Alicante: tres de tres

Y es que es la tercera vez que pasamos por Alicante y en las tres hemos triunfado gastronómicamente hablando, con las tapas y con sus arroces. Sara, nuestra guía, se encarga siempre de buscarnos un par de sitios de los que sabe que nos gustan. Si la primera visita nos sorprendió con El Barrio, la segunda nos encantó y en esta tercera hemos probado algunos nuevos bares de tapa de lo más recomendables.

En primer lugar nos acercamos a Benalua y la primera parada fue en El jabuguito donde tenían una oferta de plato de jamón con pa amb tomàquet por 4,90€, evidentemente no era jamón soberbio pero sí más que aceptable y la ronda con un vino Marina Alta y dos Coca-Colas salió por 8,90€. Tras esto cambiamos al Víctor Cervecería (San Agatangelo, 37), el mejor bar que probamos en esta visita; adaptado a los nuevos tiempos, se puede tomar desde tapas tradicionales, como ensaladilla o croquetas, a tapas elaboradas, ensaladas, montaditos, arroces, carnes o pescados.  Nosotros nos decantamos por lo moderno y probamos La latita de bacalao (tapa que ganó el primer premio a la mejor tapa de salazones en 2.011) y cuya receta es Bacalao Confitado a 65º en Aceite de Romero, sus Huevas Prensada y Foie Gras Asados, Vizcaína, Pil Pil, Alioli de Olivas Negras y Tapenade... una delicia. También probamos el Tataki de atún, estaba algo cocinado y rebozado en sésamo, pero también riquísimo, unas croquetas clásicas... y malas. Y un Milhoja de pato confitado y queso de cabra. Todo ellos con 2 vinos y una caña por 27 euros.



De ahí a la Plaza de los Luceros, a la Bodega La Andaluza donde, no se si por la hora (7 de la tarde) o porque, pero ni había que comer, ni había nadie ni nos pusieron tapa... pero al lado justo han abierto un bar que si que hay que visitar: Chaflán. Un bar de tapas y pinchos donde un atentísimo servicio se encarga de ofrecerte su variada oferta que va desde bogavante hasta hamburguesas de colores. Nosotros pedimos una copa de verdejo, con dos Coca-Colas, una de pulpo delicioso y tapa de gambas por 15,20 euros.

Y por la noche en la zona de la calle San Francisco, una calle estupenda para el tapeo, visitamos El Llagostí. No nos dijo mucho, tienen oferta cañi-tapa, pero a nosotros nos tocó de queso. La carta de raciones era corta y poco original: tostas y la tapa de moda "mini-hamburguesas"; lo único que llamaba la atención eran las raciones de langostinos. Volvimos en una segunda ocasión, esta vez a tapear, a probar esos langostinos pelados que no estaban mal y era apañados de precio (10,90) y una tosta de jamón (7,90€)

Cerca de ahí visitamos Los mejillones de correos, evidentemente especializado en mejillones, donde tomamos una ración de los mismos, muy ricos, bravas, lacón y tapas, muchas tapas. Como pedimos varias rondas todas vinieron con su tapa de salchichas, tortilla, etc. Unas personas del lugar dijeron que el bar ya no es lo que era pero a nosotros nos gustó, los camaremos nos trataron muy bien y aunque perdimos la cuenta de los vinos y las cañas no fue caro.

Entre tapeo y tapeo también paramos a comer un arroz, esta vez a El Pescador, en el puerto. El menú, el de siempre que vamos para allá: coquinas, sepia y arroz a banda. Todo buenísimo aunque las coquinas y la sepia tenían la misma salsa y sabían igual; el arroz impresionante, en esta ciudad le tienen cogido el punto al arroz a banda y lo hacen de maravilla. Todo esto regado con un verdejo Bitácora muy apañado de precio (12euros) por 69 euros para tres (10 euros la ración de arroz).

En definitiva: en Alicante hemos vuelto a comer y a tapear de maravilla.

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