Trato familiar y comida tradicional asturiana, puramente casera, a unos precios magníficos. Tienen menú del día o se puede comer de plato: Fabada asturiana, fabes con almejas, garbanzos con rape… Por 10 € te puedes comer una ración que lo más seguro es que no te la acabes.
Si lo que quieres es comer tapeando, también se puede: rabas, croquetas espectaculares, ensalada Xagarda, paté de cabracho y muy recomendables los tortos típicos de la zona (harina de maíz frita), que se pueden acompañar de huevos fritos, picadillo, queso cabrales…
Si vuestra opción son las raciones, tenéis que tener precaución con no comer por el ojo o correréis el riesgo de que os sobre la mayoría ya que son inmensas.
Como curiosidad, aunque la mayoría de los platos forman parte de la gastronomía asturiana, en la carta podréis encontrar algún plato germánico. El motivo no es otro que uno de sus dueños es alemán.
En el mes de Agosto el local se pone a rebosar y la espera por la mesa está asegurada. Es preferible ir fuera de este mes, pero si las condiciones no lo permiten, la espera estaría justificada.
Sin duda, una visita que no se puede dejar escapar si estáis por la zona, y de donde saldréis encantados con el trato, el ambiente y la comida. Elijáis lo que elijáis, no os iréis con hambre y la cuenta es complicado que supere los 15 € por cabeza.