burguer
Hamburguesas II: Peggy Sue
Hamburguesas I: Tommy Mel's

martes, 1 de julio de 2014

Que si quieres arroz Catalina: Arroz en la Casa de Campo

CERRADO

En plena Casa de Campo de Madrid, en el Palacio de La Misión se encuentra el restaurante "Que si quieres arroz Catalina". Al mando de la cocina, Rafa Morales, discípulo de Ferrán Adriá y su objetivo, acercar la Paella Valenciana a Madrid.

Desde hace un par de años este restaurante es de los pocos que aguantan en la Calle de Las Provincias y, parece, después de dos visitas que nos les va nada mal ya que en la primera el local era solo la terraza anexa al Palacio, cubierta y muy agradable, luminosa, de decoración moderna y minimalista. Ahora el restaurante es todo el Palacio por lo que puedes comer en alguno de los salones o en el elegante patio interior

El trato fue excepcional en ambas ocasiones. En la primera íbamos con dos niños de 2 y 3 años, lo que a priori podría ser un hándicap, no lo fue en absoluto, en todo momento estuvieron pendientes de ellos. Les sacaron tronas, vasos pequeños, bromeaban con ellos... e incluso al final de la comida ¡les invitaron a asomarse a la cocina! Con los mayores, el trato no se quedó atrás. En la segunda visita el trato siguió en la línea, hubo un problema con la reserva y la mesa asignada (deberían mejorar la web y el método de reserva) y lo solventaron en seguida. Igual de bien con el niño, de hecho ahora tiene una zona infantil los domingos y muy correcto. El único pero fue que se olvidaron un plato del menú, algo poco perdonable en un lugar donde el menú es lo habitual.

En su carta, además de la tradicional paella (ojo puristas porque la hacen con pato), cuentan con otros arroces: de verduras, con verduras y costillas, arroz abanda, fideua con pulpitos, arroz negro, arroces melosos... Hay que reservar unas 3 horas antes como mínimo y en la carta tienen opción de pedir menú "Catalina", que incluye unos entrantes variados, un arroz a elegir para toda la mesa y postre o café por 29 € (antes 25€) o el menú "Sorpresa", antes llamado "Di que si..." que incluye más entrantes por 40€.

En ambas ocasionas nos decantamos por la opción corta.

PRIMERA VISITA:
Los entrantes consistían en banderillas de encurtidos, alioli de azafrán (con un surtido de panes genial), boquerones en vinagre caseros, ensaladilla rusa con huevas de trucha, muy muy rica y croquetas líquidas.


Con respecto al arroz, como el listón con las paellas mi suegra lo ha puesto muy alto, decidimos elegir el "Señorito Madrileño", con gambas y pulpitos. Estaba bueno, pero creemos que no fue la mejor elección por los ingredientes en sí, ya que al final sabía a una paella marinera, rica, pero marinera. En todo momento estaban muy pendientes de que todo estuviera correcto y tuvieron mucho interés en que les diéramos nuestra opinión sobre el arroz.

En los postres, a mi parecer les faltaba un poco de variedad y, sobre todo, chocolate. Tenían espuma de vainilla, crema de yogur y crema de caramelo. Al final, parecían el mismo postre, donde lo que variaba era la espuma/crema.


Acompañamos la comida con un par de cervezas, agua, un par de tintos y cava Pares Balta Brut Nature y no llegamos a 30 € por cabeza.

SEGUNDA VISITA:
Aperitivo del día, surtido de panes y alioli:

Purrusalda o salmorejo a elegir:
                          
 

Nuestra en saladilla rusa. Que si, que era de ellos porque nosotros no la vimos... cuando nos dimos cuenta y avisamos fue ya con la paella en la mesa por lo que ya era tarde. Se deshicieron en perdones y al final de la comida nos invitaron a unos licores pero... queda muy mal que en un sitio de menú cerrado se olviden de un plato, encima de uno de los más famosos (la foto es de la mesa de al lado): 

Fritura del día: unas croquetitas con trozos de pescado en fritura

Y de plato principal, Paella Valenciana para dos. De hecho habíamos vuelto a este lugar solo por probarla y no nos defraudó. Es algo distinta porque es de pato y eso le da un sabor muy fuerte y marcado al arroz pero el conjunto es sabroso. Los ingredientes, además de pato y pollo: caracoles, judías verdes y alcachofas. Muy buena.

Ahora existen más variedades de postres como helados. Y en nuestro caso tomamos una macedonia

La comida con una coke, un agua y una copa de vino blanco salió por 68 euros. Y nos volvimos a ir encantados, a pesar del olvido de la ensaladilla.

Además, íbamos con un niño y desde agosto de 2.015 tiene una zona infantil, acotada y con cuidador, con mesitas, algún juego y similares por lo que pudimos hacer uso de ella (solo la abren los domingos)

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